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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

30
Jun
2010

Disolverse: objetivo de toda ONG

6 comentarios

El objetivo final de toda ONG debería ser disolverse, porque su trabajo ha dejado de ser necesario. Hay ONGs que se preocupan por los enfermos del tercer y cuarto mundo, por esos enfermos de los que nadie se ocupa, que no disponen de medios, que mueren por enfermedades que en el primer mundo se curan fácilmente. Si estos enfermos dispusieran de los medios que tenemos en los países ricos, las organizaciones benéficas no serían necesarias. Hay ONGs que denuncian las violaciones de los derechos humanos. Labor necesaria y urgente. Pero si los derechos se respetasen en todas partes, la ONG no tendría ningún trabajo. Lo mejor sería, pues, que las ONGs se quedasen sin trabajo. Eso significaría que la conciencia y el desarrollo humanos habrían alcanzado los niveles que esas organizaciones desean.

Ya San Agustín se expresaba de forma parecida a propósito de las obras de misericordia. Su objetivo es quedarse sin objeto. Decía el santo: “No debemos desear que haya pordioseros, para ejercer con ellos las obras de misericordia. Das pan al hambriento, pero mejor sería que nadie tuviese hambre, y así no darías a nadie de comer. Vistes al desnudo, ¡ojalá que tuviesen todos vestidos, y no existiese tal necesidad! Entierras a los muertos: ¡ojalá llegue pronto aquella vida donde nadie muera!”. Todos estos servicios, añadía Agustín, “se deben a las necesidades. Quita los indigentes y cesarán las obras de misericordia”.

Eso no significa que desaparezca el amor. En primer lugar, porque el amor es más auténtico cuando se dirige a quien no te necesita. Cuando ayudas al necesitado, de alguna manera, te pones por encima de él. El auténtico amor es el que se da entre iguales. Hasta Dios, para poder amar de verdad al ser humano, se hizo hombre como nosotros, se puso a nuestro nivel. Por otra parte ni las mejores estructuras ni la mejor justicia resuelven el problema fundamental del ser humano, que es la falta de amor. En las mejores estructuras es posible morir de soledad y la madurez humana no es proporcional al progreso técnico y político. Por eso, aunque el objetivo de las ONGs deba ser, finalmente, su disolución por innecesarias, siempre serán necesarias personas con un corazón amante, que sean reflejo del amor de Dios.

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Dvqe
30 de junio de 2010 a las 15:07

Uno no puede fiarse ya de lo que lee. Y peor aún, de las fuentes informativas. Por ello, muy a menudo intento alcanzar al Quién, más que al Qué.
Las ONGs representan una contradicción. Creo que debieran desaparecer, pero por un motivo más práctico: Mantienen el Sistema y son mantenidas por él, de ahí la contradicción (¿No Gubernamentales?)
Del muy sospechoso www.rebelion.org leí el siguiente artículo http://www.rebelion.org/noticia.php?id=22870, a su vez, basado en un video (extracto) http://www.youtube.com/watch?v=CtReMrd0uRw
Es teoría conspirativa, y quizá por ello muy plausible pero nada certificable.
Ya me dirán qué piensan.

perpetuo socorro
30 de junio de 2010 a las 20:44

creo que todos somos necesitados. Y por tanto nadie hay por encima de nadie. Si tu puedes dar algo es porque antes te lo ha dado alguiren a ti, empezando por la vida, los estudios, el poder....asiu que lo mejor es dar gratis lo que has recibido gratis, y tal vez el otro no le ha sido dado. Es justicia no misericordia. Pienso que tal vez la misericordia sea mas sufrir nuestros defectos unos y otros...

esperando el Ya
1 de julio de 2010 a las 08:30

Y llegado el momento, incluso la Iglesia- sacramento- se disolverá. Dios lo será todo en todos. Tiempo del ya.
Pero aún estamos en el todavía no, tiempo de esperanza. Y en esta secuencia de días y horas, todas las manos son pocas para hacer de este mundo un lugar habitable y digno para todo ser vivo que lo habita. Sea cual sea la motivación que las mueva. Los creyentes sabemos por la fe que son movidas por el mismo Dios. Quizá los católicos debemos aprender a trabajar codo con codo con toda la gente de buena voluntad que promueva el bien. "Tuve hambre y me disteis de comer..." no importa de donde provenga el pan: sacia el hambre. Quien sabe si con el tiempo se llegue a comprender que el único Pan que sacie el hambre, es Cristo, Pan de Vida. Sostenidos por la esperanza, sabemos que un día será Realidad Plena. YA. Saludos cordiales Martín Gelabert. Buen estío reparador.

Desiderio
1 de julio de 2010 a las 13:55

Es verdad: ¡ojalá todas las ONG’s desaparecieran por innecesarias! A mí me vienen a la cabeza un par de ideas. La primera es destacar, cuando ayudas al necesitado, lo difícil que es discernir entre lo que es verdadero amor y lo que es, como dices, esos matices de autocomplacencia, de orgullo, de sentirse necesitado, útil. La solidaridad es algo fenomenal, aunque ya digo, creo que es difícil separar lo puramente humano y complaciente con el verdadero esfuerzo y sacrificio por los demás. ¿Cuál es nuestra motivación última y profunda? Pregunta de muy difícil respuesta. Y lo segundo, en la línea de lo que apuntas al final, creo que la finalidad del amor no es sólo suplir deficiencias, carencias,… Creo que es algo más que llenar huecos. ¿Cómo sería un mundo en el que todas las personas vivieran con sus necesidades cubiertas, pero en el que no hubiera amor? Sería algo frío, metálico. Aun cuando no necesitáramos ninguna otra cosa, siempre necesitaremos amar y ser amados. Me planteo por qué otro motivo nos pudo haber creado el Señor. ¿Para cuidarnos y sentirse útil, o para amarnos y que le amemos? Sólo en el auténtico amor te das cuenta de que no eres ni mejor ni peor, te das cuenta de lo mucho que te falta y de lo que necesitas de los demás, y también de que lo que tienes no lo tienes para otra finalidad que no sea ponerlo a disposición de todos.

Bernardo
1 de julio de 2010 a las 14:56

Estamos en plena sintonía en esto, pero yo me atrevería a sustituir ONG por Iglesia, y seguería siendo válido. El objetivo final de la Iglesia es desaparecer, porque ella es el instrumento y no la finalidad a conseguir; ella es el medio, el sacramento, pero no la realidad última. Ojalá veamos el día pleno y definitivo en que veremos cara a cara y donde no sean necesarias ni las ONGs ni la Iglesia.

Ariadna
2 de julio de 2010 a las 02:26

Las ONG deberían desaparecer, por lo menos la mayoría ya que es un movimiento de dinero demasiado grande y a saber si se están aprovechando de nosotros sabiendo que tenemos un corazón blando y no endurecido como el de muchos faraones.

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