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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

12
Feb
2011
Jesús, condenado por la religión
6 comentarios

La ley, en tiempo de Jesús, no permitía tocar a los leprosos. Posiblemente una ley así tenía una intención sanitaria, pretendía evitar el contagio. Sería como si hoy se nos pidieran precauciones frente al sida o frente a algunas enfermedades contagiosas. Las precauciones son buenas, pero no pueden utilizarse para discriminar a las personas. Ni tampoco para acusarlas de supuestos o reales pecados que serían la causa de su enfermedad. Jesús, lejos de discriminar a los leprosos, se acercaba a ellos, los tocaba, les ayudaba a recuperar su dignidad y les curaba. También hoy, un cristiano debe mostrar misericordia, comprensión y compasión con personas marginadas o mal vistas, que han contraído enfermedades de transmisión sexual, por ejemplo. Ese sería el equivalente de lo que entonces hacía Jesús.

Lo que seguramente más irritó a los defensores de la ley y de la religión fue la cercanía de Jesús a los pecadores, el que comiera con ellos, pues comer en la misma mesa es un signo de solidaridad e identificación. El perdón que Jesús otorgaba, en nombre de Dios, a los pecadores, resultaba incomprensible para los que concebían la justicia de Dios en términos de rendimiento de cuentas. Pues lo justo no es perdonar al pecador, sino exigir que haga penitencia o condenarle. Este enfrentamiento con las autoridades religiosas, hizo que Jesús fuese condenado en nombre de la religión. Le acusaron de blasfemo. La vida de Jesús fue un choque teológico entre él y la concepción dominante de la ley, un choque entre un Dios de justicia y un Dios de gracia. Jesús muere a causa de la ley. El evangelista Lucas lo expresa así: “fue contado entre los impíos” (22,37), entre malhechores, entre gente poco piadosa y nada cumplidora. Y el cuarto evangelio llegar a decir de los discípulos lo que comenzó cumpliéndose en Jesús: “llegará un día en que el que os mate piense que da culto a Dios” (Jn 16,2). A Jesús le mataron por motivos muy religiosos, ¡pensando que daban culto a Dios!

La vida de Jesús invita a no absolutizar la religión, los rezos, los ritos, las costumbres, las formas, las maneras. Todo esto está bien si nos ayuda a ser más felices con Dios y más caritativos, cercanos y misericordiosos con el prójimo. Ese es el criterio que determina la bondad o la perversidad de una religión.

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10
Feb
2011
Jesús frente a la religión
5 comentarios

La espiritualidad, en tiempo de Jesús, estaba basada en el cumplimiento de la Ley. Jesús no rechazó la ley, pero la relativizó. De ahí esta palabra suya, que sigue conservando todo su valor: “el sábado ha sido hecho para el hombre y no el hombre para el sábado” (Mc 2,27). Para Jesús, lo importante era la persona. Les leyes, incluidas las leyes de Dios, han sido concebidas para nuestro servicio. No existimos para dar culto a la ley. Eso sería idolatría. Jesús se sintió perfectamente libre para transgredir la ley cada vez que su cumplimiento podía hacer daño a las personas. Esto resultó escandaloso para los guardianes de la religión, especialmente cuando enseño a sus discípulos a hacer lo mismo, permitiendo que sus discípulos hambrientos, arrancasen en pleno sábado espigas para comer, cuando la ley prohibía hacer esfuerzos y trabajos en sábado (Mt 12,1-5), precepto que siguen hoy cumpliendo los judíos piadosos.

