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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

12
Oct
2025

Los pobres son la misma carne de Cristo

7 comentarios
dilexite01

Ya tenemos el primer gran escrito de León XIV, su exhortación apostólica Dilexi te (= te he amado). “Te he amado” (Ap 3,9) son palabras dirigidas por el Señor a una comunidad cristiana que no tenía ninguna relevancia ni recursos y estaba expuesta a la violencia y al desprecio. Esta exhortación ya la dejó escrita, en lo fundamental, el Papa Francisco. León XIV la he hecho suya, en un gesto que recuerda el de Francisco haciendo suya una encíclica sobre la luz de la fe que dejó preparada Benedicto XVI. Francisco, imaginaba que Cristo se dirigía a cada uno de los pobres diciendo: no tienes poder ni fuerza, pero yo te he amado.

La exhortación es un grito a favor del compromiso de la Iglesia y de todo cristiano con la triste realidad de la pobreza. No estamos en el horizonte de la beneficencia, sino de la Revelación; el contacto con el pobre es un modo fundamental de encuentro con el Señor de la historia. En los pobres Él sigue teniendo algo que decirnos. De ahí la opción preferencial por los pobres de la que hablan los documentos eclesiales. Esta opción nos llama a un cambio de mentalidad, que puede incidir en una transformación cultural. La pobreza no es una elección; es el resultado de estructuras de pecado que se infiltran en la política y en la economía.

El texto firmado por León XIV recuerda que en la Escritura Dios aparece como solidario con el pobre. En Jesús de Nazaret esta solidaridad encuentra su plena realización: nuestro Señor Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza (2 Co 8,9). La pobreza incidió en cada aspecto de la vida de Jesús, desde su nacimiento hasta su muerte. Se refiere luego a la tradición patrística. Basta recordar que San Juan Crisóstomo denunciaba el lujo exagerado que convivía con la indiferencia hacia los pobres. Y decía que honrar el Cuerpo de Cristo no era adornar el templo, sino distribuir las riquezas entre los pobres.

Lo que más me ha gustado de la exhortación es el elogio que el Papa hace a la gran labor en favor de los pobres de las congregaciones religiosas, en la atención a inmigrantes, personas necesitadas, ancianos, niños abandonados, enfermos. Y ahí cita con nombres propios a casi todas las congregaciones. Por ejemplo, la labor sanitaria de los Hermanos de San Juan de Dios; la labor educativa en favor de los niños necesitados de los escolapios, los maristas o los hermanos de La Salle; la atención a personas abandonadas y moribundas de Santa Teresa de Calcuta. O la obra de trinitarios y mercedarios en favor de presos y cautivos, también de las nuevas cautividades, como la droga.

Las órdenes mendicantes (franciscanos y dominicos) fueron solidarios con los pobres, mediante una predicación y una cercanía a las personas alejada de lujos y poderes. La tradición monástica (Benito, Bernardo de Claraval) nos enseña que la oración y la caridad (la acogida en los monasterios), el silencio y el servicio, forman un único tejido espiritual. Sin olvidar la labor de las congregaciones femeninas (las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul y santa Luisa de Marillac, y tantas otras) tanto en el terreno hospitalario, educativo, asistencial, protección de los derechos de la mujer, cuidado de niños y jóvenes, presencia en lugares conflictivos y de guerra, y muchos más aspectos relacionados con la pobreza.

El Papa afirma que los movimientos populares han ayudado a la Iglesia a cobrar conciencia de la importancia de estar con los lastimados y crucificados de la tierra. En este sentido hay que decir que los pobres nos evangelizan, ya que ellos son la misma carne de Cristo. Por eso, la cuestión de los pobres conduce a lo esencial de nuestra fe. Pues no se trata solo de llevar a los pobres a Dios, sino de encontrar a Dios en los pobres.

El texto completo de la exhortación apostólica "Dilexi te" está disponible online en la web del Vaticano y en formato libro en nuestra editorial Edibesa.

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juan garcia
13 de octubre de 2025 a las 18:01

Los gobernantes de turno ameridano quieren desaserse de los ,pobres y cada día priduseh más.Trump, y sus seguidores odian a los pobres, y cometen las injsticias más horrendas contra la Constitución y las leyes de la Nación. Lo q

juan garcia
13 de octubre de 2025 a las 18:31

El gobierno atcual americano está cometiendo un conjunto de crímenes contra la humanidad sin nombre ni apellido. Paga miillones de dólares para desacerse de los indocumentados emigrantes (en algunas ocasiones ciudadanos americanos), y corta programas establecidos por el congreso para el bien social de los necesitados. Por una parte se deshace de los pobres, pagando bastante dinero a gobiernos amigos con cárceles especiales, aumentando los pobres que no cuentan con los programos de Mdicaid y otros, que ilegalmente cortó esta administración.

ççççç

Mabel
13 de octubre de 2025 a las 20:35

Excelente lo reflexión sobre el Documento del Santo Padre.
Vivo en Argentina y estamos pasando un momento muy en la economía en nuestro país.

Gracias, bendiciones 🙏🙏

Ernesto Quintas
14 de octubre de 2025 a las 13:04

Tenemos que tomar conciencia que la pobreza se debe a un plan diseñado para concentrar la riqueza y esclavizar al resto a través de lo que en Apocalipdis Dios llama la marca de la bestia o sea el dinero creado artificialmente. Dinero que no existe y sobre el cual cobran intereses creando riqueza inicua robada al trabajo a través de la usura

Chiquet
14 de octubre de 2025 a las 13:53

Preciosa la realidad, y las obras, de las órdenes, y organizaciones cristianas (añado a Cáritas); detrás está el Espíritu con su carisma oportuno en los hermanos y hermanas. Me siento agradecido sobre todo al ver que tantas manos llegan adonde las mías no alcanzan.
Pero, también ..., ¿quién no es pobre, quién no lo ha sido al menos un tiempo, quién no ha sufrido por una carencia material, física, sicológica, espiritual?
Y cuántos enamoramientos de Cristo se han dado en esa pobreza al sentir que Cristo sí estaba, o al sentir su noticia. Una buena nueva en medio del dolor: lo único bueno que aparecía en esa cárcel.
Por ello el socorro de nuestros santos al pobre lo ha sido como el de Cristo: a ti, a mí; de uno a uno y a todos. Por eso la compasión era característica en Domingo de Guzmán.
Hasta los desgraciados que viven en la esclavitud del lujo o del exceso necesitan además del tono de denuncia, la llamada a la vida, a la conversión.
¡Quién como Cristo para enseñarnos y guiarnos en nuestros haceres!

Marco Díaz, misionero salesiano
15 de octubre de 2025 a las 00:01

Estoy leyendo la exhortación. Un documento altamente espiritual que nos lleva a contemplar a Nuestro Señor Jesucristo en la vida del hombre pobre. El hombre de hoy, el cristiano en particular tiene el desafío inmenso de combatir la pobreza al ejemplo de tantos creyentes, como lo hacen las comunidades religiosas. Un bello impulso para ver a Jesús desde los pobres

Patricia Rocha
15 de octubre de 2025 a las 07:33

Que Dios tenga piedad y misericordia de nuestros gobiernos, que tienen a los pueblos sometidos a la pobreza, concentrando la riqueza en unos cuantos, y no se dan cuenta que en realidad son tan pobres, pero tan pobres que lo único que tienen es dinero 😔

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