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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

20
Nov
2007

Equilibrio y sosiego

13 comentarios
La noticia eclesial de hoy es el discurso de Mons. Ricardo Blázquez a la Conferencia Episcopal Española. La prensa ha destacado dos datos importantes de su parlamento: la necesidad de pedir perdón “ante actuaciones concretas” ocurridas “durante un periodo agitado y doloroso de nuestra historia”; y el recuerdo del Cardenal Tarancón que “buscó siempre la concordia, respetando la pluralidad y fomentando el diálogo”. En el discurso hay otro tema de sumo interés: la acogida a los inmigrantes en un país como el nuestro que ha pasado en pocos años “de ser país de emigración a ser uno de los países de Europa con más elevado número de inmigrantes”.

Si tuviera que destacar algo del discurso de D. Ricardo sería su ecuanimidad, su capacidad de comprensión, su altura de miras, su equilibrio. Vale la pena leerlo completo para situar en su contexto algunas expresiones significativas: guerra fratricida; cada grupo humano tiene derecho a rememorar su historia; no es acertado volver al pasado para reabrir heridas; afirmación de la propia identidad de manera no agresiva; reconocer las propias limitaciones y pecados, cambio de actitud y propósito de enmienda; la beatificación de los mártires no supone desconocimiento ni minusvaloración del comportamiento moral de otras personas; los mártires, situados ante una alternativa no deseada ni provocada por ellos; las migraciones son uno de los signos de nuestro tiempo; un inmigrante no es sólo mano de obra, es ante todo persona; Tarancón, hombre a quién pusieron en un puesto difícil en un momento difícil.

Blázquez huye de posturas extremistas y busca puntos de encuentro. Su discurso sosegado y sin estridencias, acogedor y comprensivo, ofrece una imagen creíble, dialogante y evangélica de la Iglesia. Otros verán connotaciones políticas o electorales a este discurso. A mi, en cambio, me ha parecido un modo de practicar eso que recomiendan algunos autores del Nuevo Testamento: insiste a tiempo y a destiempo, sí, pero no de cualquier modo, sino con toda comprensión y pedagogía, sin perder nunca el control, soportando lo adverso (2 Tim 4,2-5), con buenos modos y respeto (1 Pe 3,16).
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jerónimo
20 de noviembre de 2007 a las 16:36

Gracias Profesor Gelabert por sus palabras de apoyo a Mons Blazquez, tan injustamente denostado. Equilibrio y sosiego, necesario, como el pan de cada día, emana de su persona, de sus palabras. Y en tema tan sensible como la memoria histórica, las beatificaciones, los mártires de uno y otro lado. Recuerdo y homenaje a Tarancón y su inestimable labor en la Transición española. Me adhiero plenamente al mensaje de este post. Paz para todos en este 20 de noviembre.

aprendiz de tomista
20 de noviembre de 2007 a las 17:33

Ha sido un gran discurso el de Mons. Blázquez, desde luego.

enrique
21 de noviembre de 2007 a las 01:07

¿Por qué este perfil bajo en la celebración del centenario del nacimiento de Tarancón? Tarancón y el apoyo de Pablo VI hicieron posible la transición en la Iglesia del nacionalcatolicismo a la etapa democrática. Tarancón como ha afirmado Monseñor Blazquez en justa memoria y homenaje fué un don de Dios a la Iglesia y a la sociedad.
Gracias P. Gelabert por sus oportunas palabras

Oscar
21 de noviembre de 2007 a las 01:10

Dadas las circunstancias ha sido un discurso muy valiente. No me extrañaría que tuviera algún disgusto. Mons. Blazquez es uno de los buenos obispos, teólogo y pastor, que hay hoy en España.

Escalígero
21 de noviembre de 2007 a las 13:10

Esta discurso de Blázquez me hace recordar aquellas exclamaciones del pueblo de Burgos al paso del Cid, desterrado por Alfonso VI:"¡¡Qué buen vasallo si tuviera buen Señor!Sí, Blázquez es un buen señor, otros no lo son tanto y por eso tienen los vasallos que tienen.Gracias por tu ponderado, pero valiente posicionamiento" fray Martín.

