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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

13
May
2007

Falta evangelización

12 comentarios
En su viaje a Brasil el Papa ha hecho notar a los obispos la urgente necesidad de una adecuada evangelización. Según el Papa “la causa principal” de muchos abandonos de la Iglesia “es la falta de una evangelización” que presente con claridad la persona y el mensaje de Jesucristo. Y añade: “los fieles bautizados pero no evangelizados… poseen una fe frágil y, a veces, confusa, vacilante e ingenua”.

La evangelización comporta cercanía, capacidad de escucha, hablar desde la propia experiencia del oyente, mostrarle de forma efectiva la caridad de Cristo. Y presentar las verdades reveladas de forma que iluminen la inteligencia. No basta comunicar “experiencias de fe”, dice el Papa. Hay que ofrecer algo más que supuestas experiencias de conversión o fórmulas fáciles que parecen solucionarlo todo. Cuando uno regresa a sus rutinas, a las preocupaciones de cada día, a lo prosaico de la vida, a los problemas que siguen estando ahí; cuando con el tiempo uno se hace preguntas sobre la verdadera eficacia de la oración, cuando descubre que Jesús es un salvador exigente, comprometido y comprometedor, que nos llama a la responsabilidad fraterna y al amor también a los enemigos, o cuando se cae en la cuenta de que la Escritura no es un recetario o devocionario piadoso, sino un libro complejo y lleno de tensiones, cuando incluso descubre que los pastores no son tan santos como parecen, entonces el corazón caliente que dejan algunas predicaciones no sirve. Sólo una mente iluminada encuentra respuestas y mantiene el ánimo en medio de crisis y dificultades. De ahí la necesidad de una predicación con contenidos y de tener pastores, catequistas y profesores de religión que, además de buena voluntad, tengan formación teológica de alto nivel unida a una buena capacidad de adaptación.

La gente busca respuestas serias. Busca también comunidades donde se viva el amor y se celebre la fe. ¿Es esto lo que fomentamos en España? ¿Las palabras del Papa son aplicables a España? Se abre el turno de opiniones.
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joan
13 de mayo de 2007 a las 14:12

Gracias Fr. Martín por dejarnos este espacio de palabra. Mi opinión es que las palabras del Papa deben ser aplicables a España.Y promover esa "evangelizacion capilar" de la que habla el Papa en Brasil. Evangelización capilar,que evangelice desde la raiz.Raiz del cabello que se inserta en la cabeza: la evangelización debe recorrer todo el cuerpo místico, desde la cabeza, la raiz, hasta la última punta del último cabello, del último creyente, aquel más marginado. Y su energía es el Amor de Cristo Resucitado. Volver a la Fuente, a las fuentes, a la Raiz. Evangelización capilar, evangelización de la Buena Nueva que infunda nueva energía y brillo a la fe , a veces sofocada por crispaciones propias de otros ámbitos.Que haga retornar a la Iglesia a aquellos que se fueron. Que vuelva a alumbrar la luz de la esperanza en quienes la creían apagada. Que el Espíritu del próximo Pentecostés nos ilumine en la evangelización de este tiempo nuevo. Un saludo

jl y mn
13 de mayo de 2007 a las 15:27

Por supuesto, Martín, tan acertado como siempre en el análisis, pero sobre todo en insinuar las soluciones. No nos ahorras como es habitual en tí el esfuerzo de la madurez cristiana para encontrar las propias respuestas. En cualquier caso, los responsables primeros de la evangelización - los obispos, ya que se dicen y consideran sucesores directos de los apóstoles- no van en esa línea. El día que se produzca el "desplome institucional" que muchos anuncian veremos. En cualquier caso leerte da siempre ánimos y esperanza.

