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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

17
Abr
2011

Judas o el misterio del traidor

6 comentarios

Durante la última cena Jesús anuncia la traición de Judas. Y al discípulo que le pregunta por la identidad del traidor, Jesús le ofrece esta señal: “aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado”. El mismo relato evangélico relaciona discretamente esta respuesta con lo que dice el salmo 41: “incluso mi amigo, de quien yo me fiaba, que compartía mi pan, es el primero en traicionarme”. De este modo se cumplía la Escritura. En su libro sobre Jesús, Benedicto XVI, ve en este salmo cumplido en Judas un signo del futuro: hoy, en la Iglesia, también se encuentran personas que toman el pan de Jesús, su “pan”, y le traicionan. Por una parte, podríamos decir que el sufrimiento de Jesús continúa hoy. Pero, por otra, también hay que decir que Jesús, en aquel momento, tomó sobre sus hombros la traición de todos los tiempos, el sufrimiento de todas las épocas por el ser traicionado, soportando así hasta el fondo las miserias de la historia.
 

Ahora bien, cuando se traiciona a Jesús, después de haber convivido con él, después de haberle seguido, ocurre algo sorprendente, pues la luz recibida del encuentro con Jesús nunca se oscurece del todo. También en Judas esto encuentra su paradigma, como bien nota Benedicto XVI: “he pecado”, dice Judas a los que le han pagado por traicionar a Jesús. Hay un primer paso hacia la conversión. Todo lo que Judas había recibido de Jesús seguía grabado en su alma, no podía olvidarlo. Pero tras el reconocimiento del pecado, Judas es incapaz de creer en el perdón. Ahí está su tragedia y no tanto en el hecho de haber traicionado a Jesús. Su arrepentimiento se convierte en desesperación.
 

A este respecto comenta el Papa: Judas “ya no ve más que a sí mismo y sus tinieblas, ya no ve la luz de Jesús, esa luz que puede iluminar y superar incluso las tinieblas. De este modo nos hace ver el modo equivocado del arrepentimiento: un arrepentimiento que ya no es capaz de esperar, sino que ve únicamente la propia oscuridad, es destructivo y no es un verdadero arrepentimiento. La certeza de la esperanza forma parte del verdadero arrepentimiento, una certeza que nace de la fe en que la Luz tiene mayor poder y se ha hecho carne en Jesús”.
 

El pasaje sobre Judas concluye con unas dramáticas palabras: “Judas tomó el pan y salió inmediatamente. Era de noche”. Dejando la luz de Jesús, Judas sale para entrar en la noche. El poder de las tinieblas se ha apoderado de él.

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Bernardo
18 de abril de 2011 a las 17:50

En otros textos de los evangelios se advierte que, llegado el momento, los de la propia casa serán los enemigos, porque seguir a Jesús supone proponer algo tan novedoso, tan radicalmente distintos, que los tuyos no lo van a entender. Todos tenemos que estar preparados para ser traicionados y, por qué no, para traicionar. Lo importante es saber arrepentirse y corregir el camino.
Es noche oscura en el corazón de la historia y Cristo es quien nos trae la Luz. Lo viviremos esta Semana Santa y gozaremos la alegría de la Resurrección.

Un fuerte abrazo, Martín.

Misericordia para Judas y los suicidas
18 de abril de 2011 a las 22:02

La desesperación de Judas nos interpela ante el problema de la desesperación, del suicidio. La Misericordia de Dios es infinita,y en el largo proceso del morir, simpre cabe el arrepentimiento. Solo Dios lo sabe. Muchos suicidas, que no murieron, al despertar se arrepintieron. No supieron pedir ayuda en su momento, a su alrededor no leyeron las imágenes, los signos premonitorios de desesperación. Judas debió amar profundamente al Señor, le fué de gran ayuda en su vida pública. Y hará falta comprender bien hechos que ocurrieron " para que se cumplieran las Escrituras". Algún Padre de la Iglesia nos recuerda que puede haber infierno, lo que no se sabe es si hay alguien dentro. La Misericordia se ríe del juicio, nos recuerda la Biblia. Solo Dios lo sabe. Judas aparece como el "alter ego de Jesús, el contrapunto que resalta su figura. Carga con la sombra de la humanidad desesperada. También por Judas murió Jesucristo. ¿ Resucitará tambien el último día ?

Con todo afecto y solidaridad, querido Martín

josemaría esteve i pallarés,op
18 de abril de 2011 a las 22:58

Yo sobre el asunto de Judas me pregonto ¿ ERA TOLERANTE ?
¿ ERA SOLIDARIO ?

La pregunta,me la hago hoy a mi. No generalizo si el mundo es o no es.

Satanás entró en Judas Jn 13,27
19 de abril de 2011 a las 09:41

En referencia a este texto,y sobre la traición de Judas, Jn 13, 27 : " y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás".Satanás entró en Judas. ¿Posesión diabólica de Judas? Es texto del evangelio de hoy Martes Santo.
Sabemos por las posesiones diabólicas, las auténticas, que cuando Satanás toma posesión de una persona, esta actúa fuera de sí,porque está en manos de una entidad más poderosa que él. Y Satanás tiene ese poder. La persona no es ella misma.
Quizá teniendo en cuenta este texto de Juan en que refiere la posesión de Judas por Satanás, habría que considerar otros matices. Quizá cuando Satanás "salió" de Judas éste tomo conciencia de lo que había hecho. Pudiera pensar que tamaña barbaridad él no quería realizarla. Y que dados los acontecimientos, nadie, ni el mismo Dios le creería. De ahí la desesperación de Judas. ¿ No estarían los brazos amorosos de Dios sosteniendolo en su caida? ¿ Esa mirada de corazón a corazón que retorna la esperanza?. Quiero pensar que así fué. Que también Judas resucitó con Cristo despues de su pasión

Un fuerte abrazo, Martín

Martín Gelabert
19 de abril de 2011 a las 12:14

Estoy fundamentalmente de acuerdo con el último comentario. Judas murió desesperado, no solo en el sentido de que murió sin esperanza, sino de que perdió el control de sí mismo. Y, por tanto, no era del todo responsable de su acto. Cuando yo era niño escuché a un profesor de religión en el Colegio Cardenal Xavierre de Zaragoza algo que iba en esta línea. El también pensaba que Judas fue acogido por la misericordia de Dios. Gracias por los comentarios.

Isabel
19 de abril de 2011 a las 20:08

Tanto el autor del post P.Martin,como los comentaristas, me hacen pensar y asi lo creo que,Judas entró en la Misericordia de Dios.Tenían que cumplirse las Escrituras,le tocó a Judas el papel pero,el sacrificio de Jesús pudo mas que su pecado.
Es alentador pensar que,-nos envolvió a todos en el pecado para tener misericordia de todos-

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