Vicente Botella
21 de noviembre de 2007 a las 18:42

Martín, me ha alegrado tu acertado comentario sobre el discurso de D. Ricardo Blázquez a la Conferencia Episcopal Española. Creo que en estos tiempos revueltos y polarizados se precisan reflexiones sosegadas y equilibradas que tiendan puentes y no que los dinamiten sin más. Gracias por subrayar esta perspectiva "simbólica" con tus palabras. La necesitamos. Un abrazo

Bernardo
21 de noviembre de 2007 a las 20:08

No alcanzo a comprender el motivo de la alegría por unas palabras excesivamente comedidas. Ya en 1985 el pronunciamiento de la CEE era mucho más explícito cuando decía que no era oportuno el acto de beatificación de los mártires de la cruzada, sí como suena. Agradecemos a Blázquez su valentía, pero no comprendo que nos alegremos de los mínimos eclesiales en que vivimos. Es evidente que estamos muy mal cuando un discurso tan "suavecito" debe satisfacernos. Lo siento mucho, pero no puedo acepttar este conformismo. Me suena mucho a "política" y esta no es sino la "caricatura" de la ética. Por favor, volvamos al Evangelio.

JM Valderas
21 de noviembre de 2007 a las 20:23

Querido Gelabert Cuando se tiene la funesta manía de pensar e investigar, el espiritu anda a menudo sin sosiego. Mi tío Pedro Valderas era juez de un pueblo republicano. En plena guerra civil, con mi padre en el frente, casó a mis padres por poderes y por lo civil. Terminada la guerra, mi tío fue pasado por las armas. Por mi culpa, por los pasos que yo quería dar, mis padres tuvieron que casarse por la Iglesia contra la voluntad de mi progenitor, pues según el derecho familiar vigente yo era hijo ilegítimo. De la opresión, muchísimos no necesitamos lecciones. José M. Garganta me enseñó a juzgar con espíritu crítico las Cruzadas. Y hablamos largo y tendido sobre la polémica entre Maritain-Bernanos contra los dominicos de Salamanca, respaldados en Roma por Garrigou y otros fratres del Angelicum, sobre la naturaleza de la guerra desatada. Compete al cristiano pedir perdón. Pero no perdamos el horizonte. Sepamos discernir si se espera eso de nosotros o si se quiere que la Iglesia muerda el polvo.

Juan
22 de noviembre de 2007 a las 02:13

Muchos paises celebran hoy el día del HOLA. No sé si España es uno de ellos, pero es una invitación al saludo valiente: una buena medicina a las rencillas históricas del pueblo español. Es más saludable un hola que un tirito: preferible el diálogo a la guerra. Ya es hora que los españoles aprendamos a respetarnos y perdonarnos, olvidando nuestros errores pasados. Démosle el descando eterno a los muertos y mártires de la gerra civil y pronunciemos juntos un hola de hermanos. Un fuerte abrazo, Martín y comentaristas.

julian
22 de noviembre de 2007 a las 07:31

Cierto que no es para echar las campanas al vuelo, por la suavidad del discurso de Monseñor Blazquez. Pero mejor que un silencio cómplice. Y los tiempos son otros, como otros los protagonistas. Teniendo en cuenta que el Vaticano es un Estado, "algo" ¿mucho? de politica hay en juego. El juego de las formas. Y la CEE. entre otras cosas la delegación politica del Estado Vaticano. Si, sigamos buscando la utopía evangélica,la de Jesucristo más allá de discursos suaves o ásperos de sus representantes políticos. Nuestra esperanza. Saludos

d.f.n
23 de noviembre de 2007 a las 00:18

Una gran santa del carmelo teresiano, a la que profeso gran admiración, decía: «sólo en aquello que uno practica, puede guiar a los demás» (E. Stein). Pedir perdón es siempre una buena idea.

luis
24 de noviembre de 2007 a las 00:39

Por si había alguna duda, Martinez Camino "interpreta" que las palabras de Mons. Blazquez- el obispo -presidente- se han sacado de contexto.De pedir perdón Monseñor Blazquez nada de nada, según el portavoz, claro. No sea que de lo que se trate sea que la Iglesia muerda el polvo, como señala un comentarista ¡ Y hasta ahí podíamos llegar ! ¿ O es que alguien anda ya de precampaña en la CEE ? Desde un punto de vista evangélico, ¿Puede alguien jactarse de no pedir perdón ? ¿ necesita Monseñor Blazquez de estas puntualizaciones.? ¿ Será el silencio su respuesta?. Las matizaciones del portavoz no son fieles a las palabras originales de MOnseñor Blazquez.¿ Que fines persigue? ¿ O anda crecido el portavoz desde su nombramiento como obispo auxiliar? Aún auxiliar, aunque esté en campaña.

religioso
24 de noviembre de 2007 a las 09:09

La Confer, y los religiosos españoles apoyan la petición de perdón de Mons. Blazquez. (ver J.M.Vidal, el mundo.com). ¿ No será este apoyo de la Confer la causa de su salir a la palestra del insigne portavoz de la CEE, para resituar según el mirar de su particular catalejo el significado del perdón en el discurso de M. Blazquez? Y es que alinearse con posturas de la CONFER, debe producir sarpullidos en una piel tan delicada, antaño jesuita.

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