Logo dominicosdominicos

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

19
Abr
2009

Efecto capullo

2 comentarios

Se llama "efecto capullo" a la creencia por parte de la población de que lo que publican en las páginas de Internet no estará al alcance de todos. Lo que se escribe en la red, sea donde sea, queda a modo de hemeroteca accesible a todos. De modo que, como ya está ocurriendo, si alguien ha enviado una carta al director de un determinado diario y, pasado un tiempo, solicita que se retire dicha carta, el diario no puede hacerlo, aduciendo que no se puede alterar la historia. De ahí la necesidad de saber dónde se escribe, e incluso la prudencia de hacerlo a veces con nick o pseudónimo.

La gente, sobre todo los jóvenes, están colgado sus perfiles completos, incluidas fotos íntimas, en redes sociales como faceboock, twitter y otras. Y más de uno ha perdido su puesto de trabajo por escribir en la red que su trabajo era aburrido, y tener la mala suerte de que su jefe lo leyera. Hay que dejar muy claro que no todo nuevo contacto es amistad. Quizás debiéramos volver a retomar la intimidad en las relaciones amistosas. En la vida real, ante una humeante taza de te o café, una conversación privada, real, no sólo virtual.

Es la disyuntiva entre intimidad y extimidad. Las nuevas generaciones tienen un concepto distinto de lo íntimo, hasta el punto de que lo íntimo ya no pertenece al ámbito de lo privado. Les falta la experiencia de saber que en el exterior siempre hay depredadores dispuestos a destrozar su intimidad, su vida privada. Esa que tan ingenuamente quisieron compartir por el messenger o el faceboock, intentando “hacer amigos”. La amistad necesita confianza, intimidad, privacidad.

No me cabe duda de que muchas parejas se han conocido por internet. Pero también más de uno y una ha encontrado la muerte. Este medio no es ni bueno ni malo. Depende del uso y del sentido común de quien lo utiliza.

Posterior Anterior


Hay 2 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


Desiderio
20 de abril de 2009 a las 23:09

Leí un artículo, no sé si verídico, que un día una adolescente cuando llego a su casa se encontró a sus padres hablando con un desconocido, que era policía. Dijo llamarse Mario, y la chiquilla se quedó alucinada porque ese era el nombre de su “novio virtual”. “Pero, ¿no estudiabas en Burgos?, ¿no eras futbolista?, etc.”. El detective le demostró cómo con lo que ella inocentemente le iba diciendo a través del chat —nunca datos explícitos—, él pudo al final dar con su casa. Y efectivamente, este es uno de los peligros del chat, del cual ni los adolescentes ni sus padres —me temo— son conscientes. Realmente es un peligro que está ahí.
Internet, como todo, es bueno y es malo, depende del uso que se le haga. Me parece muy triste lo que hacen los adolescentes, y no tan adolescentes, en ese submundo que hay de comunicación virtual. Les veo encerrados en sus mundos, y en el fondo, solos, muy solos. Pero también tiene cosas buenas, y para muestra un botón. Entiendo que blogs como éste, en el que distintas personas intentamos aprender y compartir nuestras inquietudes, y que de otro modo sería difícil —aunque tampoco imposible, la verdad—, me parece fantástico. Ahora bien, como muy bien dices, creo que nunca hay que abandonar esa conversación serena delante de una taza de café humeante… El día que lo hagamos, habremos caído en las redes de lo virtual.

marcelino
21 de abril de 2009 a las 00:09

Efectivamente, el problema no es del medio, sino tal vez de la sociedad, y de como se frivoliza la amistad, porque como esta demanda entregarse, pues es mas complicado.
Una anecdota curiosa, leia unos escritos de una contemplativa, y pense que seria genial conocerla. Pedi su direccion a un PP dominico, y me dio un correo electronico, me quede extrañadisima. Asi que yo me hice amiga de una monja contemplativa por internet. A mi me parece un medio fantastico, rapido y comodo. Y espero que se garantice la intimidad. Aunque nada hay que no llegue a descubrirse, asi que lo mejor es no tener nada que ocultar, Al fin y al cabo la verdad siempre sale a la luz, aunque a veces demasiado tarde.

Logo dominicos dominicos