May
La dignidad de creer
5 comentarios¿El creer es una postura digna, algo que no se puede comprar ni cambiar, que no depende de factores externos, que vale por sí mismo y no por su utilidad? ¿Es una postura valiosa y respetable? No todos lo consideran así. Unos dicen que la referencia a Dios es una deficiencia en la madurez intelectual y en el pleno ejercicio de la libertad. Otros sostienen que la fe no puede ser algo serio, ya que se refiere a lo no evidente. Hay quien recuerda los daños causados por las religiones. Cierto, la fe se refiere a lo no evidente, pero lo no evidente no es necesariamente falso; y sobre los supuestos daños causados por las religiones, es bueno matizar que los daños los causan las personas; y que quienes en nombre de la religión producen algún daño, desvirtúan la religión; se convierten en fanáticos que, en nombre de Dios, profanan su santo nombre.
También hay que aclarar, en aras de su dignidad, que la fe es una dimensión antropológica fundamental, que no comienza en al área de lo religioso, y que hace posible la vida, el conocimiento y el encuentro con los otros. Desde que nace, el ser humano vive originariamente de la confianza en sus padres y, por extensión, en otros que va conociendo a lo largo de su vida. En la escuela, los alumnos aprenden y avanzan en el saber porque se fían del maestro. Finalmente, la fe es el camino que hace posible el encuentro con el otro y posibilita la comunicación; sólo desde la confianza y la confidencia es posible el acceso a la intimidad del otro. La única manera de establecer relaciones con alguien, un ser humano o un dios si lo hubiera, es mediante la confianza y la aceptación mutua. Queda así claro que la fe religiosa se ancla en el movimiento más normal y más humano que podamos imaginar.
Por otra parte, una fe digna del ser humano, debe ser crítica. No puede uno fiarse de cualquier persona. Las hay que no son dignas de crédito. Pero eso no quita que otras sí lo sean, y que gracias a esta confianza, sea posible no sólo la amistad, sino cualquier tipo de relación que requiera de unos mínimos de honradez. También la fe cristiana es crítica y no tiene miedo de preguntarse por los motivos por los que nos fiamos de Jesús de Nazaret, por su realidad histórica y por la seriedad de su mensaje. La Iglesia, a través de su magisterio, nos advierte de lo peligroso que es el fideísmo, o sea, una actitud que excluye a la razón de la fe. La fe tiene sus razones.