Logo dominicosdominicos

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

20
Abr
2025

Dios ha dado la razón a Jesús

0 comentarios
pascua2025

No es la cruz lo que explica la vida, las palabras y obras de Jesús de Nazaret. Es la vida, las palabras y las obras de Jesús lo que explica que terminara crucificado, condenado por las autoridades religiosas y civiles, ante la indiferencia del pueblo. Lo que fue la vida de Jesús es lo que explica su muerte. Tampoco es la resurrección de Jesús lo que explica su vida, sus palabras y obras. Lo que fue la vida y la muerte de Jesús es lo que permite comprender lo que pudo ocurrir tras su muerte. La vida de Jesús estuvo marcada por una idea de Dios, un Dios que ama en toda circunstancia, busca la oveja perdida, acoge a los pecadores, se solidariza con pobres y enfermos, se enfrenta a prácticas religiosas que abruman al ser humano. Lo que pudo ocurrir tras su muerte es una consecuencia de lo que Dios es, del Dios que le habitaba y que él anunciaba.

En aquel ambiente cultural y religioso, del que participaban también las y los discípulos de Jesús, hablar de resurrección de un muerto no tenía que sorprender demasiado. Pues bastantes corrientes teológicas de la época creían en la resurrección de los muertos. Pero las mujeres y los apóstoles no anunciaron simplemente la resurrección de Jesús, sino que a “este Jesús” Dios la había resucitado: “a este Jesús Nazareno, al que vosotros habéis crucificado, Dios le ha resucitado de entre los muertos”. A este que vosotros habéis rechazado y condenado, Dios le ha dado la razón, resucitándolo de entre los muertos. Lo sorprendente no era el hecho de una resurrección. Lo sorprendente era que Dios, al resucitar a Jesús, daba la razón a Jesús, se la quitaba a sus asesinos y se acreditaba como el Dios que Jesús había anunciado.

Los discípulos vivieron la muerte de Jesús como un fracaso y una derrota. Aquel en el que habían creído, en quién habían visto realizadas sus esperanzas, aquel que se había puesto al lado de los humildes para entregarles a Dios, un Dios que descalificaba al que anunciaban los escribas, los sacerdotes y los doctores de la ley, había perdido, había sido vencido. Quizás Dios era como decían los más fuertes, los que había matado a Jesús, puesto que siempre ganaban. La esperanza de las seguidoras y los seguidores de Jesús había muerto. En la medida en que Jesús se había identificado con una cierta idea de Dios, su muerte era la muerte de esta idea de Dios.

Pero de pronto experimentaron que estaba vivo. Entonces comprendieron del todo a su persona y a su mensaje. Y tuvieron el valor de anunciar que, si estaba vivo, eso significaba que su mensaje era el bueno, que Dios le había dado la razón, que las autoridades se habían equivocado. Y, por tanto, su camino era el que Dios aprobaba. Y que, en su seguimiento, era posible hacer que Dios se hiciera presente en quienes le seguían. Y si Dios se hacía presente en ellos, entonces era posible, en otras circunstancias, hacer presente a Dios en quienes les escuchaban. En otras circunstancias, claro, porque Jesús ya no estaba en la tierra. Estaba con Dios. Pero desde allí seguía animando a los suyos, infundiéndoles su Espíritu, acompañándoles en la misión. El Reino de Dios había llegado con Jesús y llegaba con todos los que se identificaban con Jesús.

Posterior


Deja tu comentario

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


Logo dominicos dominicos