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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

9
Mar
2014

Si es monolítico no es eclesial

6 comentarios

Hace unos días, un amigo me manifestaba su alegría ante una noticia que acababa de leer, a saber, que el Cardenal Sandri puso como ejemplo de santidad a tres Obispos mártires por ser fieles a su opción preferencial por los pobres, el argentino Enrique Angelelli, el mexicano Juan Jesús Posadas y el salvadoreño Óscar Romero. En mi rápida respuesta le decía: Es una buena demostración de que la Iglesia es más plural de lo que algunos piensan y de que hay muchos modos de seguir a Cristo.

Decir que la Iglesia es plural y que hay muchos modos de seguir a Cristo va más allá de constatar que en la Iglesia hay distintos grupos, movimientos o congregaciones religiosas. El pluralismo significa que la misma concepción cristiana de la vida puede conducir a ofrecer respuestas divergentes a problemas que parecen iguales, debido al distinto contexto cultural en el que se viven y al distinto análisis de la situación que uno hace. La respuesta cristiana ante la pobreza no puede ser la misma en un contexto social rico y democrático o en contexto social pobre y, en muchas ocasiones, políticamente opresivo. Además, en el primer contexto, la crítica suele ser más o menos tolerada; en el segundo contexto la palabra profética puede conducir al martirio.

Más aún, repetir palabras muy ortodoxas no garantiza que sean entendidas correctamente. Dígase lo mismo de la santidad. Hay modos de ser santo que algunos pueden no entender. Si alguien quisiera vivir el Evangelio con moldes eclesiales medievales, sin duda podría ser santo; pero esta santidad corre el riesgo de no ser entendible ni significativa para muchas personas de hoy. Se puede ser santo y ser un mal testigo. Tiene su sabiduría ese dicho de que cada uno tiene el santo de su devoción. Porque no todos los estilos de santidad convienen a todas las personas.

Desgraciadamente algunos confunden ser cristiano y ser santo con modos de pensar políticamente conservadores, modos de vivir sin complicarse la vida, y discursos teológicos superados, por no decir integristas. Quienes así piensan merecen respeto, pero tienen dificultades en entender que la fe y la vida cristiana son más amplias que sus entendederas, sus comodidades y sus preferencias. En esta línea, el Papa Francisco se ha posicionado contra una doctrina monolítica, defendida por todos sin matices. Y ha recordado el principio de la jerarquía de verdades. No hay ahí ningún relativismo doctrinal. Lo que hay es capacidad para distinguir lo accesorio de lo esencial, y para entender la doctrina y el dogma no en función de sí mismos, sino a la luz del misterio central de Cristo.

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Juan
9 de marzo de 2014 a las 16:28

Gracias, fray Martín, por recordarnos, de una forma elegante y seria, que la Iglesia y el Cristianismo se extienden más allá de sus límites eclesiásticos-históricos. El pluralismo religioso-espiritual incluye culturas que desconocen al "cristianismo" como tal, y esperan en la promesa común del Buen Samaritano, de hacerse cargo de las deudas restantes, cuando vuelva..

JMV
10 de marzo de 2014 a las 18:04

Fray Martin, acaba de morir Mario Palmaro. Fue expulsado de radio María por un artículo sumamente crítico con el papa Francisco. El escrito en cuestión es modélico por la coherencia de pensamiento y rigor lógico. Lo he vuelto a leer a modo de homenaje. En alguna ocasión he escrito que lo bueno de este Pontífice, más allá de su talante pastoral hacia la causa de los pobres, es que nos permite acotar el sentido de la infalibilidad. No lo tomes como una declaración cínica. No lo es. Pienso a veces que un escollo importante en el ecumenismo eran las cuestiones relacionadas con el Primado ("Ex-cathedra")pudiera estar cuarteándose. Dios escribe recto en renglones torcidos.

Valero
11 de marzo de 2014 a las 14:59

Supongo que hay tantos tipos de santos, como tipos de personas hay en el mundo. El problema es que cuando no encajan en nuestros esquemas, tendemos a menospreciar su vida de entrega. Por eso la iglesia, que es muy sabia, no canoniza a nadie en vida, sino que espera a ver como a acabado la cosa y siempre desde una perspectiva global de su vida. Nos cuesta aceptar al diferente, y esto en la iglesia a veces se hace dolorosamente evidente, no en vano ya San Pablo se vio obligado a decir en un momento dado: "decis, yo soy de Cefas, yo de Apolo, yo de Cristo, pero nó, Cristo no puede estar dividido"

sincronía
11 de marzo de 2014 a las 18:51

Quizá esté llegando el tiempo de ir más allá de formas occidentalizadas de acercamiento a Cristo. Supone abrirse al encuentro del otro, de su cultura, de su diversidad. Como en su momento el mundo grecolatino, las culturas orientales- la imagen que acompaña al post, sentados al modo oriental, en tierra alrededor de la mesa- nos ofrecen nuevas perspectivas de Cristo en evolución. En su momento lo será todo en todos.¿ Tiempo del Cristo Cósmico ? Que todos sean Uno
Cristo nos pide estar en constante evolución, siendo instrumentos operativos de su vida y mensaje para el mundo de hoy. Estamos llamados a la danza de Amor en el seno de la Trinidad

Gracias Fray Martín

motivos de esperanza
12 de marzo de 2014 a las 18:31

" La Iglesia es una casa de puertas abiertas"
"Testificar con amabiliadad el amor de Dios"

M. Ricardo Blazques. Presidente de la CEE

Tenemos motivos de esperanza. Tiempo nuevo en la Iglesia Española. Felicidades

criaturadeDios
13 de marzo de 2014 a las 04:02

en el texto hay un error grave, no debería llevar el título "nihil obstat"

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