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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

10
Ago
2014

Información religiosa

5 comentarios

A veces parece que los medios de comunicación solo se interesan por un aspecto de lo cristiano, y no precisamente por el más decisivo, a saber, las cuestiones relacionadas con la moral sexual y familiar. En ocasiones los representantes más cualificados de la Iglesia contribuyen a dar la imagen de que lo único que importa en la fe cristiana son precisamente las cuestiones de tipo sexual. El Papa Francisco ha advertido sobre lo contraproducente que puede ser dar la impresión de que ese es el gran tema que preocupa a la Iglesia.
 

Falta equilibrio en la presentación de la fe católica. A veces los culpables de esta falta de equilibrio somos los propios creyentes. No es extraño que esta falta de equilibrio se refleje en los medios. Aunque por otra parte, también es verdad que a los medios no les interesa lo fundamental de la persona y del mensaje de Jesús. De hecho, cuando hablan de Jesús suelen incidir en aspectos totalmente secundarios: hablan de la sábana santa; o de sus supuestos hermanos, o de si estaba casado. Y encima tratan estos asuntos de forma sensacionalista. Ya sé que los medios no están para catequizar, pero es bueno que seamos conscientes de ello, ya que sus intereses no siempre coinciden con los verdaderos intereses creyentes.
 

Cuando en los medios se hable poco de Obispos, de curas, de comuniones de divorciados o de homosexualidad, entonces será un signo de que en la Iglesia las cosas funcionan desde la normalidad y no desde la crispación y desde intereses de segundo nivel. Cuando lo eclesial deje de interesar, será un signo de que la Iglesia se centra en Jesucristo. Cuando sólo se habla de cuestiones eclesiales es porque algo no va bien en la Iglesia. Los medios son un buen baremo para saber si la Iglesia está centrada en Jesucristo. Si la Iglesia es protagonista, no hay que echar la culpa a los medios. La culpa es de la Iglesia que, para bien o para mal, normalmente para mal, asume este papel y da pié a que se hable de ella.
 

La Iglesia no debería ser noticia. Ella debe ocultarse para que resplandezca su Señor y el Evangelio de su Señor. Cuando se habla de la Iglesia para mal, no deberíamos dar la culpa al mensajero, sino preguntarnos qué hace la Iglesia (qué hacemos los que somos Iglesia) para estar en el candelero. En el candelero quién debe estar es la luz de Cristo. Cuando la cuestión de quién va a ser el próximo Obispo de una diócesis, va más allá del interés de las comunidades cristianas y se convierte en un asunto social y político, algo no va del todo bien. Ya sé que es inevitable que un nombramiento episcopal sea noticia. Ya no es tan inevitable que, una vez nombrado el prelado, éste sea la única noticia, la noticia permanente de la Iglesia. Cuando importa más el ministro (el menor, el servidor) que la comunidad, algo no va del todo bien en la Iglesia.

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Juan
10 de agosto de 2014 a las 06:27

"Algo no va del todo bien en la Iglesia". Algo? De cualquier forma, sigue la misión redentora de Jesus en la eucaristía cotidiana, que es la mejor noticia. En mi pueblo natal, celebran dos, un minuto aparte una de la otra, y es aquí donde yo tengo problema con el cura de la parroquia y los compatriotas de Abanqueiro. Los feligreses presionan al sacerdote para que le tenga misas mensuales por sus difuntos y asi se vayan al cielo cuanto antes.. Fray Martin: un poco fuera de tema, pero el tiempo de merecer
no termina con la muerte? Y si, es bueno rezar por los muertos, Porque al asistir a misa se nos perdonan los pecados a los vivos; pero no hacen falta dos, una seguida de la otra en el mismo templo y con los mismos asistentes, pues la eucaristía tiene valor redentor infinito. Ciertamente "algo no va del todo bien en la Iglesia" "Del mas alla no sabemos nada", me dijo el cura. No podemos cargarnos la libertad del hombre, y debemos arreglar cuentas en este mundo, creo yo

El dedo en la llaga
10 de agosto de 2014 a las 09:35

Si hay mucho desequilibrio, debe ser por hay mucho des-equilibrado digo yo....

La samaritAna
10 de agosto de 2014 a las 13:24

Totalmente de acuerdo con la entrada. Si tanto hincapié se hace en las cuestiones de forma es porque el fondo no brilla, y el fondo es Jesús. Él es quien debería importar, él y su mensaje como motor de la comunidad cristiana. Pero esto desgraciadamente pasa en todas las confesiones. En la iglesia del G12, de signo supuestamente evangélico y vinculado a la teología de la prosperidad el templo de Myami se llama Iglesia del rey Jesús. El pastor Guillermo Maldonado y su esposa Ana son unas auténticas estrellas cuando se suben a predicar y sobre todo ella es una de las reinas de youtuve. Pero porque les gusta llamar la atención, tener fama y poder. Si uno escucha sus prédicas se dará cuenta de que a Cristo lo mencionan muy poco, y casi siempre para relatar sus propias visiones nocturnas, en las que no se ve al Cristo humilde y sencillo que nos narran los Evangelios, sino a una especie de Rambo vestido con traje de general, con boina incluida. Por eso no culpemos al mensajero, si es la propia iglesia la que crea espectáculo con cuestiones intrascendentes y da prioridad a algunos iluminados por encima de las necesidades de la comunidad cristiana. Los medios se limitan a reproducir lo que les llega.

Anónimo
10 de agosto de 2014 a las 18:08


Es siginificativo que en RD resalten, Fray Martín, sus posts más mediaticos, como este. Cuando usted escribe sobre el mensaje evangélico puro y duro, ah, eso parece que no es "periodistico". Como la bendición de la unión de pareja de un profesor de religion gay por su obispo- RD-. Eso si que trae entradas, polémica, y comentarios, y me gusta.
Verano es una buena época para conectarnos con nuestro interior más profundo.Ir al encuentro de Quien nos da la vida, y nos espera. Quizá así nuestras conexiones en la red, no sean solo conexión, sino conocimiento, encuentro interpersonal , siendo Él la Fuente que nos alimenta. Y eso pasa por la discreción.
Como nos recuerda la liturgia de hoy, en la suevidad de la brisa, nos espera Él. Tambien en el ciberespacio.

Gracias Fray Martín. Siempre distinguiendo las voces de los ecos

¡ Buen verano !

Jairo del Agua
12 de agosto de 2014 a las 03:04

"Cuando importa más el ministro (el menor, el servidor) que la comunidad, algo no va del todo bien en la Iglesia".

Pero eso es lo contrario a la realidad que vivimos. Sigue en vigor un clericalismo dominante, prepotente y hasta excluyente. Te podría contar varios casos de última hora.

Evidentemente las cosas no van bien, ni progresan adecuadamente, más bien suspendemos... Una pena.

Gracias por tus claras aportaciones, amigo Martín.

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