En tiempo de Jesús la ley no eran solo los diez mandamientos, sino toda una serie de preceptos relativos a personas, lugares, cosas y alimentos. Jesús vio en ello una serie de disposiciones humanas que distorsionaban la voluntad de Dios. Por eso ignoró la distinción entre alimentos puros e impuros: “No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre” (Mt 15,11). Muchas religiones hoy siguen teniendo preceptos sobre lo que se puede o no se puede comer algunos días. Eso está bien, siempre que no se convierta en una carga o, lo que sería peor, en un cumplimiento externo que olvida la intención de fondo que abrigan esas leyes. Por ejemplo, las leyes actuales sobre el ayuno o la abstinencia de carne en cuaresma deberían servir para recordar que hay mucha gente en el mundo que pasa hambre, estimulando así nuestra solidaridad. Y no convertirse en un precepto fácil de manipular, tomando pescado caro en vez de carne, creyendo que así hemos cumplido. (Continuará)

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8
Feb
2011
Contrastes
1 comentarios

Contraste entre el campo, verde, tranquilo, bucólico, bañado por el mar, y el bullicio de la capital. Contraste entre las casitas y casas del campo y de los pueblos, y las grandes casonas y palacios coloniales de las ciudades. Contraste entre algunas de estas casas señoriales, cuidadas y restauradas, y otras convertidas en casas de vecindad, en mal estado, necesitadas de bastante más que de una capa de pintura. Contraste entre los modernos autobuses y coches, y los buses y coches antiguos, la mayoría anteriores al año 60 que, sin embargo, en su tiempo, eran de lo mejor y más moderno. Contraste entre las tiendas de venta libre en las que se paga en moneda convertible y aquellas en las que se paga en moneda nacional, acompañada de cartilla de racionamiento para algunos productos, como el pan, el arroz o los fríjoles.

Contraste entre el sueldo medio de un trabajador (menos de un dólar al día) y las posibilidades de desarrollo del país. Contraste entre la realidad y el lenguaje (no hay parados, hay disponibles). Contraste entre la cantidad de funcionarios y las colas de la gente. Contraste entre lo que se ve y lo que no se ve. Las caritas parroquiales (con ayuda de caritas de otros países) contribuyen, en parte, a paliar lo que no se ve: repartiendo desayunos, medicinas, asistiendo a enfermos y ancianos.

Hay quien dice que para vivir allí hace falta mucha FE. O sea, Familia en el Extranjero. Eso es FE. Así resulta posible recibir unas necesarias divisas. Pero más allá de los detalles concretos, a mí me parece que hay un gran potencial de esperanza, que habría que estimular. La esperanza es realista y se fundamenta sobre el poder de lo posible. En nuestro caso, hay un estupendo poder sobre el que basar la esperanza: una tierra bendecida por el clima y acariciada por el mar, tierra fecunda que podría dar hasta tres cosechas por año; unas playas casi vírgenes; una Iglesia viva, con gran protagonismo de los laicos; una gente alegre, amable y acogedora; una juventud culta y preparada; una aceptable sanidad y otros servicios sociales gratuitos; sensación de seguridad en las calles; espíritu de sacrificio y una gran tarea por delante.

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5
Feb
2011
Ovejas sin pastor
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Ya he dicho que en Cuba hay libertad de culto. En la guía telefónica se encuentra la lista de Parroquias católicas y una lista igual o mayor de templos evangélicos. Como en muchos otros sitios de Latinoamérica, son abundantes las capillas e iglesias protestantes. Las relaciones ecuménicas son buenas. En La Habana aún hay personas que recuerdan un famoso coloquio, moderado por el Obispo auxiliar de la diócesis, en el que intervinieron un pastor bautista, un rabino judío, un dirigente musulmán y, por parte católica, el P. Juan Bosch. El coloquio, organizado por el Centro Fray Bartolomé de las Casas, desbordó todas las previsiones y hubo que habilitar la Iglesia de San Juan de Letrán para dar cabida al mucho público que asistió.

 

Pero además de buen ambiente ecuménico, la Iglesia católica tiene un problema: la falta de ministros. En todos los pueblos hay una o varias capillas evangélicas. Y en los pueblos medianos (de cinco mil habitantes) hay culto protestante diario. Mientras, la Iglesia católica es atendida por sacerdotes que tienen a su cargo varios pueblos, deben desplazarse muchos kilómetros y sólo pueden atender a los fieles unas horas a la semana. Esto hace que mucha gente de buena fe vaya poco a poco adhiriéndose a las comunidades evangélicas. Porque en ellas encuentran lo que no se les ofrece en la Iglesia católica.

