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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

5
Sep
2008

Depresiones clericales

2 comentarios

Los pecados del clero, clero en sentido amplio (curas, frailes, monjas), son muchos. Dígase lo mismo de sus problemas. Según el Cardenal Martini la envidia, la calumnia y la vanidad son pecados muy comunes entre los eclesiásticos. Recientemente una persona se sorprendía de haberse encontrado (por motivos profesionales) con sacerdotes, frailes y monjas que necesitaban tomar medicación antidepresiva. No lograba entenderlo. Pensaba que Dios era más que suficiente para colmar su vida. Me lanzó la pregunta: ¿por qué toman medicación?

En mi respuesta no negaba la realidad. Simplemente la situaba: en todas partes hay de todo, los cristianos tenemos los mismos problemas que los demás. A mi me cuesta entender la mentalidad subyacente en esa frecuente petición a las monjas de clausura: “ustedes que están más cerca de Dios, recen por ese problema”. ¿Más cerca de Dios? Es Dios el que está cerca de cada uno, más íntimo a nosotros que nuestra propia intimidad. Y rezar es asunto de todos.

Pero volviendo a las depresiones clericales, sigo con la respuesta que di a esta persona: el tener trabajo ayuda mucho y evita depresiones. Yo no me deprimo porque no tengo tiempo. La vida no es fácil para nadie. Cierto, Dios es una gran ayuda para los que a él se acogen, él llena de bienes el corazón humano. Pero a Dios siempre le alcanzamos a través de mediaciones, a través de los hermanos, de la comunidad, del trabajo, de la propia psicología, de las manías y afectos personales, del estudio, de la oración, de la predicación, de las catequesis, de hacer el bien, del ayudar a los pobres, de tantas cosas humanas y limitadas. Si además de ser limitadas no se cuidan, o se abandonan, o incluso viviéndolas bien sobreviene un disgusto inesperado (la enfermedad o fallecimiento de un familiar) no es extraño que uno se sienta perdido o vacío y pueda aparecer la depresión.

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juanjolmos
5 de septiembre de 2008 a las 18:50

Creo que nos queda algún tiempo para concienciarnos de verdad qué es realmente el hombre. Todavía tenemos una mentalidad muy arcaica a nivel antropológico. Yo oigo tambien comentarios que me llaman la atención. Todavía nos falta sabernos hombres. Seres humanos completos, sicológicamente, fisicamente, espiritualmente, fisiológicamente, socialmente y muchas otras ...mentes. Hombres que tienen neuronas, que segregan hormonas, que tienen genes y que esa misma variabilidad que hace que seamos distintos nos hace a todos susceptibles, a unos más y a otros menos a cada problema. Tambien a los físicos, mentales o sicológicos. ¡Qué lejos estamos de ser conscientes de la complejidad que es ser hombre! Y justamente eso nos hace únicos.

marcelino
9 de septiembre de 2008 a las 12:58

La depresion es una enfermedad, hay que diferenciar bien lo que es la depresion como cualquier otra enfermedad, sin causa exogena. De una tristeza sin mas por otras causas, y que soin hasta logicas, si uno se entera de que tiene un cancer o un amigo, es logico estar trite. La diferencia esta como vive una persona de Dios estas dos realidades, incluso con medicacion, y teniendo enfermedades mentales grraves, alguien puede ser santo, trabajarf sin ganas y dar testimonio, que no damos los sanos,

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