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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

11
May
2008

El deber de intervenir en Birmania

2 comentarios

No hace mucho me hice eco de que el Papa ante las Naciones Unidas enunció el principio de la “responsabilidad de proteger”. Todo Estado tiene el deber primario de proteger a la propia población de violaciones graves y continuas de los derechos humanos y de las crisis humanitarias provocadas por la naturaleza o por el hombre. Si un Estado no es capaz de garantizar esta protección, la comunidad internacional debe intervenir con los medios jurídicos previstos para garantizar ese derecho. Quiero añadir otra cosa que también he publicado en este blog, recordando los cuarenta años de la Populorum Progressio: en caso de dictadura evidente y prolongada es legítimo el derrocamiento del tirano.

¿Qué está pasando en Birmania? Si hemos de hacer caso a las noticias que nos llegan pasa que el gobierno militar de Birmania no es capaz de garantizar la protección que sus ciudadanos requieren con toda urgencia. Tampoco facilita que otros presten esta protección. Más aún, parece que se incauta de las ayudas que con dificultad están llegando. Hay vidas humanas en juego. Hay una dictadura militar opresiva. Lo primero como consecuencia de lo segundo. Sería bueno que se alzasen voces creyentes que recordasen el deber de intervenir en Birmania y el deber de derrocar a los dictadores birmanos. En nombre de la vida. Eso que tanto decimos apreciar los creyentes. Y aunque no se trata de vidas embrionarias, sí se trata de vidas bien nacidas. Por bien nacidas, las voces en su defensa deben ser más altas.

Hoy escucharemos que el Espíritu Santo es gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. También es válido eso para las lágrimas y el duelo de Birmania. Pero el Espíritu no actúa automáticamente. Sólo actúa a través de las manos, la inteligencia y el corazón de los creyentes. Si el enjugar las lágrimas del Espíritu no se traduce en cristianos que enjugan lágrimas no hay acción del Espíritu. No hay fe en el Espíritu. Por eso me permito reclamar voces eclesiales y, por supuesto, políticas, que ayuden a cumplir el deber de intervenir y también el de derrocar al tirano.

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Bernhar
11 de mayo de 2008 a las 15:09

Hemos de llevar mucho cuidado con lo que pasa hoy en el mundo. Como bien dices "si hemos de hacer caso a las noticias que nos llegan", ese condicional no debe perderse nunca. Creo que toda información es tendenciosa per se, cada cual sirve a sus amos cuando informa. La dictadura militar de ese país no está allí por casualidad, fue impuesta como medio para frenar revueltas provocadas en la crisis soviética de finales de los ochenta. Mientras sirvió a sus amos no hubo problema en que fuera cruel y despótica, pero ahora, que hace lo mismo pero sin servir a los que los puesieron, son perversos. Siempre han sido perversos, pero la mayor perversión es la de occidente que pone y quita según su interés.
Comparto la necesidad de intervenir para proteger,pero eso mismo hace falta en Irak y hoy en Líbano, donde los intereses Israelíes quieren devolver la guerra civil a ese país como medio de justificar una escalada bélica. También hay que intervenir en la frontera entre Ecuador y Colombia, porque Uribe no cesará hasta conseguir el Casus belli que necesita USA para intervenir en la zona de forma abierta.
En fin, hay que intervenir en Europa, donde una directiva contra los inmigrantes puede dejar manos libres a los estados para "internar" por 18 meses en campos de concentración a niños y adultos por el delito de no tener un documento que acredite su identidad. Hay que impedir que Europa vuelva a los años treinta, cuando la eliminación de los sobrantes se justificaba como acto de humanid

marcelino
11 de mayo de 2008 a las 23:55

no entiendo porque las voces para su defensa han de ser mas altas que para defender a un ser embrionario, han de ser igual.
Se me pone la carne de gallina de pensar que eso nos podia pasar a nosotros. Pero ¿que puedo hacer yo?, por mas que pienso no se me ocurre nada.
los seres individuales podemos tan poca cosa, ante tragedias como estas que menciona, y son escalofriantes, podria ser yo, me pongo en su lugar, aun asi no se me ocurre nada.
¿Manifestarse?¿rezar? ¿entregar ayuda?, no lo se.
El defender la vida del ser embrionario, si puedo hacerlo, lo tengo aqui y ahora, esta cerca. Al menos hacer dentro de nuestras pocas posibilidades todo aquello que podamos hacer y con todas nuestras fuerzas. Si alguien tiene ideas que las exponga. Gracias

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