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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

15
May
2010

Más bodas civiles que religiosas

5 comentarios

Según los últimos datos oficiales, en ocho comunidades (Cataluña, Baleares, Canarias, Madrid, Valencia, Navarra, País Vasco, Asturias) las bodas civiles superan a las realizadas según el rito católico y, en el resto de comunidades casi se iguala. Si en vez de contabilizar la proporción de católicos en España según los datos de los registros bautismales, contáramos según el sacramento del matrimonio, hecho por adultos y con plena conciencia, tendríamos que concluir que menos de la mitad de los españoles se sienten católicos.

Los hechos son tozudos y se imponen a pesar de todas las ideologías. Su interpretación depende, en muchas ocasiones, del punto de vista en que uno se sitúa, de sentimientos, experiencias y deseos. Pero de entrada estos datos indican que en el momento de elegir la modalidad del matrimonio ya no influyen tanto como antes las convenciones sociales, las presiones familiares o simplemente el marco para realzar la fotografía. Hoy hay salones municipales en los que las fotos resultan tanto o más espléndidas que en las Iglesias. Estos datos no me llevan a pensar en lo mal que está el mundo o en el mal ejemplo que damos los católicos. Pues, si bien el cristianismo es una oferta para todos, son minorías los que lo acogen. Lo normal es que el cristianismo sea minoritario. Porque no es fácil encontrarse con Jesucristo y permanecer fiel al Evangelio. Desde el punto de vista humano es más bien complicado. Y la gente no está para complicaciones.

Por poner otro ejemplo numérico: la mitad de las monjas de clausura del mundo están en España. La cifra española, por tanto, no es la normal, sino la excepcional, explicable por unas circunstancias que se dieron hace 40 o 50 años. Que actualmente las vocaciones a monjas contemplativas disminuyan drásticamente en España aproxima la situación de nuestro país a la normalidad mundial. El que haya menos vocaciones no se debe al mal ejemplo de frailes y monjas; al contrario, posiblemente nunca ha habido tanta excelencia en los conventos, a pesar de la publicidad que se da (y bien dada está) a los casos de delincuentes, que hay en todas partes. De la misma manera, el que disminuya el número de bautizados no significa que los cristianos seamos más malos o pecadores. Los motivos no están en la vida cristiana, sino en la mayor libertad social. Una libertad que favorece la autenticidad de la vida cristiana. Se es cristiano por convicción, no por razones de familia.

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josemaría esteve i pallarés,op
15 de mayo de 2010 a las 19:46


Jesús repetidamente avisa a sus amigos que va a morir.apesar de tantos cursos intensivos,se llevaron un chasco ante el fracaso final.
San Pablo en el Aerópago de Atenas,les anunció a los sabios de Grecia,que la muerte se convertía en Vida y les provocó un buen rato de risa. Somos más griegos que Cristianos? ¿Se está acabando todo? ¡Se está acabando el folclore y los actos sociales en que hemos convertido los sacramentos!
La FE comenzó la madrugada de la Resurrección después de un fracaso.

Catalina
15 de mayo de 2010 a las 20:56

No se es cristiano porque Cristo no tiene nada que decir en mi vida. Bien porque otra cosa llena mi vida . bien porque nadie nos ha comunicado que existe, o nos lo han comunicado mal Incluso veo mucha supersticion, ella va llenando el hueco que dejA el catolicismo.Yo creo que es culpa nuestra, nuestra vida no es diferente del que no cree, y no implica a nadie.
A los curas y las monjas no las ve nadie.

su chico
15 de mayo de 2010 a las 23:50

Curas conozco que más que parroquia parecen tener un zapatería, incluído rótulo luminoso en la puerta. También alguno que da su vida por sus ovejas.
En cuanto a las monjas de clausura, ¿verlas?... se pueden ver; como a Cristo, si las buscas. Y como en botica, haylas de todo. Y cristos, también. Lo dificil es seguir al autentico, al de la mayúscula, al de Dios y no al de minusculas, gran manipulado por el hombre, para someter al hombre.
La fe comienza o se agranda cuando el buen Padre a bien tiene, por ejemplo, escuches cantar a unas monjas de clausura durante el tiempo suficiente para darte cuenta que ya no tienes prisa y ese tipo de música es verdad que a Dios te acerca
(No sé si para ello son muchas o pocas en España, en el mundo entero)
Para un servidor que hoy cree porque en su día creyó en la fe de sus mayores, no puede haber mayor convicción inicial que la transmitida por una verdadera familia, donde, por supuesto el amor no se impone: se vive.
Pretender encontrar a Cristo en la "madurez" de la persona es como pretender aguardar que aprenda cultura y oficio sólo cuando haya de mantenerse por su cuenta, por resumir un ejemplo rápido. Pero para nada comulgo con el actual sistema de primeras y únicas...
En fin, cada palo sujete su vela
Un saludo en el Amigo

Bernardo
16 de mayo de 2010 a las 00:21

Te cuento mi experiencia personal. Yo me casé como católico que soy como debía hacerlo, pero no encontré nada más que dificultades a la hora de intentar vivir esa experiencia con el sentido que mi fe me exige. El sacerdote que ofició era un amigo, pero el responsable de la parroquia puso todas las pegas posibles para evitar que nos saliéramos de lo que él consideraba lo normal. Yo me cuestioné el motivo por el que no se deja que unos contrayentes que viven la fe de forma consciente y madura no pueden vivir esa experiencia de forma novedosa. Nos sentimos tratados como cualquiera de los cristianos sociológicos que piden el matrimonio por motivos espúreos.
En fin, que me alegro que la gente respete el sacramento del matrimonio y no lo degrade. Pero hemos de ser muy honestos y empezar a tomarnos en serio la vida sacramental, porque en ello nos jugamos nuestro ser verdaderamente cristianos.

Oscar
16 de mayo de 2010 a las 11:53

Además de los que no quieren casarse por la Iglesia están los que quieren, pero no les dejan o no pueden. Hay divorciados, vueltos a casar, que son buenos católicos y que han podido rehacer su vida con una nueva pareja. Algunos de estos divorciados son víctimas, no tienen ellos la culpa de la ruptura de su primer matrimonio. ¿Por qué no darles el consuelo y la ayuda de una bendición, en su nuevo matrimonio, como ocurre en la Iglesia ortodoxa? Si la sustancia del matrimonio, que es el amor, desaparece, se podría considerar que se corrompe el matrimonio y desaparece. Hay casos que merecen, al menos, una seria reflexión. Tengo entendido que algo de eso dijo alguna vez el Cardenal Martini.

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