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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

18
Ene
2013

Ponerse en presencia de Dios

8 comentarios

Con cierta frecuencia, al comienzo de las celebraciones litúrgicas, el presidente exhorta a los fieles a ponerse en presencia de Dios. ¿Qué puede significar esto? Si lo pensamos bien resulta una invitación un tanto extraña, puesto que los creyentes sabemos que, dado que Dios está en todas partes, siempre estamos en su presencia. Ahora bien, hay dos maneras de estar en presencia de alguien, una manera inconsciente y otra consciente. Exhortar a alguien a ponerse en presencia de Dios, equivaldría a invitarle a cobrar conciencia de una presencia que ya está siempre ahí. Con todo, se trata de una presencia extraña. En todo caso, no es una presencia como la que se da cuando estamos frente a otra persona, ni siquiera es una presencia como la que se da frente a alguien distante o invisible. Dios es trascendente, y su presencia no puede en modo alguno compararse con una presencia humana. No es la presencia de alguien muy grande, o muy invisible, o muy distante. Es otra cosa. Una presencia omniabarcante, aunque invisible y silenciosa para los ojos de la carne.

Ponerse en la presencia de Dios supone una determinada actitud. Más aún, una forma de vivir, la del que ha dejado de mirarse a sí mismo, de considerarse el centro de toda la realidad, para ser así consciente de que todo lo ha recibido, que todo es gracia, que nada, ni siquiera la vida, le pertenece, porque la vida es un don. No es decir “aquí estoy yo”, sino “aquí me tienes”. Es cobrar conciencia de que hay una Presencia que desde siempre nos habita, nos reclama y requiere nuestra adhesión. Es dejar de considerarse un sujeto posesivo, para ser sujeto convocado, vulnerable, y a la entera disposición de la Presencia misteriosa que nos llama, nos envuelve y nos sostiene.

Ponerse en presencia de Dios es ser consciente de que nosotros no somos dioses, sino seres limitados; más aún, egoístas, pecadores. Y estar dispuesto, al menos dispuesto, a renunciar a nuestro pecado. Ahora bien, sólo con la conciencia del pecado y de la miseria podríamos hundirnos. Por eso, al sentimiento de la pequeñez, hay que juntar el de la grandeza. La vida es un regalo, sí, pero es el regalo que nos hace un Padre amoroso, que nos sostiene, nos hace hijos suyos y quiere nuestra felicidad. Su presencia misteriosa no es opresiva, ni acusadora, ni paralizadora, sino liberadora y consoladora. Es la presencia del amor, nunca manipulable, pero siempre atento. A la luz de Dios descubrimos no solo la miseria de nuestra condición, sino la grandeza de nuestro destino.

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La oveja rebelde: una teóloga: eine Lehrerin
21 de enero de 2013 a las 10:35

Gracias por esta reflexión P. Martín, es fundamental tomar consciencia de la presencia de Dios y de su amor: un amor que no juzga, que es siempre misericordioso, atento a nuestras necesidades. A veces con las prisas y los muchos quehaceres no se repara bien en estas cuestiones.Considero fundamental tener una intimidad con quien nos ama tal cual somos; con nuestras debilidades y fortalezas.
Mes meilleures salutations

Université La Sorbonne(IV) Paris

zapatito azul
22 de enero de 2013 a las 13:58

He leído vuestro articulo titulado "ponerse en presencia de Dios" y me a llamado mucho la atención ya que nunca me havia puesto a pensar en todo lo hablado en este artículo.

La frase que más me a llamado la atención a sido: "Ponerse en presencia de Dios es ser consciente de que nosotros no somos dioses."
ya que esta en toda la razón, nosotras las personas no somos seres creados para cometer actos ,pecados ,para ser mas exactas, sinó ara cumplir con la voluntad de Dios, ya que al ser creados a imagen y semejanza de Dios nosotros deveriamos mostrar respeto y sobre todo agradecimiento por esta vida que nos la a concedido y por los momentos en los que hemos creido decaer el siempre a estado allí para levantarnos y guiarnos.

Mcnamara***
22 de enero de 2013 a las 14:01


Este artículo nos da a entender que nos somos nadie al lado de Dios ,pero tampoco hay que acercarnos a él como una oblicación sino con una gran fé (No es decir “aquí estoy yo”, sino “aquí me tienes”).
Apesar de lo egoísta y pecadores que somos ,Dios esta dispuesto a aceptarnos, por eso nos dio la Vida como regalo y simbolo de su amor .
Esta frase me ha conmobido mucho:
“Su presencia nunca manipulable, pero siempre atento. A la luz de Dios descubrimos no solo la miseria de nuestra condición, sino la grandeza de nuestro destino”.

Mcnamara***

Willyrex
22 de enero de 2013 a las 14:12

Muy buen articulo,hace reflexionar sobre la persona misma y os animo a que hagais mas artículos como este.

El caballero cruzado
22 de enero de 2013 a las 14:15

Me parece un buen articulo y que resalta la explicación sobre la presencia constante de Dios y que nosotros tenemos que ponernos en contacto con el.

Juan
22 de enero de 2013 a las 17:10

Siguiendo tus sabias reflexiones teológicas, fray Martín, se ve la necesidad de una catequesis nueva, que elimine tanto sentimentalismo religioso que observamos en nuestras comunidades cristianas. Esta forma contemplativa de comunicación
razonable con nuestro Padre-Dios de que hablas, la necesita escuchar y meditar el pueblo de Dios: tenéis que promulgarla más los teólogos. Gracias, fray Martín.

presente continuo
22 de enero de 2013 a las 18:28

Gracias Fray Martín por esta reflexión. Nos recuerda la necesidad de des-calzarnos, de despojarnos de lo superficial, de nuestro ego, al entrar en el Lugar Santo del Encuentro. Así aparece en el Antiguo Testamento en el pasaje de Moisés en el Sinaí. Ponerse en la presencia de Dios es una forma de oración compartida con nuestros hermanos mayores,los judíos.

Jesús vivió siempre en presencia del Padre. Una forma de oración que nos pide estar plenamente despiertos, receptivos en el aquí y ahora.Porque es ahora cuando Dios se nos da. ¿Que es la Eternidad, el Infinito sino un Presente Continuo, un vivir continuamente en Su Presencia En presencia del Otro nos re-conocemos. En Su Mirada.

Legenda_SC
23 de enero de 2013 a las 10:39

i like your blog. Sigue así P.Martin i am a student of 3rd ESO in a Maria Enriquez´s secundary school.

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