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Asís, puentes hacia la paz
6 comentariosEl 27 de octubre, se celebrará en Asís, convocada por Benedicto XVI, la jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo, bajo el lema: “Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz”. Esta jornada quiere conmemorar el 25 aniversario del histórico encuentro convocado en la ciudad natal de san Francisco por Juan Pablo II en 1986. Lo significativo del próximo encuentro es que, además de los representantes de las distintas religiones, estarán presentes algunos representantes de la increencia y el ateísmo. Porque también con ellos es necesario dialogar y colaborar. Pues ellos tienen mucho que aportar en pro de la paz y la justicia. Además, todos los seres humanos, creyentes o no creyentes en Dios, somos buscadores de verdad y de sentido para la vida humana, y en esta búsqueda podemos encontrarnos.
El ecumenismo, el diálogo interreligioso y el diálogo con la cultura, por parte católica, aunque a algunos les cueste comprenderlo, no tienen marcha atrás. Tampoco se trata de cosas que hayamos descubierto hoy. Ya un autor del siglo II, como Justino, trataba de tender puentes con la cultura griega, tan denostada por otros cristianos, y llegó a afirmar: “cuantos vivieron conforme a la razón son cristianos, aún cuando fueron tenidos por ateos”. Y en relación con el diálogo interreligioso cabe recordar, en nuestro mundo mediterráneo, la figura de Ramón Llull y su “libro del gentil (del pagano) y de los tres sabios”, modelo de diálogo positivo entre la filosofía, el judaísmo, el Islam y el cristianismo. Los tres sabios religiosos que dialogan en el libro de Llull son conscientes de que las religiones han conducido a los seres humanos a odios, enemistades, guerras y muertes. De ahí la necesidad de conocerse, respetarse, superar los malentendidos y colaborar en todo aquello que redunde en beneficio del ser humano.
Como muy bien ha dicho el actual Dalai Lama: “La mejor religión es la que te hace mejor persona, es decir, más compasivo, la que te hace más sensible, más desprendido, más amoroso, más humanitario, más responsable… La religión que sea capaz de hacer eso de ti es para ti la mejor religión”. Bienvenido sea, pues, este encuentro, que puede ofrecer un testimonio común en estos tiempos difíciles por la dura crisis financiera, la crisis de las instituciones democráticas, la crisis alimenticia, las plagas de la pobreza y del terrorismo, o el aumento de la desigualdad y la discriminación religiosa.