 

La solución, a mi entender, dadas las actuales circunstancias eclesiales, pasaría por formar y ordenar diáconos o encargar a mujeres (religiosas o no) formadas, que ejerciesen, en los pueblos sin presbítero, un verdadero ministerio, abriendo diariamente la Iglesia y celebrando liturgias de la Palabra, con predicación, oración e incluso con su momento eucarístico. Diáconos o mujeres de esos pueblos y para esos pueblos. Porque diáconos hay, pero la mayoría se encuentran en La Habana, haciendo tareas administrativas eclesiales. Este es un ejemplo concreto de cómo la Iglesia debe plantearse seriamente responder al “derecho”, insisto, al derecho que tienen los fieles a la celebración de la Eucaristía. Un derecho que pasa por delante de leyes o costumbres.

 

No discuto la legitimidad de que cada gran confesión pueda estar presente en todos los lugares. Lo que digo es que cuando uno se ausenta, otros ocupan un espacio que, quizás, si estuviera presente, no ocuparían. No se trata, pues, de apartar a nadie para que yo tenga más espacio. Se trata de que todos podamos convivir. Pero sólo hay convivencia si estamos todos.

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2
Feb
2011
Mariachis cubanos para las monjas
8 comentarios

En Cuba hay dos monasterios de vida contemplativa, uno de dominicas. Se fundó en 1688 y ha permanecido ininterrumpidamente hasta hoy. Actualmente hay seis monjas, cinco mejicanas y una cubana. El día del cumpleaños de la priora, mejicana ella, me llevaron al monasterio. Un grupo de seglares, amigos de las monjas, habían preparado una sorpresa para la Priora.

 

Para llegar al monasterio pasamos por delante del antiguo y gran convento de las dominicas, que en 1980 se lo quedó el Obispado para convertirlo en “casa de la Iglesia”. Como compensación entregó a las monjas un convento de redentoristas deshabitado. Luego bordeamos dos cementerios, el chino y el municipal. El municipal fue en un tiempo propiedad del obispado. Allí se conserva una capilla en la que actualmente se celebra la Eucaristía. Más aún, si alguna familia lo solicita, en esta capilla se reza un responso por el difunto. Dejando los cementerios, atravesamos un barrio elegante, en el que vive gente importante. Por fin llegamos al actual Monasterio de las monjas. Cuando ellas se trasladaron allí, en 1980, los domingos iban a Misa 12 personas. Hoy van a la Eucaristía diaria un pequeño grupo de fieles y el domingo se llena la Iglesia. Todos los días celebra un fraile dominico.

 

Entre los amigos de las monjas que habían preparado la fiesta para la Priora, había una mujer frágil, mayor, vestida con sencillez, con una sonrisa permanente y una cara relajada. Una catequista con un famoso apellido. De pronto entraron en el locutorio unos mariachis cantando “estas son las mañanitas”; continuaron con otros cantos mejicanos (Ave María, Méjico lindo y querido, si nos dejan, canta y no llores, y alguno más), para finalizar con el “cumpleaños feliz”. Viendo a aquellos ocho jóvenes profesionales de voz potente, vestidos de mariachis, con guitarrón, violines y trompeta, y viendo la alegría de la gente, de los niños pequeños y de las monjas, me emocioné. Soy un sentimental.

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31
Ene
2011
Relaciones Iglesia-Estado en Cuba
3 comentarios

En el momento de colgar el post que dediqué a la libertad de culto, llegó a mis manos una información publicada por “El País” en la que se decía que la Iglesia y, en concreto, el Cardenal Ortega, se había distanciado de los disidentes políticos debido a que negoció con el Estado la no beligerancia de la Iglesia a cambio de garantizar la libertad de culto y conseguir la devolución de algunos edificios.

