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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

26
Mar
2010

Actitud creyente ante una Iglesia pecadora

12 comentarios

La carta del Papa a los católicos irlandeses no ha calmado las aguas revueltas. Cada día aparecen nuevos casos de maltrato de menores. En estos momentos se está apuntando a la responsabilidad de las más altas instancias, lo que ha forzado al Vaticano a declarar que la Congregación de la Fe no avaló ningún encubrimiento. Estoy convencido que “desde arriba” se actuó de buena fe, buscando defender el prestigio de la Iglesia, aunque en la práctica tal actuación ha conducido a evitar las responsabilidades penales. Y al olvido de las víctimas. Una vez que eso ha salido a la luz, la credibilidad de la Iglesia se resiente.

Pero la fe no tiene que resentirse. Lo dije en un post anterior. Añado otras consideraciones. Se pregunta Tomás de Aquino quién tiene más mérito al creer, el creyente sencillo que no se entera de las dificultades que se levantan contra la fe, o el consciente de tales dificultades. Evidentemente el segundo, porque consciente de las dificultades, no abandona la fe. En línea similar: ¿quién tiene una fe más adulta y firme, el que prefiere no enterarse del pecado de la Iglesia o el que es bien consciente de que en esta Iglesia abundan los pecados, ambiciones, desvaríos, y sin embargo no la abandona? Evidentemente, el segundo.

Hay quien, cuando oye que la Iglesia es pecadora, replica: pecadores son los individuos. Pero entonces, en paralelo, habría que decir que los santos son las personas y no la Iglesia. Contrarréplica: la Iglesia es santa porque está permanentemente santificada por el Espíritu. De acuerdo, pero si necesita que el Espíritu la santifique es porque necesita convertirse. Solo los pecadores necesitan ser santificados. La Iglesia precisa ser santificada porque es pecadora.

El pecado se comprende, se perdona, y hasta se tapa. Todos somos pecadores. Lo grave de la situación actual no es el pecado, sino el delito. No todos somos delincuentes. El delito hay que denunciarlo, so pena de convertirse en cómplice, pues va más allá de la responsabilidad personal y entra en el terreno del daño que se hace a personas indefensas. Por tanto, exige reparación y cargar con las consecuencias del daño cometido: el que escandaliza a un pequeño, más le vale que le cuelguen al cuello una rueda de molino y lo hundan en el mar (Mt 18,6).

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valero
26 de marzo de 2010 a las 17:34

Tenemos en general una ímagen idealizada de la iglesia de los inicios,y no me refiero a que no sea verdad todo lo que se relata en los "Hechos de los Apóstoles", si no a que los leemos desde la literalidad periodística, lo que no se corresponde con la intención de Lucas, que en mi opinión, pretende mostrar sobre todo, la acción del Espíritu Santo en las iglesias, y como éste las unía, por encima de sus diferencias. Desde esa visión, es normal que muchos se escandalicen de los pecados que surgen en la iglesia y piensen que, o todo es una gran mentira, o la iglesia de ahora se ha alejado totalmente del evangelio. A mi sin embargo los pecados de la iglesia me reafirman en la realidad del Espíritu Santo, pues es imposible que en medio de tanta debilidad, la iglesia haya perdurado 2000 años, algo solo expliclable por el hecho de que es el Espíritu Santo quien la sostiene y santifica, tal como dice Martín.

José Mª Esteve i Pallarés,OP
26 de marzo de 2010 a las 18:01


La sabiduría es un estilo de vida,no simplemente una forma de pensar. Se puede tener una forma preciosa de pensar,no obstante,su forma de vivir puede ser poco sabia,poco edificante,escandalosa Ect. ¡la que nos está cayendo! Sabe mucho pero practica poco. Podemos decir que el camino de la sabiduría es el camino del desarrollo de las virtudes y el camino de las virtudes,es el camino de imitar a Jesús de Nazared y esto no se fabrica de golpe,ni con colecciones de títulos ni sabiendo la suma de memoria.Necesitamos la gracia del Espíritu Santo.

