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Hay hambre y sobra comida
8 comentariosEsta semana se ha celebrado en Roma una cumbre mundial sobre seguridad alimentaria, organizada por la FAO. El Secretario General de la ONU y el Papa Benedicto XVI se han hecho presentes. No han asistido los líderes de los países ricos, tampoco ha asistido el Sr. Rodríguez Zapatero. ¿Será que el asunto no les interesa?
En su discurso, el Papa, tras constatar el incremento dramático del número de personas que sufren el hambre, ha dejado claras dos cosas: una, no hay relación de causa-efecto entre el incremento de la población y el hambre, lo cual se confirma por la deplorable destrucción de excedentes alimentarios en función del lucro económico. O sea, sobran alimentos, pero no hay voluntad política de que lleguen a todos, porque la voluntad que prima es la económica; no se busca alimentar a los hambrientos, se busca obtener el máximo beneficio, aún a costa de los hambrientos. Esta mala política, llega a decir el Papa, tiene repercusiones en la consecución de otros derechos, empezando por el derecho primario a la vida. Si entiendo bien, eso significa que para asegurar dignamente el derecho a la vida es necesario previamente, o al menos simultáneamente, erradicar la pobreza y sus causas.
En segundo lugar, el Papa ha dejado clara la responsabilidad de los unos sobre los otros, fundamentada en la común pertenencia a la familia humana universal. Esto hay que entenderlo bien: no se trata solo de que como todos somos hermanos, nos tenemos que ayudar. Se trata de que los bienes de la tierra son de todos para ser repartidos entre todos. Por eso el Papa habla no solo de una solidaridad animada por el amor, sino de una justicia que induce a dar al otro “lo que es suyo”, lo que le pertenece como miembro de una familia en la que los bienes son comunes. Algo de eso decía Tomás de Aquino, como bien ha notado Bernardo Pérez Andreo. La consecuencia es clara: si un pueblo necesitado se apropia de los bienes superfluos de otros pueblos, no roba porque toma lo que es suyo. ¿Cómo traducir eso políticamente? Por ahora no hay traducción, lo que hay son represalias y tribunales internacionales para castigar a los que se atreven a tomar lo “suyo”.