Bernardo
13 de mayo de 2007 a las 15:48

Por mi parte voy a plantear algunas cuestiones: ¿Es posible evangelizar mediante una sacramentalidad adaptada a los usos sociales, léase comuniones y matrimonios principalmente? ¿No deberíamos tomarnos en serio la presencia de Dios en la Iglesia por los sacramentos de modo que estos no se puedan vulgarizar como lo estamos viendo? ¿Por qué no volvemos al origen y unimos los tres sacramentos de inciación en un acto eclesial de acogida de creyentes adultos, responsables y libres? ¿La Buena Noticia tiene más relación con el preservativo o con el amor?, en todo caso, como ya se dijo "el que esté libre de pecado...", si las encuestas no mienten, el 95 % de las parejas utilizan algún método anticonceptivo y de esas, la inmensa mayoría se declara católicas, ergo...

JMValderas
13 de mayo de 2007 a las 18:33

Querido Gelabert sin intentar constreñir el pensamiento del Pontífice, solamente abundando en tu énfasis, siguiendo a Benedicto XVI, de una catequesis teológica más necesaria hoy que nunca (basta leer incluso algunos comentarios en estas mismas páginas), permíteme traer a colación aquel texto de san Agustín, del “Comentario literal sobre el Génesis”, donde se quejaba de que los cristianos ofrecen una interpretación elemental, pobre, de la Escritura, hasta el punto de caer en opiniones absurdas que son motivo de mofa por parte de los paganos, a quienes en teoría tendrían que evangelizar: “Conocer algo sobre la tierra, los cielos y otros elementos del mundo, sobre el movimiento y órbitas de las estrellas (habla desde una cosmología ptolemaica)…Resulta desagradable y harto peligrosa, prosigue el santo, para el infiel la interpretación que del significado de la Escritura ofrecen ciertos cristianos…” En la base, hemos sustituido el kerigma, que supone una visión enteramente nueva del hombre y del universo, centrada en el amor de Dios uno y trino, por una abulia ideológica seudouniversalista y parasolidaria, sin verdades doctrinales ni exigencias morales fundantes.

pablo
13 de mayo de 2007 a las 19:19

Me parece interesante la idea de Benedicto XVI sobre la "capilaridad", como metáfora de presencia evangélica. Al hilo de la reflexión de joan,continuo mi aportación. Los capilares partiendo de las grandes venas, llegan donde estas no lo hacen, aportando riego y vida a los tejidos. Quizá en estos tiempos sea necesaria esta presencia, esta forma nueva de hacer visible el evangelio. Viene a mi memoria las hermanitas-os del Cordero, entre otras, presencia viva " capilarizada" del evangelio en el tejido social. La "capilaridad", como signo flexible, itinerante, movil,de la presencia del evangelio adaptado a la sociedad polarizada en que vivimos.La misma itinerancia dominicana, tan necesaria para hacer llegar la Palabra a los foros más recónditos, incluido el ciberespacio. Quizá sea necesario como apuntaba Bernardo adecuar la vivencia sacramental. Y adaptar los caminos, las formas de vivir el evangelio, la vida religiosa, a fín de hacerla permeable como signo evangélico.Porque se trata que el agua viva del evangelio fecunde la tierra. No importa si el riego es por aspersión, por goteo. Lo importante es que el agua llegue para que el fruto germine. Que la sangre llegue a los tejidos, aportándoles vida. La capilaridad evangélica,riego fecundo del árido tejido social en que vivimos. Gracias P. Gelabert

