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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

7
Ago
2010

Domingo de Guzmán, hombre de paz

9 comentarios

A Domingo de Guzmán le han dado muchos calificativos. Me gusta el de “predicador de la gracia”. También le han calificado de primer inquisidor. Hoy sabemos que esto es imposible, porque la inquisición fue fundada por el Papa Gregorio IX doce años después de su muerte. Aún así, algunos historiadores insisten en que su celo precozmente inquisitorial no admite ninguna duda. Me parece una afirmación desventurada, pues Santo Domingo nunca entregó a nadie al “brazo secular”, o sea, no condenó a nadie a la hoguera, algo de lo que no se privarán los inquisidores. Es cierto que a algunos de los herejes convertidos les impuso severas penitencias, pero este dato hay que situarlo en el contexto de la época y verlo como resultado del ejercicio de su condición sacerdotal.
 

Hay un dato sorprendente en la vida de Santo Domingo. Las fuentes históricas guardan un absoluto silencio sobre cuatro años de su vida, los que van de 1211 a 1215. Los cronistas cuentan que antes de 1211 disputaba con los herejes en compañía del Obispo Diego. Después de 1215 relatan los hechos que culminan en la fundación de la Orden de Predicadores, confirmada a finales de 1216 por Honorio III. ¿Cómo es posible que durante cuatro años un personaje tan importante haya sencillamente desparecido de la historia? Precisamente porque no pertenece a la historia. La “historia” en estos años es otra: la cruzada. En ella estaban mezclados muchos eclesiásticos. Pero no Domingo de Guzmán. A él no se le nombra en ningún acto de guerra. Está ausente de concilios, conferencias y asambleas eclesiásticas que hacían balance de la situación, analizaban dificultades y buscaban soluciones. No está presente en asedios ni en acciones de gracias (con cantos del Te Deum) por los triunfos. No se le nombra en ninguna de las cartas que se enviaban o venían de Roma.
 

Domingo no existe para la guerra. Porque él confía en la fuerza de la Palabra. Y en la guerra lo que cuenta es la fuerza de la espada. Estos años en los que Domingo de Guzmán desaparece de la historia resultan muy significativos. Incluso hay quién dice que la decisión que posteriormente tomó, una vez confirmada la Orden, de dispersar a los frailes por el mundo, fue precisamente para que abandonasen Toulouse, la región entregada a la cruzada. En aquel contexto era imposible poner en práctica el ideal de la predicación evangélica. Domingo, hombre de paz, cuya única fuerza es la palabra.

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felicidades
7 de agosto de 2010 a las 11:32

Felicidades, Martín, y a toda la Orden dominicana en la fiesta de Domingo de Guzmán. Mil gracias por estar al servicio de la difusión de la Palabra,utilizando los medios adecuados en cada época. Como este blog Saludos cordiales

Manuel, hermano de la Comunion Betania
7 de agosto de 2010 a las 12:45

Manana tendré muy presente la familia dominicana en mi accion de gracias. Feliz dia!

josemaría esteve i pallarés,op
7 de agosto de 2010 a las 14:03

Mi habitación la preside un Pantocrator y un cuadro de nuestro Padre. Con frecuencia lo miro,me fijo en el,me hace pensar...que pensara de nosotros? ¿podíamos haber vivido de forma más fiel?,haber dado testimonio más transparente?,habernos encarnado mejor en el mundo actual?,haber estado más cerca del sufrimiento y los problemas de la gente?.....Sólo con culpabilizarnos,no preparemos en futuro. Que nos está diciendo Ntro Padre desde esta nueva situación,de inseguridad,de pesimismo, de pasividad de impaciencia?

Oscar
7 de agosto de 2010 a las 15:48

Santo Domingo predicador de la gracia, hombre de misericordia, también hombre de paz. Predicador que supo unir estilo de vida en pobreza con sabiduria doctrinal. Felicidades con motivo de su fiesta. Y gracias a usted, Padre, por todo lo que nos aporta.

Bernardo
7 de agosto de 2010 a las 21:34

Os felicito, me felicito, por que personas como Domingo nos hayan sido regaladas como signos de la presencia del amor de Dios entre nosotros y como faros que nos iluminen. Que tenga a bien el Señor seguir promoviendo hijos suyos y hermanos nuestros con tal porte de misericordia y compromiso.

Dvqe
10 de agosto de 2010 a las 00:47

¡Qué maneras tan diferentes de luchar!¡Qué modos de entregarse a una causa!

"As long as but a hundred of us remain alive, never will we on any conditions be brought under English rule. It is in truth not for glory, nor riches, nor honours that we are fighting, but for freedom – for that alone, which no honest man gives up but with life itself".

Así reza la declaración de Arbroath (1320), y aparentemente, el Papa Juan XXII prestó atención a los argumentos, un tanto retóricos, de ésta, aunque su influencia no debe ser exagerada. En parte por su intermediación se firmó un tratado de paz entre Escocia e Inglaterra. Lamentablemente la soberanía del pueblo no puede recurrir a otros medios (legítimos?). Sin embargo, no deja de ser sugerente. Aquí va en español.

"mientras queden al menos cien de nosotros, nunca seremos reducidos bajo el dominio inglés. No es en verdad por gloria, ni por riqueza, ni por honores por lo que luchamos, sino por la libertad -sólo por ella, que ningún hombre honesto entrega sino con la vida misma".

Valero
6 de agosto de 2022 a las 15:03

Me gusta eso de "predicador de la gracia" y reconozco en Martín ese carisma al haber escuchado su predicación desde hace cerca de cuarenta. Gracias Martín por ese celo tuyo por anunciar la gratuidad del amor de Dios, su misericordia y su paciencia y por recordarme tantas veces, que ante esta actitud de Dios mi única respuesta ha de ser tratar a los demás como Dios me ha tratado a mi.

Valero
6 de agosto de 2022 a las 15:08

Desconocía el apelativo de Sto. Domingo de "predicador de la gracia" y reconozco en él, a mi querido Martín, al que he escuchado cada eucarístía desde hace años. Gracias Martín por anunciar siempre el amor gratuito y misericordioso de Dios y por recordarme tantas veces, que mi mejor respuesta ante la predicación, es tratar a los demás como Dios me trata al mí.

M. Angeles Moreno Sanchez
11 de agosto de 2024 a las 18:39

Muchas felicidades en el día de Santo Domingo. Las en señanzas de los Dominicos me gustan mucho son tan clara y profunda para la vida espiritual que me hacen mucho bien. Muchas gracias y unida en la oración. ¿Como puedo recibir sus lecturas y en señaza?

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