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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

23
Jun
2009

El cristianismo no es una moral

9 comentarios

Tengo la sensación de que en estos tiempos no está nada claro lo que es “ser cristiano”. Parece que todo se reduce a temas de moral sexual. Para colmo algunos hacen de este tema una batalla contra los poderes públicos, no otorgándoles legitimidad cuando se separan un ápice de lo que ellos consideran no solo moral cristiana, sino sencillamente moral obligatoria para todos. Me pregunto: por parte católica, este discurso sobre moral sexual ¿a quien va dirigido? ¿A los católicos? Si los católicos necesitan este discurso, estamos ante una grave situación. ¿Tanto abortan las mujeres católicas, tantos preservativos usan los varones católicos? Y, en caso de ser así, que lo dudo, me temo que el asunto no se soluciona con tanta proclama. ¿O pretende ir dirigido a los no creyentes? Entonces es dudoso que nos escuchen y  probable que provoquemos el mal entendido de reducir lo cristiano a lo moral.

No hace falta estar continuamente repitiendo, para ser considerado buen católico, que el aborto es un acto criminal. Convendría, por otra parte, no obviar que en estos asuntos hay grados y matices, porque cuando se trata de este tipo de cuestiones todo entra en el mismo paquete y todo parece super-malo en el mismo grado: relaciones de pareja entre adultos, abuso de menores, homosexualidad promiscua y no promiscua, preservativos, embriones, píldoras postcoitales, aborto. Y cada caso es distinto y merece un tratamiento distinto. Y además, las situaciones personales también son diferentes y deben ser analizadas atendiendo a sus variadas circunstancias.

Hay que dejar claro que el cristianismo no es una moral. Es seguir a Cristo y acoger la buena noticia de que Dios ama y perdona a los pecadores. A partir de ahí, nace una exigencia de conversión. Pero es muy importante mantener el orden. La conversión viene después. Sin conocimiento y previo encuentro con Cristo, no hay posibilidad de conversión. Me parece que hablamos poco de Cristo, bastante de estructuras de la Iglesia y demasiado de moral. Y que interesa más la política que la evangelización, el poder que el servicio, el criticar a los demás que el comprenderles, el número que la calidad, el cumplir que el vivir, el parecer que el ser, el mandamiento que el amor, la ley que la gracia.

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María
23 de junio de 2009 a las 10:45

Completamente de acuerdo. F. Martín sabes decir y dices bien.
Más Jesús, más vida evangélica de parte de los llamados creyentes y lo demás se dará por añadidura.
Gracias.

FRAY BENITO,OP
23 de junio de 2009 a las 18:27


Martin,derante años.nos hemos conocido de lejos.En estos últimos años nos conocemos de cerca hablamos de cosas serias y tambien nos reimos juntos casi todos los días. Cuando he leido la primeravez tu post,he pensado,no responder, pienso lo que el piensa.Lo he leido por segunda vez y me parecía que el post era para mi.Así que te respondo a ti.
Me duele que intenten oprimirme con culpas legalistas.Intento, Dios sábe cómo,ser sensible a la voz de Jesús de Nazared.No me gustan los gritos demagógicos de los falsos santos,que intentan mostrarse al mundo lo que nunca fueron.
Quiero ser libre para pensar y no escandalizar,soñar y no oprimir reir y no decepcionar,llorar y no entristecer. No quiero ser hipócrita para mostrar,solo,mi vida o mi comunidad a través de fotografías donde todos posamos sonriendo.No quiero parlotear de verdades sacadas de libros,pero que no están ligados de modo alguno con el drama humano (si lo están los prohiben)No quiero regresar a casa en paz y abandonar a los que me oyeron hablar de la dureza de la vida. No temo los ceños fruncidos de los doctores de la ley,que conocen la raiz griega de cada palabra de la Biblia,pero son indiferentes al sufrimiento de las gentes; prefiero caminar al lado de pecadores a los ambientes asfixiantes de los fundamentalistas,donde las opiniones son tan fuertes que solo se tolera su verdad.Quiero vivir parecido a Jesús,mi gran héroe,amigo de marginales. FRAY BENITO,OP

José Martínez Maeso
23 de junio de 2009 a las 19:22

No me gusta escuchar que el cristianismo no es una moral, aunque entiendo y acepto y subrayo lo que quiere decir Martín. La moral nos indica cómo alcanzar nuestra realización personal y en ella la felicidad,Thomas dixit. Su base es ontológica, se trata de ser o no ser. Ser cristiano es asemejarse a Cristo, la perfección humana, esa es su moral. Moral por tanto paradigmática, de imitación o seguimiento, no de cumplimiento, pero moral. En el mejor sentido del término. Dicho sea para que al negar que sea una moral se quiera reducir el cristianismo a un culto, al margen de la vida. El cristianismo es una práctica de vida humana y, por tanto de algo exclusivo de la condición humana, de una moral.