Estar pendientes de nosotros@ mismos dista bastante de la sabiduría.Más bien tenemos que lograr que todas las energías y capacidades nos saquen de nosotros mismos para hacer el bien. El desarrollo de las virtudes requiere renuncias. Pero ¿con qué se llena ese vacío que deja la renuncia para que se convierta en algo positivo? El hecho de renunciar a algo (la soberbia,lujuria, el YO,Yo) ya debería hacernos sentir nobles y serenos con nuestra conciencia. Sin embargo,eso puede ser sólo orgullo,una necesidad de aparentar, de sentirse importante. Lo único que llena el vacío es el amor.Renunciar cuando es necesario,por amor,realmente por amor. Entonces sí una renuncia nos deja la alegria y paz de haber profundizado en la vida. Ninguna virtud vale la pena,si no está impregnada de amor al prójimo.

Cata
26 de marzo de 2010 a las 19:37

El que existan estos pecados no es malo para el que tiene fe, pero muy malo para el debil en la fe. Mi marido cuando estaba,os viendo hoy el telediario, me ha dicho el 666 esta aqui. Y es que no es nada bueno que dia si dia tambien se esten dando estas noticias. la gente de a pie, solo ve esto y no ve ningun sacerdote mas, porque estos no estan en la calle, estan en sus sacristias y todo el trabajo de la calle nos toca a los pobres laicos, que somos los unicos que la gente ve, y como somso imperfectos y pecadores lo mismo, pues poco podemos hacer, Pero no creo que importe, pienso en Pedro, fue bastante horrible, pero no paso nada. Solo hay que ser sarmiento, lo demas lo dejaremos a Cristo, asi no puede pasar nada. Cada cual carge con su cruz, y ayudemosnos unos a otros. Mirad como se aman...a ver si lo dicen de nosotros.

credibilidad cuestionada
27 de marzo de 2010 a las 08:55

Es tiempo de respuestas claras a preguntas dificiles. Y atañen directamente al Papa B.XVI:como arzobispo de Munich ( 1977-1982), como Prefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe ( 1982-2005), como Papa ( 2005 hasta ahora).
¿ Cómo justificar la decisión de Ratzinger,en ese tiempo, responsable de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de no actuar contra el sacerdote Lawrence C. Murphy, que cometió abusos sexuales con unos 200 niños sordos en el estado de Wisconsin?
Durante el Papado de Juan Pablo II, uno de los hombres que más ayudó a silenciar estos abusos fue Joseph Ratzinger como prefecto de la Doctrina de la Fe. Un juez de EEUU pidió que Benedicto XVI fuera detenido por encubridor de un crimen.
Sólo las rápidas gestiones del Vaticano con la Secretaria de Estado de EEUU hicieron posible que el nuevo Papa gozara de inmunidad diplomática como Jefe de Estado.

B.XVI fue el artífice del encubrimiento que ha prevalecido durante todos estos años. Gracias a él ningún cura pederasta fue condenado por lo menos en cuarenta años -y son unos 3.000 los casos de pederastia reconocidos hasta ahora por el Vaticano-. Eran trasladados de parroquia. Ela nueva parroquia seguían haciendo lo mismo.

¿ Y los derechos de las víctimas? ¿ No están por delante de la defensa de unos delincuentes ? ¿ O es que los delincuentes por ser clérigos deben ser cubiertos con la sombra de un silencio cómplice ?

Martín Gelabert señala bien cual es el quid de la cuestión: no confundir el ámbito del pecado y del delito. Las personas consagradas son ciudadanos sujetos de deberes y derechos ante la ley civil. Y sus delitos se juzgan como los de cualquier ciudadano. Y quien silencia un delito se hace cómplice del delincuente. Ese es el error mas grande: pensar que el derecho de pernada ejercido sobre unas victimas indefensas, quedaría impune por estar amparado por una consagración religiosa. Y pocos sacerdotes pederastas han sido " reducidas al estado laical" Hasta ahora. Porque como bien dice Gelabert: no todos son o somos delincuentes.

