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Enviados a anunciar el Evangelio
5 comentariosSe acaba de inaugurar el año jubilar por los 800 años de vida y misión de la Orden de Predicadores. Algunos nos conocen como “dominicos”, por haber sido fundados por Domingo de Guzmán. Lo que Domingo quiso fue una familia, compuesta ya desde sus comienzos por monjas, laicos y frailes, que tuviera como misión fundamental anunciar el Evangelio. Domingo fundó la Orden de Predicadores. ¿Por qué? Primero porque el Evangelio es fuente de alegría, de vida y de sentido para todo ser humano. Por eso, lo mejor que puede hacer alguien que ha descubierto el valor del Evangelio es darlo a conocer. Y lo dan a conocer, por decirlo con una expresión de Tomás de Aquino, los “predicadores de la fe”. Y luego, porque en tiempos de Santo Domingo, por distintos motivos, el Evangelio no era bien anunciado. Y cuando un producto maravilloso se publicita mal, corre el riesgo de no ser acogido o de ser acogido de forma inadecuada.
Los dominicos no pretendemos tener ninguna exclusiva. Pretendemos anunciar el Evangelio de la gracia y de la misericordia. Si otros lo hacen, bien venidos sean. Nosotros lo anunciamos con un estilo propio, hecho de oración y estudio, y desde una comunidad de hermanos. La contemplación, que vale por sí misma, es imprescindible para transmitir lo contemplado.
Este pasado sábado, día 7, la etiqueta #op800 fue “trending topic” en España y en Estados Unidos. Noticia interesante, pero secundaria. Con todo es reflejo de que muchas y muchos tuvieron interés en que este Jubileo fuera conocido. También el sábado por la tarde, en la Iglesia de las Monjas dominicas de Santo Domingo el Real de Madrid, en donde se conserva la pila en la que fue bautizado Domingo de Guzmán, representantes de la familia dominicana en España celebraron unas Vísperas inaugurales del Jubileo, presididas por el Arzobispo de Madrid.
Monseñor Osoro tuvo una intervención no sólo cercana y cariñosa, sino brillante. Habló, de la comprensión, de la compasión, de la capacidad de acogida que debe caracterizar la vida de las y los dominicos, empleando una sugerente imagen; y añadió: “sigan ustedes así”. Su homilía se centró en tres palabras: gratitud, peregrinación y ocupación. Gratitud a Dios por su llamada. Peregrinación porque nos llama a salir de nosotros mismos, a dejar nuestra tierra; ahora bien, un peregrino, a diferencia de un vagabundo, sabe cuál es la meta, sabe a dónde va. Y ocupación: permanentemente ocupados en anunciar el Evangelio, teniendo en cuenta la diversidad de circunstancias, lugares, tiempos y personas.
El domingo, día 8, tuvo lugar, en la Iglesia de san Pedro mártir, la solemne Misa inaugural, que TVE2 retransmitió. Pueden encontrar el video en nuestra página web. La homilía fue muy apropiada. La Iglesia llena. El coro de 200 personas espectacular. Un buen solista y 200 voces distintas, bien dirigidas, acompañadas por un órgano y dos violines, todas de la misma familia, en una hermosa sinfonía, signo de pluralidad en la comunión.