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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

12
Jun
2023

Dios ama a sus enemigos

4 comentarios
amaenemigos

Después de Pascua hemos vivido dos domingos de transición que, en cierto modo, eran una prolongación de la Pascua: el de la santísima Trinidad, en el que hemos aprendido que Jesús resucitado está profundamente unido al Padre, por eso vino del Padre y regresó al Padre; y desde allí nos envía su Espíritu Santo, que es el alma de la Iglesia, la fuerza que la anima en su misión evangelizadora. Después hemos celebrado el domingo del “Corpus”: Cristo resucitado permanece con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, siendo la eucaristía uno de los modos de su presencia entre nosotros. El próximo domingo la liturgia recupera el ritmo del tiempo ordinario y enlazamos con el XI domingo del tiempo ordinario.

En el próximo post hablaré del evangelio que escucharemos este próximo domingo. En este quiero detenerme en la segunda lectura, tomada de la carta a los Romanos (5,6-11). En ella san Pablo recuerda la grandeza e inmensidad del amor de Dios, un amor que no tiene límites, precisamente porque es de Dios. Como nosotros somos limitados nos resulta difícil entender lo que puede ser un amor sin límites. San Pablo ofrece unas imágenes que pueden ayudar, aunque sea pobremente, a entender ese amor sin límites de Dios. El apóstol compara lo que, aunque sea rara y difícilmente, es posible que ocurra con una persona de bien, a saber, que alguien se sacrifique por ella y hasta se juegue la vida por ella, con un Dios que demuestra su amor dando su vida, no por los justos, sino por los pecadores. Y añade que Dios nos reconcilió consigo cuando éramos sus enemigos.

O sea, Dios nos ama no cuando somos justos, no cuando empezamos a serlo, no cuando nos proponemos serlo; Dios nos ama siendo nosotros pecadores. Porque Dios ama a sus enemigos. La sorprendente prueba de que los ama es que los reconcilia consigo. Según nuestros criterios humanos, lo lógico sería pensar que somos nosotros, pobres pecadores, los que necesitamos reconciliarnos con Dios. Pero lo que el apóstol dice es que es Dios el que se reconcilia con nosotros, el que toma la iniciativa, el que perdona antes de que se le pida perdón, y mantiene su perdón en toda circunstancia, aunque nosotros sigamos siendo pecadores.

Un Dios que ama a sus enemigos y da la vida por ellos es algo inaudito y sorprendente, que va más allá de toda imaginación. Sólo a esta luz se comprende que Jesús invite a sus seguidores a amar a sus enemigos si quieren ser hijos de este Dios. Porque los hijos se parecen a sus padres en su modo de actuar, en su talante, en su modo de ser.

¿Cómo es posible que Dios ame de este modo? Porque Dios es Amor. Y como es amor sólo puede amar. Si dejase de amar, dejaría de ser Dios. Otra cosa es si Dios quiere que seamos pecadores. No lo quiere. Ama a los pecadores, y porque los ama, los llama a conversión, los llama a aceptar su iniciativa de reconciliación. Pero si no se convierten los sigue amando, en ningún momento deja de amarlos, porque no deja de ser Dios.

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Hormias
12 de junio de 2023 a las 19:04

Amar a tus enemigos... Cuanto amor para hacerlo.. Casi siempre caemos.. Loconfieso es muy difícil y eso que lo intento
Gracias fray Martín

Maria
13 de junio de 2023 a las 12:45

Fantastico su comentario, gracias. Porque su manera de decirnos como Dios nos ama y nos reconcilia y nos busca aun en nuestro pecado, me compromete,me ayuda a confiar, a amarle en todas las circunstancias de mi vida. Gracias.

Mildred Alemán.
14 de junio de 2023 a las 08:13

Claro que es sorprendente el amor de Dios! Nos sorprende cada día, dándonos todo lo que diariamente recibimos por gracia y por amor.
Y, claro que nos es difícil comprender ese Amor porque aunque nosotros amamos, nuestro amor es imperfecto.
Pero Dios, que es Amor y que sólo puede amar, nos llama constantemente a amar y nos ha capacitado para hacerlo. Amemos!!! Y hagamos realidad en nuestra vida el Primer Mandamiento.
Gracias Fray Martín.

Jorge
14 de junio de 2023 a las 19:33

Estoy de acuerdo, sin embargo, no soy Dios para amar a los que desean el sufrimiento en el cuerpo que Dios me ha dado para cuidar ... En La Biblia el mismo Jesús pide al Padre: 'Perdonalos, porque no saben lo que hacen' ...

Si el mismísimo Jesús no dice a sus maltratadores 'Os perdono, como mi Padre os perdona' ... ¿Cómo puedo pretender yo ponerme por encima del Maestro y pensar que puedo reemplazar, perdonar y Amar como el Padre??

En todo caso, ante los maltratadores y destructores del Templo dado, solo puedo emular al Maestro y rogarle a nuestro Padre: 'Perdonalos, porque no saben lo que hacen' ... y dejándole La Voluntad, el Juicio y El Perdón a Dios ...

Si alguno se ofende por mi ignorancia en teología, pues, no hay problema en que no me perdonen, mientras, el perdón sea encomendado a Dios ... El me amó, ama y amará ... y su perdón concedido en eternidad inmemorial ... de no encomendar el perdón a Dios y creer que perdonan por su propia voluntad ... ¿no estuarian pretendiendo reemplazar en vuestra voluntad la voluntad de Dios??

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