 

 Me gustaría hacer tres observaciones a esta información: 1ª) Ha sido la Iglesia la que ha facilitado la liberación de los presos políticos y su posterior acogida por España. Eso del distanciamiento con los disidentes habría que matizarlo mucho. 2ª) La libertad de culto existe desde los años 70. Por tanto, en este terreno lo fundamental ya está logrado. 3ª) La devolución de algunas iglesias y capillas incautadas en su momento plantea más problemas de los que resuelve. Porque no hay suficientes sacerdotes para atenderlas (la media de edad es muy alta y las ordenaciones muy pocas), y porque no hay dinero para emprender las reparaciones y acomodaciones necesarias para que vuelvan a desempeñar su función de lugares de culto.

 

Por cierto, eso de las incautaciones no se debió tanto a una acción directa de fuerza cuanto al abandono, por miedo o por prudencia, de los responsables de esos lugares. Como me dijo un anciano religioso que en el año 1961 se quedó en Cuba, a algunos sacerdotes y religiosos los expulsaron, pero “la mayoría de ellos se fueron sin que los botaran”. Se perdió la propiedad de los conventos porque nadie los habitaba. Algunos lugares nunca fueron decomisados porque hubo quien se quedó en ellos.

 

La situación de la Iglesia en la isla es compleja. En espacios, en los que no es fácil moverse, hay más riesgo de equivocarse. Por lo que yo he visto, con un poco de prudencia y de sentido común, es posible desarrollar una labor evangelizadora sin hipotecas. Como hay muchas cosas por hacer, las posibilidades futuras de la Iglesia son inmensas. Pero no convendría perder, de cara a este futuro, la experiencia de una Iglesia pobre. Porque una Iglesia pobre, en la que no se cobra a la gente ni se reciben prebendas del Estado, es más libre, más creíble y más cercana al pueblo. La tentación de convertirse en una Iglesia “rica para los pobres” siempre está al acecho. Ese no es el futuro que yo deseo para la Iglesia de Cuba. Su presente y su futuro es: ser una Iglesia misionera.

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27
Ene
2011
Centro "Bartolomé de las Casas" en La Habana
7 comentarios

Los dominicos llegaron a Cuba en 1511. Tres años después Bartolomé de las Casas denunció la esclavitud de los indios, pidió perdón por haber sido encomendero y entró en la Orden. A partir de entonces los frailes iniciaron una larga actividad docente e intelectual. Gracias a ellos se fundó la primera Universidad, que estuvo a su cargo durante 114 años, hasta que en 1842 fue secularizada; pusieron en marcha las primeras escuelas, la primera imprenta, la primera biblioteca pública, la escuela de química azucarera en 1909, y en 1919 la Academia de Ciencias Sociales, que logró que el Senado de la República aprobara el Código de Trabajo más avanzado de la época. El actual escudo de la Universidad de la Habana contiene la visión del perro con una antorcha iluminando el mundo, que tuvo la madre de Domingo de Guzmán durante su embarazo.

 

Esta tradición continúa hoy. Todo comenzó con la creación del Aula de Conferencias "Bartolomé de las Casas" (un salón de actos con 200 butacas), que pronto se hizo famoso porque invitaba a conferenciantes de todas las tendencias, extranjeros y nacionales. Hoy, jueves, día 27, para honrar a Sto. Tomás, yo mismo impartiré una conferencia sobre Religión y Ciencia. Se creó luego la biblioteca “Santo Tomás de Aquino”, con sala de lectura, que ofrece espacio para el estudio. Atendida por cuatro bibliotecarios. El año pasado la utilizaron casi 19.000 universitarios.