La credibilidad del Jefe del Estado Vaticano está bajo sospecha. En otros casos se dimite hasta demostrar la inocencia, en lo que respecta a los delitos civiles. Más grave es la brecha abierta en la credibilidad como representante espiritual de la comunidad católica. Los datos están ahí. No se puede mirar hacia otro lado. La acumulación de poder civil-religiosos en una sola persona puede traer consecuencias indeseadas

Nathional Catholic Reporter publicó ayer un claro editorial. No solo se trata de la prensa laicista.
http://ncronline.org/news/accountability/credibility-gap-pope-needs-answer-questionsMar. 26, 2010

¿ Y el silencio de la Conferencia Episcopal Española? ¿ Cómo interpretarlo?. En España sino salen más casos es por el temor a ser señalado como homosexual, al que dirán.

¿ La cuestión principal no atañe al caduco modelo de Iglesia?

Gracias M. Gelabert

hacia la Pascua
27 de marzo de 2010 a las 09:54

¿ Que nos quiere decir Dios a la Iglesia - no solo a la jerarquía- con estos acontecimientos ? Caminamos hacia la Pascua. Tiempo de ir soltando el lastre de usos y costumbres de antaño, de cerrar episodios oscurantistas. De re-novar, re-nacer a un Tiempo que siempre es Nuevo.
Muchos confunden la Fe en Dios, con la confianza en determinados representantes eclesiales, absolutizándolos. Y Absoluto solo es Dios. Tiempo de revisar en quien se deposita la confianza, no olvidando que son del mismo barro. Solo que algunos perdieron la toma de tierra al pasar al estado clerical,con atributos que no les corresponden.

Tiempo de Justicia y Re-conciliación. De abrazarnos al Cristo Crucificado-Resucitado y con Él re-iniciar una nueva etapa en nuestra historia personal, eclesial, y social.

Unidos a otras confesiones religiosas que estos días tambien celebran sus correspondientes ciclos de renovación espiritual, ofrezcamos a la humanidad el hálito de una nueva primavera. Todos lo necesitamos.

Mil Gracias Martín Gelabert : en este post vales más por lo que callas, por lo que apuntas entre lineas, porque aún queriendo, no puedes decir más de lo que dices. Y dices mucho. Arriesgar en tiempos difíciles ayuda a conocer a la persona en profundidad. La verdad tiene un trayecto corto y trasparente. Como tus palabras.

Oscar
27 de marzo de 2010 a las 10:33

Gracias, profesor, por orientarnos hacia lo esencial en estos tiempos difíciles. Y por dejar claro que una fe madura no se tambalea ante las dificultades, precisamente porque la fe tiene su origen en la acción del Espíritu Santo en el corazón del creyente. Yo creo por Dios, en razón de Dios, por causa de Dios, que en Jesucristo se ha mostrado creíble hasta más no poder. Estoy de acuerdo con Valero: después de 2000 años de permanencia, a pesar de una historia turbulenta, la Iglesia sigue en pié. Eso solo se explica porque no se sostiene en sus fuerzas, sino en la fuerza de lo Alto.

Azucena
27 de marzo de 2010 a las 13:35

Padre Martín a veces cuando lo leo me da un poco de miedo su valentía y su capacidad para mirar el propio ombligo de la iglesia, cosa que la gran mayoría no hace...
Ni siquiera la iglesia puede tapar el sol con un dedo... no sirve de nada que traten de ocultar los actos cometidos porque aunque así lo hicieran el Padre que está en lo Alto todo lo vé y a El no se le puede ocultar, que rediman sus culpas y sean un poco mas humildes aceptando abiertamente sus pecados y cumpliendo legalmente las penas a sus delitos.

