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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

24
Ago
2011

Seguir a Jesús en la Iglesia

8 comentarios

Entre las muchas ideas buenas que ha dejado la visita de Benedicto XVI a Madrid me quedo con una de las últimas: sólo se puede seguir a Jesús en la Iglesia. Eso es algo que todo cristiano sabe y vive. Pero no está mal recordarlo. Hoy muchas personas se preguntan dónde encontrar a Cristo resucitado. La respuesta es: en la Iglesia. Cuando la comunidad cristiana se reúne para escuchar su Palabra, celebrar la fracción del pan, compartir los bienes, vivir el amor y solidarizarse con los necesitados, Cristo se hace presente. “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. No dice: allí se me recuerda, sino “allí estoy yo”. Cuando los creyentes se reúnen se realiza y subsiste la Iglesia. Cristo resucitado siempre y sólo (sí, sí: siempre y sólo) se hace presente sacramentalmente. El gran sacramento de su presencia es la comunidad de los creyentes, la Iglesia.
 

La cuestión entonces es: ¿por qué la Iglesia, en ocasiones, resulta un obstáculo para el encuentro con Cristo? La respuesta está en otra de las ideas que ha dejado el Papa: “Nosotros debemos ser santos para no crear una contradicción entre el signo que somos y la realidad que queremos significar”. Cuando la vida de los cristianos no resulta coherente con lo que creen, más que epifanía o manifestación de Cristo, son una pantalla o un obstáculo para el encuentro con él. Por eso la santidad es la meta de todo cristiano. Santidad es coherencia entre lo que se cree y lo que se vive, entre lo que se confiesa y lo que se hace. De modo que la vida resulta una realización de la propia fe. Esta coherencia da que pensar a los no creyentes y hace que se planteen una pregunta. Pero cuando la vida va por un lado y la fe por otro, los no creyentes comprueban en la práctica el desmentido de lo que decimos. Se encuentran entonces ante la prueba de que la fe no vale nada.
 

Seguir hoy a Cristo no puede hacerse en solitario. Hay que añadir que hay muchos modos de vivir en comunidad eclesial. Más aún, que comunidad no es sinónimo de uniformidad. Al contrario, la vida comunitaria, en el seguimiento de Cristo, reafirma la propia personalidad de cada uno. Hay un modo de vivir en comunidad que, lejos de alienar, madura, haciendo que cada uno entregue al servicio de los demás lo mejor de sí mismo.

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católico versus cristiano
24 de agosto de 2011 a las 08:57

Más bien diría que solo se puede seguir a Jesús, siendo cristiano católico apostólico y romano, dentro de la Iglesia católica. Porque se puede seguir a Jesús siendo cristiano evangélico, -episcopaliano, luterano..- o cristiano ortodoxo. No solo lo católico es cristiano. Se "olvida" muy a menudo. En los magníficos discursos del Papa, ni una referencia al diálogo religioso,cercano ya el próximo encuentro en Asis. Con apologética pura y dura no se avanza en diálogo y concordia, tan necesarios en este tiempo. Ni con un catolicismo excluyente.

Es necesario el equilibrio entre vida comunitaria y personal. O se corre el peligro del activismo desaforado que esconde una huida de temas personales no resueltos. Las palabras del Santo Padre, para meditarlas en profundidad. Apuntan a Jesucristo. No como la de otros de discurso desaforado ¿ católico? que apuntan hacia si mismos, y aprovechan la estela del viaje papal para colgarse la medallita de ser " los frutos de la jmj". Los peligros de alianza entre religión y poder. Nada nuevo en la historia de la Iglesia por otra parte.

En conjunto, el viaje papal un éxito. Felicidades. Gracias Martín, siempre al pie de la actualidad.

