Dic
Centros escolares sin cruz
15 comentariosPor ahora es una iniciativa parlamentaria. Es posible que por ley se obligue a retirar la cruz de todos los centros escolares estatales y concertados. Se creará un conflicto innecesario. Pero si así ocurriera, ¿qué van a hacer los centros concertados, además de protestar? ¿Mantener las cruces? Les quitarán el concierto. Y entonces se convertirán en centros elitistas, solo para ricos. Tendría gracia que la cruz solo pudiera estar en lugares para gente adinerada. Sería una contradicción.
Este asunto de los símbolos puede tener otras consecuencias conflictivas. ¿Y si alguien en nombre de la neutralidad política pidiera que por ley se retiraran las banderas o el retrato del Jefe del Estado? Ya puestos, se podría prohibir la exhibición pública de los colores futbolísticos, porque no son culturalmente neutrales. El mundo está lleno de símbolos, todos respetables, siempre que no se utilicen para ofender y no pretendan exclusividad. La cruz ni quiere ofender ni ser exclusiva. Por otra parte, la neutralidad es imposible: si la presencia de un símbolo es significativa, también lo es su ausencia. La retirada de las cruces coloca otro símbolo, que hasta puede resultar beligerante.
Apelar a que se trata de un símbolo cultural para defender la permanencia de la cruz, resulta una apelación pobre. Cultural aquí parece ideológico. Si es símbolo cristiano, porque en la cruz fue martirizado Jesús, su única defensa posible es la religiosa, que se aprende mirando al Crucificado: cuando le insultaban no devolvía el insulto, en la cruz no profería amenazas. Tampoco vosotros, dice un texto muy antiguo refiriéndose a los cristianos, debéis devolver mal por mal, ni insulto por insulto; al contrario, responder con una bendición.
Ser cristiano no es fácil, porque no lo es renunciar al poder, que es una de las caras de la cruz. Si un día hay retirada pública de cruces, ¿por qué no ver ahí una llamada para que los cristianos seamos signos de un amor que perdona? ¿O un estimulo para que las familias eduquen a sus hijos en el amor al Crucificado, que no se manifiesta en el comer y el vestir, sino en la alegría, gozo y paz que transmite una vida animada por el Espíritu del Crucificado?