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Las otras colectas, que son mejores
5 comentariosCuando se habla de colecta enseguida se piensa en la bandeja de la Misa, en la que se recoge dinero para atender las necesidades de la parroquia. Es de suponer que entre estas necesidades ocupan un papel de primer orden los pobres a los que ayuda la parroquia. Pero hay colectas mejores. También se llama colecta a la oración que el presidente de la celebración, en nombre de todos, dirige a Dios, inmediatamente después del acto penitencial. Es la primera oración de la Eucaristía. Y se llama colecta precisamente porque “recoge”, hace recolección, no de dinero, sino de los sentimientos de la asamblea reunida para celebrar el memorial del Señor. Sería una pena que no prestásemos atención a esta oración colecta, porque ella deben orientar nuestro corazón y nuestra mente durante toda la celebración. En ellas encontramos una rica doctrina que es una buena expresión de nuestra fe.
En estos domingos de Pascua las colectas hablan de resurrección y de vida. La del próximo, después de dar gracias a Dios por el gozo inmenso de la resurrección de Jesucristo, le implora que nos conceda la alegría eterna del reino de los elegidos; y la del siguiente domingo, el quinto de Pascua, pide que podamos alcanzar la libertad verdadera y la herencia eterna. Eso de hablar de vida eterna no está muy de moda. Incluso los cristianos solemos hablar de la necesidad de mejorar el mundo, pero “no nos atrevemos a decir que su meta es la vida eterna y que de la meta vienen luego los criterios de la vida" (Benedicto XVI).
La gran alegría del cristiano, su gran esperanza, es que la vida eterna existe, que es la verdadera vida y que de esta vida viene la luz que ilumina el mundo. Esta esperanza, lejos de evadirnos de nuestras responsabilidades presentes, es un motivo más para comprometernos a transformar nuestra vida y nuestro entorno según los criterios del mundo nuevo que esperamos, un mundo reconciliado y en paz, sin mal ni lágrimas, en el que ya no habrá que hacer colectas de dinero, pues sobrará pan para todos y el amor será el criterio que todo lo determine.