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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

1
May
2011

La bienaventuranza eterna de Juan Pablo II

8 comentarios

La Misa de beatificación de Juan Pablo II ha comenzado con esta advertencia dicha en varios idiomas: “para crear el necesario clima de plegaria, se ruega se abstengan a partir de ese momento, de aplaudir y de agitar las banderas”. Aviso significativo, que sin duda pretendía evitar que la homilía fuera interrumpida con estrepitosos aplausos cada vez que el Papa nombraba a su predecesor. La advertencia no ha apagado del todo los aplausos, pero ha logrado que fueran bastante discretos. Los ha iniciado, al comienzo mismo de la homilía, el Cardenal Sodano, uno de los más estrechos colaboradores de Juan Pablo II. Por las imágenes de televisión parecía que se ha quedado con ganas de aplaudir más. En el banquillo de los Cardenales, encabezado por Sodano, faltaba el Cardenal de Valencia, Agustín García-Gascó. Se había desplazado a Roma para la ceremonia. Desgraciadamente ha fallecido mientras dormía, al parecer de un ataque cardíaco. Es la nota triste de la jornada. García Gascó fue un Pastor muy mediático y, aunque sus decisiones no gustaron a todos, en las distancias cortas era una persona amable y cariñosa, siempre y cuando no se tratasen asuntos que le contrariaban.

La homilía de Benedicto XVI ha sido un canto a la bienaventuranza de la fe, esa bienaventuranza con la que acaba el cuarto evangelio: “Felices los que crean sin haber visto”. La misma bienaventuranza que el tercer evangelio aplica a María: “Dichosa tú porque has creído”. Es una bienaventuranza en la que podemos y debemos sentirnos reconocidos todos los cristianos. Esta es “la bienaventuranza eterna de Juan Pablo II, que la Iglesia tiene el gozo de proclamar hoy”, ha dicho Benedicto XVI. La fe, añade la segunda lectura de la Misa de hoy, produce una gran alegría en quienes la viven, “un gozo inefable y transfigurado”. Al final, en la vida de un cristiano, eso es lo importante y eso es lo que queda. Y es, sobre todo, lo que el Señor valora. Por eso, es de agradecer que, incluso en un día que se prestaba a cantar las glorias de Juan Pablo II, Benedicto XVI haya sido discreto con su vida y se haya dedicado a orientarnos hacia lo esencial, hacia aquello en lo que todos podemos coincidir, hacia lo verdaderamente salvífico: la bienaventuranza de la fe.

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Caro Karol
1 de mayo de 2011 a las 15:58

Uno de los nuestros ya contempla en plenitud el Rostro de Dios. Y es motivo de íntima alegría por encima de las lógicas diferencias familiares. Un calambre de emoción ha recorrido el mundo. El gozo de la fe, que nos transmitió en su continuo fiat. Pasión por Dios y por el hombre.La santidad pasa por la plenitud de lo humano.Mirada y sonrisa que transparenta su profunda Unión con Dios. Por la alegría y la belleza - ¡un acierto la foto elegida para la ceremonia de beatificación: bello por dentro y por fuera ! Día de gozo, de empaparnos de esa Luz del Resucitado que ya difruta.

Emotiva la referencia personal de Benedicto XVI a su amistad en la homilia,: "Su profundidad espiritual y la riqueza de sus intuiciones sostenían mi servicio. El ejemplo de su oración siempre me ha impresionado y edificado: él se sumergía en el encuentro con Dios, aun en medio de las múltiples ocupaciones de su ministerio. Y después, su testimonio en el sufrimiento: el Señor lo fue despojando lentamente de todo, sin embargo él permanecía siempre como una «roca», como Cristo quería. Su profunda humildad, arraigada en la íntima unión con Cristo, le permitió seguir guiando a la Iglesia y dar al mundo un mensaje aún más elocuente, precisamente cuando sus fuerzas físicas iban disminuyendo"

Beato Juan Pablo II, Caro Karol,ora pro nobis.

verdad garantía de libertad
1 de mayo de 2011 a las 17:49

La verdad es garantía de libertad, nos ha recordado Benedicto XVI en la homilía. Uno de los legados de Juan PabloII es no tener miedo a la Verdad, Cristo, Camino de la Iglesia.Juan Pablo II, puente entre tantas orillas. Tiempo de seguir caminando,en esperanza, de seguir despejando fronteras y muros, en nosotros mismos, dentro y fuera de la Iglesia. Contamos con su intercesión Beato Juan Pablo II,sí, te quiere -casi- todo el mundo.

josemaría esteve i pallarés,op
1 de mayo de 2011 a las 18:18


El Papa teólogo le ha dicho a su amigo el Papa Magno: "¡Dichoso tú,por que has creido!"
La FE de Juan Pablo II traslucía alegría,paz,amor...Se notaba cuando lo veías y escuchabas. Era bien visto por creyentes y no creyentes. El Beato Juan Pablo II ha celebrado la Pascua con el Señor Jesús.
"Empujaban y empujaban para derribarlo,pero el Señor le ayudó."

