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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

26
Sep
2010

Estado laico, claro que sí

6 comentarios

Laico es una palabra que, en boca de algunos políticos y para algunos oídos, tiene connotaciones de opuesto a religioso. En realidad es una palabra de origen cristiano y su contrapartida no es lo religioso, sino lo clerical. Laico quiere decir “uno del pueblo” y, más en concreto, uno del pueblo de Dios. Laico es el cristiano que no es clérigo.

La Iglesia católica no pretende tener en sus manos el gobierno de los asuntos temporales. Es doctrina católica que estos asuntos están encomendados a los laicos, sean o no cristianos. Por tanto, estado laico puede significar que los negocios del mundo y la organización de la sociedad son responsabilidad de los laicos. Dice Benedicto XVI: “El deber inmediato de actuar a favor de un orden justo en la sociedad es más bien propio de los fieles laicos. Como ciudadanos del Estado, están llamados a participar en primera persona en la vida pública”. Los cristianos laicos realizan su deber de configurar rectamente la vida social “cooperando con los otros ciudadanos”.

En la famosa palabra de Jesús: “dad al Cesar lo que es del Cesar” podemos encontrar un buen antecedente a favor de lo que hoy se suele entender por estado laico. Esta y otras muchas realidades que parecen conquistas de la modernidad tienen orígenes cristianos. Piénsese en los derechos humanos o en los ideales de igualdad, libertad, solidaridad y fraternidad. La Iglesia no pretende hacer valer políticamente su doctrina. Solo pide poder ser escuchada y respetada. Y cuando argumenta a favor o en contra de determinadas leyes lo hace desde la razón y el derecho natural, aunque su inspiración última provenga del Evangelio.

Por su parte, el estado laico debería evitar hacer del laicismo una “confesión” o una “religión”. Dicho de otro modo: el estado laico no puede olvidar que algunos ciudadanos son religiosos. Y, tanto si son mayoría como minoría, debe facilitar el libre ejercicio de la religión, como derecho fundamental de la persona, no solo en sus manifestaciones privadas, sino también en las públicas. Si en vez de favorecer la religión la dificultase, se convertiría en un estado “militante” y haría de la anti-religiosidad una especie de religión del Estado.

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Juanjo
27 de septiembre de 2010 a las 10:29

Siempre el poder es una atractiva tentación. Tambien para la Iglesia. Y concretamente en España, despues de tantos años de nacional-catolicismo parece que cuesta resignarse a caminar sola. A perder privilegios que históricamente la han hecho estar en un posición ventajosa.
Quizá aún tenga que pasar un tiempo, para asumir la perfecta separación de "poderes" y la adecuada relación. ¡Quizá aún se mira de reojo hacia atrás! pensando que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y eso no lo dice el sabio, eso lo dice "el necio".

Dvqe
27 de septiembre de 2010 a las 12:20

Hablando de Estados Laicos. Sucede que algunos se definen como "no-dogmáticos" pero, en realidad son muy "dogmáticos". El peligro implícito en esta ignorancia es la atribución de 'universalidad' para todo lo que predican. A pesar de que en ocasiones no saben muy bien qué posición es la que están postulando, ni si precisa de razones para defenderse, o más bien, si se trata de una defensa de algo 'real' que no de una moda más al uso (¿relativismo?). Creo que la causa puede evidente, pero no logro comprender qué finalidad habita en tal modo proceder. Mi fe se basa en un acontecimiento, y por más que se lo intente negar, el mundo creerá, aunque la creencia en no-creer quiera imponerse.

Bernardo
27 de septiembre de 2010 a las 18:35

Dices: "La Iglesia católica no pretende tener en sus manos el gobierno de los asuntos temporales", y lo suscribo,pero ¿estás seguro que en la mente de muchos dirigentes eclesiales no se da eso? Yo creo que no podemos afirmarlo con tanta rotundidad, porque el neoagustinismo político que se ha reavivado en el último lustro va por otro camino.
Coincido en la "bondad" de la palabra laico, pero también hay que recordar que en otro tiempo ese término designó a los no religiosos que pretendían tener poder en la iglesia, como los nobles.
Está bien que no haya disputas entre lo civil y lo religioso, pero no sé si será posible.

lola
27 de septiembre de 2010 a las 20:13

Esta genial lo que dice P Martin, De todas formas durante un tiempo crei que podrian llegar a prohibirme vivir la religion, pero eso es imposible, nada ni nadie nos lo prodra prohibir jamas, Porque nuestra religion es el servicio y el amor y eso siempre va a ser posible, por mucho que intenten hacerlo dificil y nos quiten los crucifijos o todos los simbolos, nunca podran quitarnos lo que realmente nos hace vivir el Evangelio. Me he educado en la Institucion Teresiana, S Pedro Poveda la imagino para vivir y predicar en tiempos de persecucion, y algo de lo que decia se me ha quedado marcado. Madre, que quien me mire te vea. Y eso hemos de ser todos los cristianos, no, nunca nos lo podra quitar nadie.

si...pero
27 de septiembre de 2010 a las 20:19

Parece que apuntes a la parusía,y me apunto a tu voluntarismo. Ojala fuera como dices...pero la realidad es otra. La declaración de derechos humanos no ha sido firmada por el Estado Vaticano.La linea que separa el poder civil del eclesiastico circula por muchos meandros. Al final El jefe del ejecutivo español tendrá su foto con el representante de Dios en la tierra, y jefe del Estado Vaticano.Fotos y manos estrechadas hasta con los masones.
Desde que el mensaje de Jesús se cruzó con el derecho romano y Constantino, el cristianismo se mueve en un continuo claroscuro, un si pero. ¿ Donde queda "lo religioso" lo profético fuera de lo clerical, como la vida religiosa y monástica? Es de esperar que continuen siendo la voz profética. La profecía de aquel laico Jesús de Nazaret.

29-S
29 de septiembre de 2010 a las 11:50

La pequeña iglesia abierta a primera hora. Misa de 8. Los habituales. El sacerdote oficia como cualquier día. Como cualquier día se puede recibir a Cristo sacramentado. ¿ Servicios mínimos, máximos, indispensables ? Depende de la mirada de cada cual. Es de agradecer que Dios hoy no haya hecho huelga:ya estaríamos en la otra orilla.
Gracias a todos: los huelguistas, los que trabajan, los que buscan trabajo, los audaces que procuran trabajo a los demás.Que no nos falte el pan, el Pan de Vida. Todos buscamos un mundo más justo. Bienaventurados los que trabajan por la justicia. Afortunadamente Dios nos mira a todos con misericordia.

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