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Cuando libertad y necesidad coinciden
3 comentariosCuando libertad y necesidad coinciden es cuando hay verdadera libertad. Es importante comprender esta paradoja si queremos entender la relación entre gracia y libertad. Relación entre gracia y libertad es lo mismo que relación entre Dios y el ser humano. No se trata de dos realidades que puedan sumarse o restarse. Entendidas así, lo que le quitamos a uno se lo tenemos que dar al otro. Se trata de que la gracia hace posible la libertad. Por eso, cuanto más se deja uno invadir por la gracia y el amor divinos, más libre y más sí mismo es.
Libertad no es exactamente libre albedrío, o sea, posibilidad de elegir entre distintas cosas. Cuando puedo plantearme optar entre diversos caminos, eso solo demuestra la poca importancia de tales caminos. Pues el que ha encontrado el camino importante, el único importante, el único que hace feliz, no se plantea elegir otra cosa. Elige el único camino, pero lo elige libremente. Necesidad y libertad coinciden. Cuando estás locamente enamorado, eliges libremente, pero eliges sólo a uno. No hay elección entre dos, no te planteas buscar a otro, tu opción es el amado o la amada.
Los santos, en el cielo, no pueden elegir el mal. Y, sin embargo, son libres. “Si solo es libre el que puede elegir entre el bien y el mal, entonces Dios no es libre, pues no puede querer el mal” (San Agustín). Cuando uno ha elegido el bien, ya no quiere elegir otra cosa, cualquier otra hipótesis le parece imposible. Y sin embargo es libre, porque se adhiere al bien con toda su voluntad. En Dios, su libertad es su amor subsistente. Esta será la libertad del hombre cuando vea a Dios. Por eso, la esencia de la libertad consiste en dejarse mover por la gracia.
El objetivo de la libertad es la liberación, es decir, la realización plena del ser humano, de forma que cuando uno ha encontrado su camino, se siente definitivamente liberado y al mismo tiempo necesitado de seguirlo, y cualquier otra propuesta le parece inútil y la rechaza libremente, aunque se presente como apetecible: “en el orden intelectual, el contenido de la libertad es la verdad, es ella la que nos hace libres” (Kierkegaard). Y en el orden moral, el contenido de la libertad es el bien; el bien que nos llena, nos satisface y nos hace felices.