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Lo religioso, lugar ideal para el diablo
5 comentariosEn algunas formas religiosas el diablo encuentra su mejor acomodo. El demonio tiene un extraño gusto por lo religioso, ya que encuentra allí un buen caldo de cultivo para tergiversarlo. Por eso las personas religiosas deben estar muy atentas, no sea que, a la mínima ocasión y casi sin darse cuenta, su religión se haya transformado en religión diabólica.
Ejemplos no faltan. Tras el rezo musulmán del pasado viernes, una turba enloquecida atacó la sede de la ONU en la ciudad de Mazar y Sharif y mató a siete trabajadores del organismo internacional. Claro que esta locura tuvo un precedente: la quema de un Corán en una pequeña capilla protestante de Florida. Muy mal la quema del Corán. Desproporcionada y asesina la reacción. Porque el más sagrado de los papeles no vale lo que la gota de sangre de una persona. El que la reacción fuera precedida de la oración en la mezquita, es la prueba evidente de que esta oración estuvo inspirada por el mismísimo diablo, el mismo que inspiró la quema del Corán.
Cuando las barbas de tu vecino… En el incansable apostolado que algunos practican por internet, lo último es una llamada a actuar contra una procesión atea convocada en Madrid para el próximo Jueves Santo. Suponiendo que sea verdad (otro día les contaré algunas falsedades que circulan por internet enviadas desde supuestos ámbitos católicos), resulta desproporcionada la reacción suscitada en los que se autoerigen como defensores de la pureza católica. Porque estos “buenos católicos” utilizan amenazas del tipo: “si tienen agallas, nos encontraran enfrente” (supongo que con más agallas, que es lo propio de un buen defensor de la religión, pero de un defensor diabólico).
Yo rogaría a las personas de buena fe que apelan a este tipo de actuaciones, que dejen de hacerlo, porque lo único que logran es crear mal ambiente, calentar los ánimos, y hacer que en esos ánimos calientes sea imposible reconocer a un Jesús que da la vida por todos los seres humanos, incluidos sus enemigos. Si algunos quieren hacer una procesión atea, que la hagan. Es una payasada que no merece la menor atención. No hay peor desprecio que no hacer aprecio. En el fondo, la procesión atea busca eso: católicos fanáticos que reaccionen como han reaccionado ya. Y ahí es donde el diablo ha logrado su gran éxito: en ese fanatismo católico, donde el Evangelio de Jesús se ha perdido y no hay modo de encontrarlo.