Iñaki
14 de mayo de 2007 a las 13:51

Querido Martín. Hace mucho tiempo que no nos hablamos, pero te he leído.Me he decidido a participar en este foro (desde mi experiencia, siempre limitada), porque hablas, a menudo, "en positivo": no eres un "profeta de calamidades" (de esos abudan en exceso). Como cristiano, no necesito alguien derrotado y que no hable más que "de lo mal que está todo". Necesitamos lo que indicas en tu comentario: "Sólo una mente iluminada encuentra respuestas y mantiene el ánimo en medio de crisis y dificultades".
En este sentido, acabo de leer una biografía del Padre Arrupe, muy sugerente en todos sus páginas llenas tanto de optimismo como de tensió, pero, en cualquier caso, que viene a colación, lo que en un momento expresa. Para el Padre Arrupe, evangelizar más que hablar es ser, por ello, estoy de acuerdo, la evangelización "comporta cercanía, capacidad de escucha, hablar desde la propia experiencia del oyente, mostrarle de forma efectiva la caridad de Cristo".
Necesitamos resucitar la historia y la sociedad que estamos construyendo. Estamos hartos de personas que hablan, pero que no son. El mensaje se sostiene, en un tanto por ciento elevado, por la fidelidad y la moral de la persona que lo transmite y aquí es donde hacemos aguas: ¿estamos siendo estas personas de fe?. Debemos estar en el mundo, pero no ser como el mundo, acaso ¿no somos hijos de Dios?.
Un saludo,

ros
14 de mayo de 2007 a las 14:24

Querido Martín: Estoy de acuerdo con tu análisis de la situación preocupante de muchos cristianos de a pie, de muchas personas que nos observan desde fuera de la Iglesia, y de muchos de nuestros pastores. Yo desearía subrayar la importancia de una buena, transparente y significativa celebración de los sacramentos, comenzando por la Eucaristía. ¿Qué mensaje transmiten muchas de nuestras celebraciones cuando la homilía es un royo, (no entro en si bien preparado o no), que se pronuncia dirigiéndose a los muros del templo, o a esa esfera intermedia que existe entre las cabezas de los oyentes y el techo del templo, a veces con los ojos cerrados (es decir, sin dirigirse a las personas), con voz altisonante y engolada, nada propia de lo que debiera ser la comunicación de una Buena Noticia?... ¿Y qué mensaje se transmite cuando los ritos y los textos de los distintos rituales, empezando por la Misa, se realizan de forma rutinaria, de prisa, como quien se los sabe de memoria, sin mostrar que se está hablando personalmente con Dios?... Muchos cristianos, y muchas personas en general, creo que no practican porque los sacramentos, tal como los celebramos, no les dicen nada, no son un instrumento para relacionarse con Dios…

Juanjo
14 de mayo de 2007 a las 22:27

Cierto; ¿Cuantas veces seguimos oyendo que la teología no sirve para nada?. ( en orden a la conversión de los demas).
Creo que Cada persona necesita una forma particular que la incite a la conversión. A alguien le puede bastar un testimonio, a otro una predicación, pero a otros muchos, tambien "razones para creer". El dialogo fe, razón y ciencia siempre será necesario. Y claro, hace falta una gran preparación, entre otras muchas cosas.
Los grandes santos han sido excelentes teólogos.

Etch
15 de mayo de 2007 a las 00:44

Espectacular Martín,espectacular. Si Dios doto al hombre de inteligencia ¿Por qué no utilizarla para buscarle?

antonio
16 de mayo de 2007 a las 18:48

Da que pensar que Santo Tomás al final de sus días quisiera quemar la Suma Teológica, despues de una profunda experiencia de Dios...quizá la teología por si sola, no es la última palabra sobre Dios

yu
17 de mayo de 2007 a las 12:55

Adaptación y formación de alto nivel. Son claves. El problema es que se entiende por adaptación y qué por alto nivel de conocimiento. Desde luego no creo que lo sea el fanatismo de los grupos más conservadores que defienden la ortodoxia por encima de la misma persona.
Martín es usted un fenomeno.Ojala hubiera muchos predicadores asi.

Adriano
21 de mayo de 2007 a las 03:34

Evangelizacion.. Es la palabra que tengo en mi mente todos los dias, pero la evangelizacion que encanta es la que se hace en cada casa, en cada bendicion de la mesa, en cada familia, en fin.. la evangelizacion PERSONAL. Donde hay necesidad de escuchar la palabra de Jesus, donde se nececita sonreir.. Ahi se debe evangelizar.. Llegar con sencillez en el corazon y en el espiritu de todos los que quieren ver la luz o volver a la luz. Hermanos mios.. Manos a la obra.

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