Jun
El cristianismo no es una moral
9 comentariosTengo la sensación de que en estos tiempos no está nada claro lo que es “ser cristiano”. Parece que todo se reduce a temas de moral sexual. Para colmo algunos hacen de este tema una batalla contra los poderes públicos, no otorgándoles legitimidad cuando se separan un ápice de lo que ellos consideran no solo moral cristiana, sino sencillamente moral obligatoria para todos. Me pregunto: por parte católica, este discurso sobre moral sexual ¿a quien va dirigido? ¿A los católicos? Si los católicos necesitan este discurso, estamos ante una grave situación. ¿Tanto abortan las mujeres católicas, tantos preservativos usan los varones católicos? Y, en caso de ser así, que lo dudo, me temo que el asunto no se soluciona con tanta proclama. ¿O pretende ir dirigido a los no creyentes? Entonces es dudoso que nos escuchen y probable que provoquemos el mal entendido de reducir lo cristiano a lo moral.
No hace falta estar continuamente repitiendo, para ser considerado buen católico, que el aborto es un acto criminal. Convendría, por otra parte, no obviar que en estos asuntos hay grados y matices, porque cuando se trata de este tipo de cuestiones todo entra en el mismo paquete y todo parece super-malo en el mismo grado: relaciones de pareja entre adultos, abuso de menores, homosexualidad promiscua y no promiscua, preservativos, embriones, píldoras postcoitales, aborto. Y cada caso es distinto y merece un tratamiento distinto. Y además, las situaciones personales también son diferentes y deben ser analizadas atendiendo a sus variadas circunstancias.
Hay que dejar claro que el cristianismo no es una moral. Es seguir a Cristo y acoger la buena noticia de que Dios ama y perdona a los pecadores. A partir de ahí, nace una exigencia de conversión. Pero es muy importante mantener el orden. La conversión viene después. Sin conocimiento y previo encuentro con Cristo, no hay posibilidad de conversión. Me parece que hablamos poco de Cristo, bastante de estructuras de la Iglesia y demasiado de moral. Y que interesa más la política que la evangelización, el poder que el servicio, el criticar a los demás que el comprenderles, el número que la calidad, el cumplir que el vivir, el parecer que el ser, el mandamiento que el amor, la ley que la gracia.