 

Finalmente ha emergido con mucha fuerza el Centro “Bartolomé de las Casas”. En sus aulas se imparten una serie de masters y diplomaturas reconocidos por distintas universidades de Chile, Argentina y España. La demanda de matrícula supera las posibilidades de las aulas. Algunos de los profesores proceden de la Universidad de La Habana y de las otras que reconocen los títulos. La diplomatura en teología para laicos (30 alumnos), muy apreciada, en la que he sido invitado a dar un curso, está avalada por la Facultad de Teología de San Esteban de Salamanca. Se ofrecen, además, cursos de apoyo y formación para adolescentes: de informática, diseño, lengua española, inglés (1.500 solicitudes de matrícula; desgraciadamente ha habido que seleccionar hasta quedarse con 520 alumnos de inglés; uno de los profesores es presbiteriano), alemán, formación humanística y formación en valores. Una de las niñas del aula de informática aprendía a manejar el Word copiando una página sobre el amor: a la familia, a los amigos, a Dios. Todo gratuito. Eso también es Cuba.

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24
Ene
2011
Libertad de culto en Cuba
7 comentarios

En La Habana hay un convento de dominicos. En 1960 había 25 frailes. Hoy son cinco (cuatro cubanos y un español) y un postulante. Una comunidad parecida a tantas que hay en otros lugares. Llegar y sentirse como en casa es lo mismo. Desde el primer momento reina la confianza y hasta la confidencia. Tienen a su cargo dos parroquias y atienden a otras dos Iglesias situadas en barrios pobres (en las que hay comunidades de religiosas dominicas). En las parroquias, con la vespertina del sábado, se celebran tres Eucaristías dominicales. Me pidieron que presidiera la del domingo por la mañana en la parroquia de San Juan de Letrán. Antes de la celebración, con la Iglesia medio llena, una persona dirigía el rezo del rosario. Cuando empezó la eucaristía estaban prácticamente ocupados todos los bancos. Con gente de todas las edades. Un coro animaba los cantos. La sacristana ayudó a repartir la comunión. No se pasó la bandeja. En el momento del ofertorio los fieles se levantaron y se acercaron al altar depositando lo que buenamente podían. Al acabar la Eucaristía el párroco celebró tres bautizos.

 

La otra parroquia, la del Sagrado Corazón, está cerca del mar. Paseando por el malecón, entré cuando se celebraba la Misa vespertina del sábado. Por la tarde oscurece pronto y acude menos gente que por la mañana: un tercio de bancos ocupados. La Misa tenía acólitos, cantores, y más de la mitad de los asistentes eran adolescentes. En esta parroquia se conservan las partidas de bautismo de un hijo de José Martí y de un hijo de Fidel Castro. Encerradas bajo siete llaves, porque más de un espabilado ha ofrecido bastante dinero por la página original. Las parroquias cuentan con colaboración de los seglares y ofrecen catequesis para niños y adolescentes. Hoy, en Cuba, muchos regresan a la Iglesia que hace tiempo dejaron.

 

El convento es grande. Los frailes viven en el primer piso del edificio. Las habitaciones son humildes, pero espaciosas. Todas dan a una terraza por la que se pasea un perro que da tranquilidad. Hay dificultades con internet. En el año 1994 los religiosos se preguntaron: ¿qué podemos hacer los dominicos en Cuba además de atender a parroquias? Encontraron una respuesta: una oferta de estudio y reconciliación. ¿Para quién? ¡Para todos! Y gracias a la Providencia, traducida en prudencia y paciencia, han creado un centro con futuro. Una maravilla de la que les hablaré en un próximo post.

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20
Ene
2011
Los enredos de los creyentes
5 comentarios

Los lectores del blog saben de mi desacuerdo con el titular que un periódico puso a la reciente catequesis del Papa sobre el purgatorio: “El Papa se enreda con el purgatorio”. El Papa no se enreda. Desgraciadamente, los que a veces nos enredamos con algunas cuestiones doctrinales somos los creyentes. Hay mucha falta de finura en la comprensión de algunas verdades de la fe. Quizás debida a una mala predicación o a una insuficiente catequesis. Tengo la impresión de que bastantes creyentes se hacen una idea excesivamente materialista de las verdades cristianas.