Martín Gelabert
23 de junio de 2009 a las 19:58

Gracias, José Martínez Maeso, por esta matización. Estoy de acuerdo con lo que dices. Con una moral consecuencia del seguimiento de Cristo que nos llama a conversión, para encontrar ahí la felicidad. En el seguimiento de Cristo encontramos nuestra plena realización humana. Por eso cumplir la voluntad de Dios y realizarse como persona es lo mismo dicho con diferente lenguaje. Un abrazo y gracias por tu aportación.

Bernardo
23 de junio de 2009 a las 20:53

Tengo que confesar que soy un poquito Ockamista en este asunto de la moral. Para mí lo bueno es lo que Dios determina como tal, no algo objetivo, "natural". De lo contrario, Dios se sometería al bien y éste sería Dios.
Creo que el cristianismo está "más allá del bien y del mal", porque el bien y el mal no son objetivos. La supuesta objetividad en moral sólo beneficia al orden establecido y a quienes lo establecen. En determinadas circunstancias puede ser necesario robar y no sería robo, como dice Tomás; o puede ser necesario utilizar anticonceptivos; o no decir la verdad; o "dar la muerte"; o "dar la vida"; o puede ser necesaria la ira; o se necesita odiar hasta el extremo. Ser cristiano es estar más allá del bien y del mal, es haber elegido el camino estrecho y apostar por otro mundo posible.

Desiderio
24 de junio de 2009 a las 11:45

Quizá la moral cristiana sea la consecuencia de esa adhesión a Cristo. Yo me pregunto: ¿cuántas personas de una sociedad en principio cristiana —como por ejemplo la España de hace unas décadas— es verdaderamente cristiana, vive con radicalidad los valores de Jesucristo? Aunque vivían arropados por esa sociedad cristianizada, yo no creo que los cristianos auténticos fueran muchos más que los que lo intentamos hacer hoy en día. Como muy bien dices, nosotros por iniciativa propia intentamos vivir coherentemente con esa adhesión, pero ¿qué ocurre con el resto de la sociedad?, ¿bajo qué criterios han de vivir? Pues toda vida, a nivel de individuo o a nivel de grupo social, como sabéis, se rige bajo un determinado esquema de valores. ¿Qué hemos de hacer los cristianos, esperar a que se conviertan verdaderamente para que se adhieran por sí mismos a los valores de Jesucristo, respetar que se muevan bajo un esquema de valores distinto aunque atente frontalmente la dignidad humana, intentar intervenir en ese esquema de valores mediante una mezcla de postura activa y respeto por su diferente visión? ¿Cómo se ha de comportar el cristiano en ese aspecto de la vida pública? Entiendo que no se trata de imponer nuestra moral a nadie, pero también entiendo que de alguna manera se ha de intervenir sin mermar los derechos del otro, aunque no sé muy bien cómo.

el marinero de los monegros
24 de junio de 2009 a las 13:01

Estoy totalmente de acuerdo contigo P.Martin. Ayer interviné en un programa de radio religioso ( Radio María) , en que estaban llevando a la hoguera el libro de "Jesús una aproximación histórica" de J.A. Pagola, salí en su defensa y el mucho bien que el libro me ha hecho y, primero me colgaron, y luego durante todo el programa salieron a la palestra los holigans del cristianismo, que son los que, poco a poco, están dominando la iglesia. De verdad, me da miedo tanta seguridad, tanta rotundidad, tanto fundamentalismo. Agradezco este espacio de sosiego, reflexión y libertad.

Azucena
25 de junio de 2009 a las 01:34

¿Qué como se ha de comportar el cristiano en este aspecto de la vida pública? Rezando, rezando por los que no cumplen la voluntad de Dios, por los políticos que promueven leyes en contra de lo Divino, rezando por todos aquellos que por las causas que sean se ven en la situación de hacer un acto inmoral, o al menos inmoral a los ojos de muchos "cristianos" que se preocupan más de juzgar al que no lo "es" tanto como él que de intentar comprender las circunstancias que llevan a cada uno a hacer lo que hace.
Estamos perdiendo la sutileza de JESÚS y estamos dando paso a una absurda competencia de "tengo más moral que tú".

Ana
16 de diciembre de 2018 a las 07:41

Pero Dios no hizo ese orden de encuentro que entiendo que sugieren. El cristianismo no aparecio de la nada. Habia un religion judia hecha por Dios. Cristo vino despues de muchos años.

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