Bernardo
24 de agosto de 2011 a las 12:11

Ya lo decían los SSPP: "unus christianus, nullus christianus". Ser cristiano es seguir a Cristo y eso sólo puede hacerse con los otros cristianos. Pero hay un problema y es cuando el la enseña levantada en medio de los pueblos no indica el camino que lleva a Cristo y que lleva Cristo sino otro diferente, entonces ¿puede seguir afirmándose que sólo se encuentra a Cristo en este Iglesia?

Oscar
24 de agosto de 2011 a las 12:40

Me parece fundamental su precisión: hay muchos modos de vivir en comunidad eclesial. No sólo de cara al diálogo ecuménico, sino porque hoy hay grupos o movimientos que tienen la tendencia a considerar que sólo ellos son la Iglesia o, al menos, la mejor realización de la Iglesia. Gracias profesor.

me gusta
24 de agosto de 2011 a las 21:52

Últimamente noto moderación en sus palabras, me gusta; no hay que morder la mano que da de comer

jóvenes y el atrio de los gentiles
24 de agosto de 2011 a las 22:01

Benedicto XVI hacía referencia no hace mucho al atrio de los gentiles como espacio de encuentro entre fe y razón, entre cultura, ciencia y razón. Este atrio, su espíritu de diálogo con la sociedad actual debiera ser uno de los frutos de esta JMJ. La implicación de los jóvenes en el dialogo fe-cultura Está bien el entusiasmo, la alegría celebrativa de la fe. Tan importante como incluir el estudio,para una fe razonada, profundizada, de raices profundas. Una fe razonada y orada, con la que dar testimonio, y salir al encuentro con la parte de Verdad del otro. Se evitan fanatismos. Se gana en madurez humana y religiosa. En tolerancia. Se crece como persona en el seguimiento de Cristo y en la implicación en la comunidad eclesial. Otro de los buenos y deseables frutos de la JMJ. Saludos

brisa profética
25 de agosto de 2011 a las 09:48

La voz de los profetas, tan necesaria. Una de ellas nos habla ya desde la otra orilla. Julio Lois nos ha dejado. Nos deja su seguimiento coherente de Jesús de Nazaret. Decidió hacer la carrera teológica no en despachos sino al lado de los pobres, siendo uno de ellos en una parroquia del barrio de Vallecas. Sacerdote sencillo, humilde con la profundidad mística de los auténticos profetas. Se ha ido con la misma discreción con la que vivió. En este tiempo de ruidos y máscaras lo auténtico habla a cara descubierta. No necesita de grandes montajes,ni parafernalias.

Gracias Julio Lois por tu vida entre nosotros, por tu mensaje. Muchos piensan que solo se puede hacer teología desde los despachos. Julio Lois armonizó vida y obra en un seguimiento de Jesús de Nazaret a pié de Evangelio, en los márgenes, junto a quienes nos adelantarán en el Reino. Uno de ellos.

Martín, que la brisa profética de tu palabra siga respirándose en este espacio. El Pan de Vida es quien nos alimenta. Y las voces proféticas que nos la transmiten. No manos que mecen determinadas cunas. La Verdad no pude no debe venderse por un plato de lentejas.

javier langarita
25 de agosto de 2011 a las 14:51

A me gusta. Que tontada es esa de que no hay que morder la mano del que da de comer.
A los dominicos ni los ha callado el Papa ni el Mercadona. Algunos confunden no entienden nada. Un poco de respeto, de libertad y de humildad. Esto no es el cortijo de unos cuantos ni un ejército, aunque algunos lo añoren. Si Martín está moderado o no, será porque lo siente no por la chorrada del que da de comer. Siempre los cobardes anónimos. !que asco!

Una cobarde anónima
25 de agosto de 2011 a las 17:14

Prefiero un cobarde anónimo que un susceptible y ofensivo con nombre y apellidos.
Gracias a Dios a los Dominicos no los calla nadie porque esa es su misión predicar, pero quizás sería mejor que a otros si se les callase de vez en cuando.
Javier, le recomiendo un chorrito de comprensión en un vaso apertura mental para sus naúseas. Gracias.

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