Dvqe
2 de mayo de 2011 a las 00:58

¡¡Menudo Papa!!
Lo de Magno seguro que no sería de su entera satisfacción, y creo que no necesita ningún 'añadido'. El más querido, simpático, entrañable... y lo más importante, el que a muchos ha llevado a la Fe.
Su ausencia es como un silencio de Dios. Como él decía, nos ha tocado vivir tiempos difíciles, y ojalá ese Gran Silencio sea para que el Señor nos dé una Palabra sobre Él, que a todos lleve a la Esperanza.
JPII... te quiere todo el mundo.

beato Juan y un modelo de Iglesia
2 de mayo de 2011 a las 09:52

Fray Martín, siempre tan exquisito y diplomático, teniendo en cuenta el trato discriminatorio que Beato Juan ha dado a las órdenes tradicionales, dominicos - ¿ por aquello del espía dominico de beato Juan ?, jesuitas , carmelitas,-conflicto de las "maravillosas" en el carmelo femenino- apoyando a movimientos neoconservadores como Opus, neocatecumenales, San Egidio,focolares Sonschttat. Benedicto XVI ha corregido ligeramente estas preferencias
¿ Se ha beatificado un determinado tipo de Iglesia? ¿ Por qué se beatifica a Jerzy Popieluszko capellán de Solidaridad, y en espera todavía Monseñor Romero, siendo ambos mártires, asesinados en la defensa de su fe? ¿ Iglesia piramidal versus Iglesia pueblo de Dios? Muchas más cuestiones se plantean al filo de esta beatificación, en la que parece se marca el perfil del futuro próximo de la Iglesia. Seremos corteses y diplomáticos, fray Martín

Va a hacer falta la intercesión de beato Juan y de toda la corte celestial en favor de la Paz, con Bin Laden muerto, y el tsunami fundamentalista consecuente y previsible . Y reavivar necesariamente el espíritu de Asis, en el próximo encuentro promovido por el sabio y prudente , - ayer amigo emocionado- Benedicto XVI. Que Beato Juan interceda por la Paz, por todos, desde su bienventuranza eterna.¡ Y a seguir caminando en este Tiempo Nuevo !

con los trabajadores
2 de mayo de 2011 a las 10:17

1 de mayo de 2011.Coincidiendo con la beatificación de Juan Pablo II los trabajadores celebraban el día del trabajo. Tener un trabajo, un lujo no al alcance de todos, en tiempos de crisis que muestra la perversión de un sistema social y laboral perverso. El mismo Karol Wojtila trabajó de picapedrero en su juventud. Laborem exercens, encíclica escrita por Juan Pablo II, nos recuerda la dignidad de la persona en el desempeño de sus funciones laborales: “
“la Iglesia está vivamente comprometida en esta causa, porque la considera como su misión, su servicio, como verificación de su fidelidad a Cristo, para poder ser verdaderamente la «Iglesia de los pobres». Y los «pobres» se encuentran bajo diversas formas; aparecen en diversos lugares y en diversos momentos; aparecen en muchos casos como resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano: bien sea porque se limitan las posibilidades del trabajo —es decir por la plaga del desempleo—, bien porque se deprecian el trabajo y los derechos que fluyen del mismo, especialmente el derecho al justo salario, a la seguridad de la persona del trabajador y de su familia.(Laborem exercens, 10).
Que nadie intente apropiarse del legado ni la figura universal del Beato Juan Pablo II. Nunca olvidó sus orígenes humildes

asignatura pendiente
2 de mayo de 2011 a las 12:42

Pues su visión sobre la mujer quedó algo alejada de la del propio Jesús. Tambien la de su sucesor B 16. Ahí si que a sus Santidades han formado un entramado misógino de lo más apañado. Ya se verá si es tema cerrado. O si para entonces quedan mujeres planchando corporales. Perdieron a los obreros, y las generaciones de mujeres jóvenes les ven como dos abueletes, más o menos adorables, pero lejos de la evolución de la mujer, de las mujeres reales, incluidas las católicas. Esas que ya no quieren ser princesas, y que han visto el peligro de que las suban en un pedestalito, para luego dejarlas aparte. Nadie se ha preguntado por la virginidad de la recien casada y futura reina de Inglaterra, despues de largos años de convivencia pre-marital con el futuro representante de la Iglesia Anglicana. Y todos cristianos.

Despues del vuelo en Plaza de San Padro ayer, el aterrizaje a la vida cotidiana eclesial hoy, siglo XXI. 6 asistentes a misa de 9. Mujeres más allá de los sesenta. Esta es la realidad.

¿ O ya solo se dirigen a mujeres neocon, esas que pueden permitirse cargarse de hijos, con recursos para la crianza?

De las asignaturas pendientes no se libra nadie. Ni Papas, ni Beatos. ¡ Que goce de su bien ganada eternidad, Beato Juan ! Contamos con su Santidad, que esto está tan chugo como lo dejó. Y pintan bastos para una larga temporada.

javier langarita
3 de mayo de 2011 a las 11:34

En un pontificado de casi treinta años siempre hay luces y sombras.
Personalmente, agradezco como bien dice Martín, que la homilía se centrara en el Evangelio y no en la persona.
Creo que Juan Pablo tuvo errores y aciertos. Fue implacable con la teología de la liberación ( yo creo que por sus demonios comunistas), y en todo lo concerniente a la moral.
Tuvo dos buenas intuiciones, a mi modo de ver : la iglesia misionera en torno a la figura del Papa, y la conexión con la juventud.
Fue un impulsor y dinamizador de eso difuso que se denomina "nuevos movimientos ecelsiales": Opus, Comunión y Liberación, Camino Neocatecumenal, etc. grupos que en su diversidad tienen un hilo conductor bastante conservador y excluyente; y trato regular a las ordenes religiosas tradicionales, sobre todo dominicos y jesuítas, quizás porque estaban varios pasos adelante respecto a sus planteamientos.
Para acabar quiero subir un tuit de alejandro jorodovsky que ayer me dio que pensar: "Creo que un verdadero santo detestaría ser beatificado". Esto ya es mío, de verdad los hombres nos creemos con autoridad suficiente para canonizar a unos sí y a otros no. Pienso en Bartolomé De las Casas.

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