Un buen ejemplo es el tema del infierno y del purgatorio. Nos hacemos problema y preguntas sobre si son lugares de tormento y de fuego, en el caso del infierno un fuego eterno y en el del purgatorio un fuego temporal. Y nos olvidamos de lo fundamental: el infierno es ausencia de Dios y falta de comunión con los hermanos; el purgatorio es un momento de purificación, para así lograr la “pureza de corazón” que nos permitirá gozar del amor de Dios en plenitud. No es un momento triste; es la sorpresa, que deja a uno bastante abochornado y desconcertado, de darnos cuenta de nuestra indignidad y al mismo tiempo de la acogida amorosa de Dios; es, por tanto, un momento de inmensa alegría y de gran esperanza.

Los ejemplos de preguntas materialistas y secundarias que impiden la visión de lo fundamental podrían multiplicarse. ¡Cuánta gente, escuchando el evangelio de la resurrección de Lázaro, en vez de preguntarse qué quiere decir el evangelista, se pregunta si “de verdad estaba muerto o no lo estaba”! (Lázaro es una catequesis bautismal sobre Jesucristo como resurrección y vida) ¡Y cuánta más en vez de buscar el profundo sentido teológico de la encarnación por obra del Espíritu Santo, se pregunta por lo que ocurría en el lecho de los esposos María y José! (La virginidad de María sólo tiene sentido como elemento auxiliar de la cristología). Las preguntas sobre lo accidental olvidan lo fundamental. Pero cuando caemos en la cuenta de lo fundamental, muchas preguntas que nos parecen importantes pasan a segundo plano y dejan de interesar y, por tanto, de hacerse.

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19
Ene
2011
Signos de unidad... "rompedores"
7 comentarios

Llevamos tantos años hablando de ecumenismo y de diálogo interreligioso, que uno se pregunta si podemos dar pasos nuevos. Esta semana está dedicada a la oración por la unidad de los cristianos. La oración es la traducción de la esperanza: el que espera pide y en función de lo que pide se sabe lo que desea y espera. Pero cuando las peticiones no se logran, uno se cansa de pedir. Cierto, Jesús recomienda que oremos sin desfallecer, pero también es cierto que a uno le gustaría ver algún resultado concreto. Si concebimos la unidad como una “vuelta a Roma” por parte de los que se fueron, me parece que lo tenemos muy difícil. Pero si unidad significa ponernos en camino, sin prejuicios, para ver a dónde llegamos, podemos seguir pidiendo la unidad.

Ayer me regalaron un calendario ecuménico, en el que se ofrece la fecha en cinco modalidades de contar los años. Según el calendario gregoriano este post se va a publicar el 19 de enero del año 2011; según el juliano, el 6 de enero del 2011; según el copto, el 11 de Tubah de 1727; según el musulmán el 15 de Egira de 1432; y según el calendario hebreo el 14 de Shvat de 5771. Sueño con que las otras religiones hagan calendarios parecidos, y desde su propia fecha de referencia, ofrezcan la fecha de los demás, para que todos acompasemos el paso. Sueño también con que los líderes de las otras confesiones convoquen reuniones de oración semejantes a la de Asís, y que a estas reuniones asista el Obispo de Roma. Es lógico que en Asís el Papa sea el “centro” de la reunión. En las otras, el centro lo ocupará el anfitrión que se anime a convocarlas.

Las divisiones son cosa de este mundo. Quizás inevitables, pero de este mundo. ¿Por qué no hacer de los acontecimientos del cielo signos de unidad? Allí eso de la santidad no funciona como aquí. Por eso, sería bueno que nos intercambiásemos los santos, y que los católicos pudiéramos apelar un día a la intercesión de Gandhi. Claro que antes habría que dar algún paso interno previo. Por ejemplo, juntar en una misma canonización a Juan Pablo II y a Monseñor Romero. Signo rompedor, sí, pero tan significativo que estoy convencido de que serían más los aplausos que las críticas. Ponernos en camino es hacer gestos concretos. Hay algunos que, si se hicieran, resultarían tan sorprendentes que uno pensaría que hemos acelerado mucho el paso.

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