Bernardo
27 de marzo de 2010 a las 20:07

Estamos ante un asunto que puede ser una gran oportunidad para que la Iglesia empiece a comportarse como está llamada a ser. No se trata, como muy bien dices, que en la Iglesia haya pecadores, sino de que ella misma es pecadora a la par que santa. Yo suelo decir que la Iglesia es pecadora porque renuncia a la lógica de la cruz y se suma a la lógica imperial, siguiendo los mismos métodos y fines que el imperio. En este caso amparando y protegiendo a los delincuentes y no permitiendo que se investigaran los delitos.
Hemos hecho mucho daño y debemos ser conscientes que esto es una bomba de efecto retardado, cuanto más tardemos en airear la Iglesia peor. El problema está en que no se quiere cambiar nada porque da miedo empezar los cambios. Ya lo decían en la curia cuando Juan XXIII convocó el concilio y el sínodo de Roma: el papa pasa. Estos de hoy creen que esto pasará y ellos quedarán, pero creo que por fin ha llegado la hora en que esto debe cambiar. Dejémonos guiar por el Espíritu en estos días que llegan de la Pascua. Que la Iglesia acepte la muerte y la Resurrección, como predica.

Eyre
27 de marzo de 2010 a las 20:49

Pena da leer y escuchar noticias de esta índole. Indica que hay mucha porquería detrás de muchas vidas, aparentemente inocentes. Todo esto manifiesta que el tema tiene una etiología muy amplia y algo está ocurriendo, no solo en la iglesia, sino en la sociedad para que este delito se de con tanta frecuencia. Casi todas las semanas la policía detiene redes donde este problema está presente. "Algo huele a podrido en Dinamarca..." y no solo en la iglesia. Necesaria sería una reflexión y una sensibilización más amplia para beneficio de esa población indefensa. Denostar a la iglesia, a propósito de todo esto, puede ser explicable. Pero está claro que el problema no se reduce a la iglesia y sería bueno atacarlo por todos los frentes. Más allá de la legítima denuncia, ¿qué se está haciendo? ¿No es para cuestionarnos que los problemas son suficientemente graves como para no conformarnos con denigrar a una parte?

avanzando
28 de marzo de 2010 a las 18:11

Entre todos saldremos adelante.

Escuchando todas las voces. Vicent Nichols en L'Osservatore Romano de hoy Domingo de Ramos.

Nessuno ha fatto quanto Benedetto XVI

Sul sito dell'arcidiocesi di Westminster è stato pubblicato un articolo dell'arcivescovo metropolita di cui diamo una nostra traduzione. Una versione leggermente ridotta è apparsa sul "Times" del 26 marzo.

di Vincent Nichols
L'Osservatore Romano - 28 marzo 2010
http://www.vatican.va/news_services/or/or_quo/text.html#3

"Negli ultimi quarant'anni, inoltre, meno dell'1 per cento dei sacerdoti cattolici in Inghilterra e nel Galles (lo 0,4 per cento) è stato accusato di abusi su minori. Ancora meno sono stati quelli giudicati colpevoli. Non si fraintenda. Uno è già troppo. Un bambino abusato è una tragedia e una disgrazia. Un solo caso è sufficiente per giustificare la rabbia e l'indignazione. L'opera di protezione, necessaria in qualsiasi organismo e in tutta la nostra società, è difficile ma assolutamente necessaria. La Chiesa cattolica è impegnata in quest'opera.
(©L'Osservatore Romano - 28 marzo 2010

Juan Antonio
30 de marzo de 2010 a las 13:29

Estimado Martin: estoy de acuerdo con tu apreciación al distinguir entre pecado y delito, pero cuando decimos todos somos pecadores nos referimos a los creyentes que tenemos nuestros mecanismos para su redención, pero la sociedad se ordena mediante leyes cuyo cumplimiento obliga a todos, creyentes o no, y la redención del delito se realiza aplicando las penas previstas en el ordenamiento legal. Es difícil explicar a nuestra sociedad que algunos de sus miembros, por pertenecer a una institución religiosa, puedan evitar que sean juzgadas sus actividades delictivas, mediante actuaciones poco claras de sus jerarquías.

Vicente
23 de agosto de 2018 a las 19:00

La Iglesia es un milagro, visto lo que hemos hecho sus miembros a lo largo de la Historia, y teniendo en cuenta que ha habido cosas mucho peores que lo último que ha salido a la luz.

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