Logo dominicosdominicos

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

17
May
2010

Me voy, pero vuelvo

7 comentarios

¿Se pueden hacer bromas con las cosas santas? ¿Y por qué no? ¿Puede uno hacer bromas con su madre, con su padre, con sus hijos? ¿Y por qué no? Hay bromas que denotan cercanía, amistad. En eso de las bromas la cuestión no es tanto la broma como la música que uno le pone, el retintín que diría un conocido mío. Pues dicho sin retintín, y parafraseando una palabra que el cuarto Evangelio pone en boca de Jesús: “me voy, pero vuelvo”. Me voy diez días a Jerusalén y Galilea. El 1 de junio volveré a estar en Valencia. No sé si a mi regreso tendré cosas que contar, posiblemente ninguna, pero eso nunca se sabe hasta la vuelta. Por lo demás, y volviendo a parafrasear una palabra de Jesús, “no os dejaré huérfanos”. Quiero decir que gracias a nuestros técnicos de la Oficina de internet resulta posible dejar escrito un post para que aparezca en una determinada fecha. Esa es mi intención: dejar preparados unos textos que saldrán mientras esté fuera de España. Desde la Oficina de internet darán paso a los comentarios, que siempre son de agradecer.

Hace ya unos quince años estuve en Tierra Santa. Me gustó, sí. Pero para estas cosas yo soy poco emotivo. Debe ser caracterial. Fui y ahora voy con un grupo de peregrinos. Cuando eres emigrante parece que sientes una cierta necesidad de conocer y visitar la tierra de tus abuelos, tus raíces. Pues bien, los cristianos somos emigrantes sobre la tierra, según dice la carta a los Hebreos. Y las raíces de nuestra fe, esa fe que nos hace emigrantes y peregrinos sobre la tierra, están en esos lugares en los que Jesús nació, reunió un grupo de discípulas y discípulos, anunció el Reino de Dios, nos enseño a llamar Padre a Dios, y finalmente fue crucificado, muerto y sepultado. Los cristianos creemos que resucitó al tercer día, según las Escrituras, y este es el motivo de que su sepulcro esté vacío. De todo esto han quedado huellas en esta tierra. Es bueno que los que tienen oportunidad de visitar estas huellas lo hagan. Y si al hacerlo se emocionan un poco, pues mejor que mejor, porque las emociones son buenas. En todo caso, una visita a Tierra Santa siempre es una ocasión para reafirmar la fe.

Posterior Anterior


Hay 7 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


Cata
18 de mayo de 2010 a las 12:04

Buen viaje, paseselo genial. Ya nos contara

DL
18 de mayo de 2010 a las 18:45

Muy bien por avisar y sobre todo por su pronto regreso. El saber que "no nos deja huerfanos" nos consuela, y cuente con nuestra gratitud hecha oración para que EL CONSOLADOR le ilumine y guíe en todo momento

Desiderio
18 de mayo de 2010 a las 19:17

¿Que no tendrás nada que contarnos a tu vuelta? Se nota que va de bromas el post.
Buen viaje.

Bernardo
18 de mayo de 2010 a las 22:37

Si te digo la verdad, me gustaría conocer el humor de Jesús. No sé si eso se puede llegar a ver en su tierra, pero creo que sería importante. Seguramente Jesús contaría chistes con sus amigos, se reiría, no sé si de Herodes o de los fariseos, pero seguro que entonces también se contaban chistes. Ir a su tierra es un manera de sentir el latir de aquellas tierras, que seguro que algo ha quedado. Tráenos, por favor, algo de ese humor de Jesús. Aunque en los evangelios algo ha quedado. ¿No?

Paul T.
18 de mayo de 2010 a las 23:58

Bastante tendrá que contarnos...y sobre todo lo que la gente celebra y en lo que cree!! Y como va de broma...nos alegra que el buen pastor no abandona a sus ovejas y que el gran maestro no deja a sus discípulos a la deriva de las fieras. Que disfrute de todo lo que vea, coma y beba como lo hizo Jesús.

su chico
19 de mayo de 2010 a las 21:35

En un blog leía que eso de la "comunión de los santos" podía ser algo tan sencillo y terreno como andar por un amigo una etapa del físico camino de Santigo, sueño imposible para el compañero.
Hagamos una cosa (si le parece, obviamente) Si pasa Ud. por el huerto de los olivos (previsible que lo haga, ¿no?; en todo caso, escoja similar sitio), siéntese al cobijo de uno. Un minuto. A la vuelta me comparte una Palabra.
Por mi fe, que será imposible que no la haya.

¡Buen Camino!

Patricia
20 de mayo de 2010 a las 01:22

Querido Martin, seguro que tendrás muchas cosas que contarnos. Ya me gustaría a mí formar parte de ese grupo de peregrinos. En fin me conformaré con alimentarme de las migajas que caigan en este blog. Rece por mí, aunque no sepa quien soy, estoy en uno de los peores momentos de mi vida. Saludos cordiales.

Suscripción

Suscribirse por RSS

últimos artículos

Archivo

Logo dominicos dominicos