May
Teología para comprender al Magisterio
3 comentariosLa teología es necesaria para leer bien los documentos del Magisterio. Para comprender bien esos documentos hay que ir un poco más allá de la literalidad, y tener criterios para valorarlos y situarlos en su justo contexto. Eso es imposible sin teología. Cuando no sabemos teología endurecemos el discurso, nos quedamos con aspectos accidentales y corremos el riesgo de no prestar atención a lo verdaderamente importante. Del mismo modo que el acercamiento correcto a la Escritura requiere conocimientos exegéticos, la comprensión del Magisterio requiere hermenéutica, criterios adecuados de interpretación. Cuando nos quedamos en la letra, podríamos, en ocasiones, no entender nada.
Hay cristianos y pastores que consideran que apelando a la autoridad ya están resueltas las cuestiones y zanjada toda discusión. Olvidan que las personas cultas y formadas buscan motivos, razones. La cuestión no es sólo lo que dice el Magisterio, sino saber por qué dice lo que dice, qué razones tiene para decir lo que dice. La evangelización del mundo moderno requiere dejar de apelar a la autoridad y ofrecer inteligentemente las buenas razones que tiene la autoridad para decir lo que dice. Porque si la autoridad no tiene razones, estamos ante el triunfo de la sin razón. Y entonces nos hacemos odiosos e inaceptables. Para dejar de ser odiosos y ser aceptables, se necesita teología.
Por otra parte, el mundo necesita que le expliquemos la buena y sana doctrina cristiana de forma agradable, positiva, sugerente. Es necesario que la doctrina “diga algo”, ofrezca sentido. Porque si nuestro discurso es seco y aburrido, nadie se interesará por su verdad. Para que se pregunten por la verdad de la doctrina es necesario previamente hacerla amable, hacer desear que eso que decimos sea verdadero. Para eso también se necesita teología.