Dic
Discurso performativo
6 comentariosDesde Norte América me pide un lector que comente el folleto de los dominicos holandeses sobre la celebración de la Eucaristía en las comunidades sin presbítero. Le he contestado privadamente, diciéndole que los asuntos que plantean los hermanos holandeses están muy verdes y que no tengo ganas de polémica. Me replica diciendo que no tenga miedo. Como sigo sin ganas de polémica sólo digo una de las cosas que le he contestado, a saber, que según Sto. Tomás toda comunidad cristiana tiene derecho a la Eucaristía. Y, aunque es cierto que no todos los derechos pueden satisfacerse, sí que hay que satisfacerlos cuando es posible. Y ahí es donde se sitúa el problema de la ordenación de varones casados.
Hoy me interesan más otras noticias, una presente en nuestra página: las dificultades del obispo dominico Raul Vera; y otra que no aparece en nuestra página: el ayuno (creo que lleva ya más de 15 días) del obispo franciscano y brasileño, Luiz Flávio Cappio en solidaridad con los pobres a los que se les priva de agua en beneficio de los hacendados, protegidos por el ejército. Esos cumplen lo que dice el Concilio Vaticano II sobre los obispos: “consagren cuidado peculiar a los pobres”. Esos recuerdan la pregunta que se les hizo el día de su consagración episcopal: “Con los pobres, con los inmigrantes, con todos los necesitados, ¿serás siempre bondadoso y comprensivo?”.
Los problemas episcopales que tenemos en España son otros: condenas por parte de tribunales civiles, preparación de la manifestación del día 30 en Madrid, próximas consagraciones en las que todo quedará en familia. Eso también es vida eclesial. Pero lo que ocurre en México y en Brasil, con Raul y Luiz es vida evangélica. Y en este tema no podemos sentirnos indiferentes. Tenemos que expresar nuestra solidaridad. Mi comentario y hasta mi solidaridad es, para emplear las palabras del Papa en su reciente encíclica, un discurso informativo. Lo de Raul y lo de Luiz es más bien performativo, o sea que cambia sus vidas y nos llama cambiar las nuestras.