Jun
Impuesto revolucionario en Jerusalén
1 comentariosSin duda los peregrinos acuden a Tierra Santa buscando una vivencia religiosa. Prácticamente todos los grupos celebran diariamente la Eucaristía en alguno de los lugares visitados. Y en los otros hacen una oración, acompañada de cánticos alusivos al acontecimiento que evoca el lugar. Ya lo he dicho en anteriores entregas: en todas partes hay comercio, una oferta que responde a una demanda. Pero lo que no me parece de recibo es la presión o el chantaje.
La Vía Dolorosa de Jerusalén parece la vía comercial con más tiendas por metro cuadrado del mundo. Prácticamente todos esos comercios de “piadoso material cristiano” están en manos musulmanas. La Vía dolorosa es terreno musulmán. Si un grupo de peregrinos, en alguna de la estaciones del Vía crucis allí señaladas, desea rezar con un mínimo de tranquilidad, debe sobornar a algún guía musulmán, que acompaña a los peregrinos durante el tiempo del rezo y pone orden en un bullicio provocado y provocador. Pagar por rezar. Algo no encaja. Más aún: si los peregrinos quieren celebrar la Eucaristía –necesariamente de madrugada- en la Basílica del Santo Sepulcro, tienen que negociar con la familia musulmana, propietaria de la puerta de la Basílica, para encontrarla abierta. Como en Belén, también hay foto oficial. Ya sé que la mayoría de los peregrinos no se enteran de tales negociaciones, pero las Agencias con las que negocian el viaje sí tienen en cuenta los sobornos y las fotos a la hora de fijar el precio.
Una cosa sobre la Basílica del Santo Sepulcro. La distancia entre el lugar de la crucifixión, con hueco incluido en el que se puede meter la mano, y el lugar del sepulcro, es muy corta. Demasiado corta para mi gusto. Dicho de otro modo: no dudo de que por aquel entorno estuviera el Calvario. Pero cuando en este y en otros casos señalan un “aquí”, el visitante inteligente puede pensar en lo que se dice de toda buena encuesta científica: datos con un margen de error de más-menos (añádase la cifra que se considere oportuna).