Logo dominicosdominicos

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

5
Oct
2010

Hacer de la crisis una oportunidad

6 comentarios

Crisis significa dificultad; y también momento decisivo. La palabra misma indica que la crisis puede ser una oportunidad. En la crisis la dificultad que aparentemente nos conduce a lo negativo puede convertirse en la posibilidad de lo positivo. Por ejemplo, cuando alguien quiere quitarme lo mío, yo puedo transformar el acto malo de mi adversario en un acto bueno mío, si en vez de sufrir pasivamente la sustracción la convierto en donación. El otro pretendía quitarme algo, yo se lo doy libre y gratuitamente, demostrando así mi generosidad y mi desprendimiento.

Eso es lo que ocurre cuando a Jesús quieren quitarle la vida. En este momento decisivo, en el que parece que Jesús va a perder la iniciativa porque otros le obligan a hacer lo que no quiere, Jesús transforma el odio de los que quieren matarle en un acto de amor hacia sus enemigos. De modo que, incluso en ese momento en el que parece que no hay ningún motivo para amar, Jesús sigue siendo el dueño de su destino y mantiene firme la actitud amorosa que ha orientado toda su vida. Jesús corta así la lógica de la violencia. Si Jesús, en el momento de su muerte, hubiera respondido con el desprecio, se hubiera comportado lógicamente y todos lo comprenderían, sus amigos le hubieran aprobado. Pero eso hubiera sido dar un motivo para que sus adversarios le hubieran respondido con un nuevo acto de violencia. Al responder al odio con amor, Jesús muestra la sin razón del odio: “me han odiado sin motivo” (Jn 15,25).

¿Cómo es posible transformar un momento de crisis en una oportunidad de nueva vida? Es posible cuando uno está más adherido a los valores positivos que a los negativos, cuando uno ama más el bien que puede hacer que la violencia con la que humanamente estaría tentado a responder. Jesús se niega a poner el mal en el mismo plano que el bien. No tienen el mismo valor. El amor de Jesús era tan radical que ya no tenían importancia las consecuencias para la propia vida. Porque el amor vale más que la muerte. Si esto es así, entonces Jesús, que había hecho del amor el valor supremo, no podía de ningún modo morir odiando. Eso hubiera sido renegar del amor. El Reino de Dios es incompatible con devolver mal por mal.

Posterior Anterior


Hay 6 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


Bernardo
5 de octubre de 2010 a las 21:37

El problema, Martín, es que en lugar de ser esta crisis una oportunidad para encauzar la vida social hacia los valores reales: el amor, la justicia, la solidaridad, la austeridad... está siendo aprovechada por los mismos que la han provocado para arrimar aún más el ascua a su sardina y detraer los recursos públicos, so capa de austeridad, para los bienes privados. Primero nos robaron especulando y ahora nos roban con reformas legales que disminuyen los recursos dedicados a servicios y bienes públicos. No estaría nada mal que todos nos aplicáramos la austeridad, pero esa austeridad que se predica no se la aplican los megamillonarios que nos han puesto en esa situación.

Desiderio
6 de octubre de 2010 a las 01:06

Yo creo que Jesús estaba (está) tan por encima aquellos hombres que le crucificaron (de nosotros) que puede amarles (amarnos) cuando lo más lógico sería odiarles (odiarnos). El verdadero dolor de Jesús entiendo que fue más que físico —que sin duda lo fue— espiritual. Para mí ese verse sólo, incomprendido, rechazado prácticamente por todos aquellos que le siguieron… y que no comprendieron nada, debió ser tremendo. Y sin embargo creo que Él se esperaba de alguna manera ese comportamiento, pues conocía perfectamente las limitaciones del ser humano. Por eso nos amó aun entonces, pues estando en tan precaria situación, estaba a años luz de nosotros, tan a años luz que ni siquiera fuimos capaces de hacer mella en su amor. En definitiva y como dices, la respuesta a una crisis no depende más que de nosotros, y el daño que nos puedan hacer en última instancia depende más de lo que pensamos de nosotros mismos.

Juanjo
6 de octubre de 2010 a las 10:50

Oportunidad para mejor mostrar nuestra solidaridad con quien peor lo pasa.
Oportunidad para reflexionar sobre la falsa riqueza burguesa que nos empobrece.
Para experimentar que cuanto más se da más se tiene.
Oportunidad para alentar al desesperanzado, acoger al discriminado, animar al abatido, consolar a todos los abandonados.
Para abrazarnos, transmitiendo al otro, el abrazo que Dios nos da. Oportunidad de acoger a Dios en cada pobre. Y oportunidad para luchar contra toda injusticia. Para cambiar todo lo que deshumanice.
Excelente oportunidad de conversión. ¡La mejor para imitar lo que concretamente hizo Jesús”
Oportunidad para priorizar en un momento la ortopraxis a la ortodoxia; “porque tuve hambre y me disteis de comer”

lola
6 de octubre de 2010 a las 11:28

Depende, hay momentos en los que la crisis no son oportunidades, sino desastres. La gente no puede salir de eñllas. No toda crisis es buena, ni todas las personas la soportan igual. Hay momentos que pueden ser tan negros que no los pueden resistir.

fray josemaría esteve i pallarés
6 de octubre de 2010 a las 17:47


En esta época posmoderna,en que ya no hay principios,tampoco verdades abasolutas,aunque lo diga el lucero del alba,cuando cada cual tiene su fragmento, y la voz de los predicadores queda ahogada en la indiferencia total;el mensaje que puede ser portador de sentido es que Dios es una presencia amorosa,oulta en lo profundo de nuestro ser,que invita calladamente a cuidarnos unos de otros con amor.

Fray Alejo Parra Arenas, O. P
7 de abril de 2020 a las 17:46

Es así que tenemos una tarea: "dar del amor que Dios nos regala" dando a conecer desde nuestro rostro el amor que Dios nos da, ya sea en momentos difíciles como agradables...
Gracias por la reflexión.

Logo dominicos dominicos