Logo dominicosdominicos

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

1
Mar
2011

La desalmada madre de los Macabeos

6 comentarios

En un artículo reciente el periodista Manuel Rodríguez Rivero califica la historia de “los siete hermanos Macabeos y su desalmada madre” como “una de las más gore de toda la Biblia”. Supongo que no voy muy desacertado si interpreto que gore quiere decir terrorífica y sanguinolenta. En todo caso, nada bueno según el periodista, más bien una historia muy “sádica”. Este es un ejemplo más de lo importante que resulta lo que ha escrito Benedicto XVI en la Verbum Domini sobre “las páginas oscuras de la Biblia”, a saber: “la lectura de estas páginas exige tener una adecuada competencia, adquirida a través de una formación que enseñe a leer los textos en su contexto histórico-literario y en perspectiva cristiana”.

Bien leídas, las palabras de la madre, que exhorta a sus hijos a mantenerse fieles a Yahvé aún a riesgo de sus vidas, son una magnifica profesión de fe en la resurrección de los muertos: “el Creador del mundo, el que modeló al hombre en su nacimiento y proyectó el origen de todas las cosas, os devolverá el espíritu y la vida con misericordia, porque ahora no miráis por vosotros mismos a causa de sus leyes”. La madre argumenta de esta manera: del mismo modo que Dios os dio la vida al crearos, por el mismo poder os la devolverá. El que puede dar el ser, puede devolverlo; el que puede suscitar vida de la nada, por el mismo poder puede devolver la vida a los muertos. La fe en la creación de la nada resulta ser así una verdad llena de promesa y de esperanza, que ofrece un sentido a la vida de los mártires, algo por lo que vale la pena vivir, pero también morir.

Estamos ante uno de los primeros textos que afirman claramente la fe en la resurrección de los muertos. Curiosamente esta fe nació en una guerrilla. En una situación de extrema dificultad, se amplía una verdad que está en el origen de la mejor experiencia de Yahvé: Dios es de fiar, Él es siempre fiel. Y busca mujeres y varones que le sean fieles. Ante la tragedia del martirio, se descubre que para aquellos que han sido fieles a Yahvé no sólo en su vida, sino también en su muerte, lo más normal es que también Yahvé les sea fiel en el momento de la muerte. Visto así el texto no tiene nada de sádico ni de trágico. Está cargado de esperanza.

Posterior Anterior


Hay 6 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


Bernardo
2 de marzo de 2011 a las 19:13

Suelo explicar que la diferencia entre la creencia en la inmortalidad del alma y la fe en la resurrección de los muertos está en el sitz in leben de ambas. La inmortalidad es el anhelo de las élites, mientras que la resurrección es la necesidad de las clases subalternas, perseguidas y masacradas, como los macabeos.
Es bueno recordar aquí la expresión de Ratzinger en su Introducción al cristianismo: la inmortalidad sólo puede serlo en sentido dialógico.

Esa madre alentando a sus hijos al martirio no es nada gore, sino historia pura y dura; bastaría con haber vivido los años de plomo en Latinoamérica, cuando las madres catequistas preparaban a sus hijos para el enfrentamiento contra la represión. La fe en la resurrección mantuvo la firmeza de muchos cristianos y aún lo hace.

Isabel
2 de marzo de 2011 a las 19:23

Siempre me ha impactado este relato pero,tambien me he interrogado el porqué esta mujer macabea estaba llena del Espíritu santo,que vivía de fe y,la inculcaba a todos sus hijos de modo que,se llenaban de fortaleza..Y,cómo si todavía no había llegado el Espíritu santo,ni el Hijo de Dios había llegado a la tierra,ni el bautismo..He llegado siempre a la conclusión de que,Dios existía desde el principio y,su misericordia llenaba la tierra,creían en Yave y de ahí,les venía la fuerza.

Anónimo
2 de marzo de 2011 a las 22:01

Sitz im Leben.

Desiderio
3 de marzo de 2011 a las 00:33

Por suerte o por desgracia, estamos acostumbrados a este tipo de lecturas de la Biblia. Lo triste del caso, para mí, y no sólo en lo referente a este artículo, o a distintas interpretaciones de la Biblia, sino también y sobre todo en lo que se refiere a la Iglesia en general, es que su interés no es el de un acercamiento, ni mucho menos el de un encuentro. Esto me sugiere dos reflexiones. Primera, que con esta actitud de levantar polvo mediante tópicos, etc., lo único que se pretende es quizá reafirmar la propia postura —cuando no levantar ampollas—. En vez de buscar, o proponer un planteamiento positivo desde su posición de partida, prefieren criticar, sin saber exactamente —como este post pone de manifiesto— qué es lo que están criticando. Y la segunda reflexión, es en referencia a si no caemos a veces nosotros en esa misma dinámica. Denunciamos las maldades de la sociedad, de la globalización, del sistema, y quizá no somos tan prolijos a la hora de dar soluciones, alternativas, pautas de actuación,… que sean concretas y realistas. No sé yo si a veces tendemos a quedarnos en el Amor cristiano, en la Caridad cristiana, y no acabamos de descender al ruedo, asumiendo que ésta es la sociedad en la que vivimos y la que tenemos que cambiar. Pero cambiar no sólo desde la crítica, sino desde la realización de acciones coherentes con este mundo nuestro para no caer en ensoñaciones que no nos llevan a ningún lado; concretas para no quedarnos en el “esto tiene que cambiar porque si no, no sé dónde vamos a parar”; y que se puedan llevar a cabo, para no caer en ese mundo futuro ideal en el que todos nos queremos mucho y nos vamos a llevar fenomenal, pero nadie sabe muy bien cómo llegar a él. Esta bien identificar y denunciar las maldades — ¿cómo no?—, pero creo que a la vez se han de proponer ciertas alternativas, para que, poco a poco y partiendo de esta nuestra querida situación actual, nos lleven hacia un mundo más humano. Yo creo que la justicia social comienza con un asumir la situación en que se vive para descender al suelo —asumir, que no aprobar—, y así, con los pies bien falcados, empezar a andar por la dirección correcta. En fin, perdón por la extensión.

Milón
3 de marzo de 2011 a las 19:59

Los macabeos tienen que elegir entre la vida puramente biológica y la VIDA como fidelidad a la Ley de Dios, expresión de su comunión con Él; esto último sólo es posible en su contexto a costa de la primera.Los que optan por este camino están "llamando a la puerta de una inequívoca revelación" que evidencie que la justicia, el amor, el poder y la fidelidad mayúsculas siempre caen del lado de Dios.Y es que el dios de la Biblia se muestra fiel allí donde la realidad es más infiel y menos fiable: la muerte, en especial en el "caso serio" del martirio.

Juzarnet@hotmail.com
7 de noviembre de 2019 a las 00:47

Excelente

Logo dominicos dominicos