May
Fechas importantes o exceso de tragedia
2 comentariosLeo un documento elaborado por la Comisión Internacional Dominicana de “Justicia y Paz” con las “fechas importantes” que conviene recordar. Las cuento: 32. Salimos a casi tres por mes. Hay muchos recordatorios: paz, enfermos, mujer, inmigrantes, holocausto, agua, tierra, indígenas, alimentación, personas mayores, sida y así hasta 32. Desde otras instancias me envían más recordatorios, por ejemplo, la semana de oración por la unidad de los cristianos. Y, ya puestos, ¿por qué no añadir otros además de los “oficiales”?, ¿por qué no un día de las religiones unidas en pro de la paz y la dignidad de las personas? Nos podemos pasar el año haciendo memoria. De hecho, eso es lo propio del cristiano. La Eucaristía es un memorial, un recuerdo del acontecimiento fundamental que nunca hay que olvidar: la Pascua de Cristo.
Tanto recordatorio es signo de mucha necesidad, de mucha tragedia, del mucho trabajo que queda por hacer. Pero, yendo al terreno de lo práctico, me pregunto por su efectividad. El querer estar en todo puede conducirnos a no estar en nada o, en todo caso, a ser poco eficaces. No hay que olvidar que la Encarnación tiene sus límites. La solidaridad, el amor al indigente, la ayuda al necesitado, se expresa a través de gestos, actitudes y compromisos particulares. Lo importante no es querer estar en todo, sino estar en algo concreto y hacerlo bien. Así se comprende que las organizaciones en pro de los derechos humanos siempre busquen un objetivo en el que concretar su impulso de amor universal. Y normalmente, los que en nombre de la universalidad suelen criticar a esas organizaciones debido a la particularidad de su objetivo, suelen ser los que a la hora de la verdad no defienden a nadie. Al respecto recuerdo unas palabras de Teresa de Calcuta: “Yo no curo nunca multitudes, sino solamente a una persona. Después, si puedo, me ocupo de otra. Si me fijase en las multitudes, no comenzaría nunca”.