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¡Esto sí que es un recibimiento!
5 comentariosNoticia reciente que no ha sido aún publicada: Una monja dominica contemplativa de 87 años, regresa a su Monasterio, tras haber pasado una semana en el hospital para ser operada de una fractura de fémur. Prácticamente todas las monjas bajaron a la portería para recibirla, festejando su regreso. La enferma, debido a los achaques de su edad, no se enteraba mucho. Pero los enfermeros que la trasladaban y la subieron a la enfermería conventual, comentaban sorprendidos: “¡Esto sí que es un recibimiento! Acabamos de llevar a un viejito que no tenía a nadie… ¡Qué pena!”.
Esa caricatura (que no sé de dónde viene) de que monjas y frailes entran sin conocerse, viven son amarse y mueren sin llorarse, en sus dos últimas partes no es verdad. Cierto, en los conventos hay de todo. ¿O alguien se imaginaba otra cosa? El paraíso terrenal nunca ha existido. No es menos cierto que en los conventos hay un más que aceptable nivel de normalidad. Desde esta base es hasta posible encontrar, en más de un lugar, parábolas que señalan “desde lejos” esa fraternidad a la que el Evangelio nos insta. En los conventos hay alegría, interés por los hermanos y, cuando alguien lo necesita por enfermedad o cualquier otro motivo personal, la comunidad se gasta lo que no está presupuestado. Las religiosas y religiosos han entrado buscando sinceramente al Señor y dispuestos a trabajar por su Reino. La acogida que tuvo la hermana es una pequeña muestra del buen ambiente fraterno de su Monasterio y del amor sincero que mutuamente se profesan las hermanas.
Soy consciente de que el recibimiento de la hermana no es la noticia del día. Algunos de mis sagaces lectores aluden (en los comentarios al anterior post) a esas noticias llamativas con las que nos hemos despertado esta mañana: los abusos de menores en la Iglesia alemana, con referencias a apellidos famosos; o la reciente entrevista a los hijos y la esposa de Marcial Maciel (¿cómo se puede llevar una doble vida, abusando de los propios hijos, y no enterarse sus colaboradores más inmediatos?); e incluso la solidaridad de casi todo el clero de Guipúzcoa con José Antonio Pagola. Esas son las noticias, pero disfruten de la que yo les ofrezco, y respiren un poco de aire puro en este ambiente eclesial enrarecido.