Ene
Hablar de sexo para aumentar entradas
8 comentariosEn este año 2011 tengo la intención de mantener vivo el blog. Sin intentar ganar entradas por el camino fácil. Camino fácil, por ejemplo, es hablar de sexo en un blog religioso. Así como hablar de Dios en medios científicos produce un cierto morbo (y ahí está el libro de Richard Dawkins, en el que se cita a Dios en contadas ocasiones, pero son las ocho páginas en las que aparece la palabra las que han provocado un alud de ventas y comentarios), he comprobado que cada vez que aparece en el título de un post la palabra sexo las entradas suben. Hace dos años publiqué uno sobre unos padres que intercambiaban a sus hijas menores para practicar sexo. Este post que hay que rebuscar, dada su antigüedad, es el que más entradas acumula. Entradas sí, porque lectores es otro asunto bastante más serio e interesante.
Cuento otra anécdota. En Valencia hay una revista eclesiástica, bastante independiente, y por este motivo ha tenido algún que otro problema, que se titula Cresol. La recibe todo el clero de Valencia y la leen muchos laicos. Llevo escribiendo en esa revista, que va a publicar en febrero su número 100, casi desde su fundación. En el penúltimo número el director me hizo una entrevista, con una pequeña foto, titulada “Ser sexuados”, y en la que me preguntaba sobre el “eros y el ágape” (términos clásicos utilizados por Benedicto XVI en su encíclica Deus caritas est) aplicadas a la vida de los presbíteros. Me sorprendí cuando un presbítero me felicitó por haber “salido en Cresol”. Soy un ingenuo y pensé que hablaba del otro artículo mío que había en el número. Por el intercambio que tuvimos quedó claro que no se había enterado de que había publicado más de 80 artículos breves en la revista. Escribes, escribes y escribes, y no te leen. Pero pronuncias la palabra sexo y se enteran de que existes. Una pena.
Declaración de intenciones en este primer post del año nuevo: El blog sigue adelante desde la libertad de palabra y buscando decir una palabra libre. Voy a seguir fiel a mi estilo, alternando comentarios doctrinales con otros relacionados con la actualidad eclesial y religiosa.