Logo dominicosdominicos

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

13
Mar
2007

Derivaciones eclesiales de la política

12 comentarios
A veces me asalta la duda de si debería en este blog comentar sucesos de actualidad política con derivaciones eclesiales. Por ejemplo: la manifestación del pasado sábado en Madrid es un acto político, muy legítimo, sin duda, y con el que muchos lectores estarán de acuerdo. Pero se convierte en eclesial, en la medida en que eclesiásticos cualificados hacen consideraciones pastorales sobre el mismo.

Me tienta calificar de “rabiosa” esta actualidad. Rabiosa en el sentido de una redundancia superlativa del sustantivo actualidad. Y rabiosa también en el sentido de apasionada. O así me parece a mi una carta del Sr. Obispo de Huesca en la que califica a la gente que muy legítimamente se manifestó de “héroes hasta la virtud más generosa”, contraponiéndolos a “traidores hasta el egoísmo más desleal”.

Comprendo, por otra parte, que sea tentador aprovechar la justificación de “defender la vida” que ha hecho el Gobierno de la nación para conceder prisión atenuada a un terrorista. Pero no sé si nos cargamos de razón cuando contra argumentamos que este estar a favor de la vida debe manifestarse también no poniendo “más obstáculos para saber la verdad de la maraña confusa y confundida de otra matanza, el 11-M, cuya sospecha les mira”, por poner un solo ejemplo.

Me parece muy legítimo todo lo que sea utilizar los medios que la ley permite para defender lo que se considera bueno, correcto y santo. Pero creo que, desde el punto de vista eclesial, no podemos olvidar las distintas sensibilidades políticas que hay entre los católicos, supongo que en principio respetables, si no todas, muchas de ellas. Por la política no vale la pena perder ni el buen humor. Siempre me ha costado entender que sea más fácil perder las amistades por tener opiniones políticas distintas que por negar la existencia de Dios.
Posterior Anterior


Hay 12 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


lola
13 de marzo de 2007 a las 09:08

No creo que eso sea politica,sino simplemente justicia, aunque exista gente que "lleve el ascua a su sardina", todos lo hacen en un momento determinado
Ningún partido politico posee el sello de catolico, ni defiende la vida, ya que cuando gobierna el PP la Ley del Aborto sigue vigente, por poner un ejemplo, pienso que es mas comodo, barato y consigue mayor numero de votos, que parece ser lo unico que importa,
De todas formas, nosotros no somos de aqui, y por eso seguro que chocaremos con cualquier poder establecido, sino mala señal, si el Maestro choco con el poder establecido y nosotros no lo hacemos, ¿que eta pasando aqui?...no hacian lo mismo los falsos profetas.
Defender la vida, cuesta, y te hace parecer ridiculo, retrogrado y obsoleto, "fuera de onda"...y nadie te va a apoyar, ni tu Iglesia, ni nadie de tu Iglesia, el individualismo ha llegado a todos los rincones de la tierra, cuando deberiamos luchar por la comunión, "que sean uno como u y yo somos uno" es lo que quiso Jesus antes de morir ...tal vez no sirvio de mucho....

Marvin
13 de marzo de 2007 a las 09:47

Soy extranjero, y ni vivo permanentemente aqui, ni estoy aqui para quedarme, de hecho pronto vuelvo a mi tierra, sin embargo, conociendo, con datos históricos, la España del último siglo, y viendo lo que he visto en las últimas semanas, no puedo sino estar de acuerdo con el p. Gelabert. la política partidista está demasiado desgastada, aquí y en cualquier lugar, no vale la pena ensuciar un ideal tan noble y alto como el que pretende alcanzar la fe cristiana, con una ideología electorera, los señores obispos deben tener más cuidado, su responsabilidad política y orientadora de la sociedad no radica en hacer opcione de partidos, y menos sumarse a militar en un partida de manera tan abierta, en todo caso pueden dar orientaciones generales, pero que se olvide que la libertad del cristiano en sus opciones concretas, en cuenta las políticas, al fin y al cabo no puede ser coaccionado ni inducido de ninguna manera, y la carta del obispo citado por el p. Gelabert, no deja espacio a la libertad de su feligresía: o con el bien o con el mal; no hay posibilidad de discernimiento, el bien y el mal político está definido por la militancia en un partido o en otro. Poco se ayuda con estas posturas, por ello y por que su breve comentario puede ser aplicado en cualquier iglesia local, y también pienso en la mía, es que estoy de acuerdo con el sr. Gelabert.

JMValderas
13 de marzo de 2007 a las 10:10

Querido Gelabert Acostumbrado a trabajar con la exigencia constante de la contrastación observacional o experimental, o con la deducción matemática, reconozco que lo de las "distintas sensibilidades políticas" me produce cierta erupción cutánea, a modo de defensa inmunitaria. Compete al votante ser coherente con sus ideas, con su visión del hombre. Un votante católico no puede ser socialista en España. ¿Por qué hay miedo a reconocerlo? ¿Por qué hay miedo a declararlo? El programa socialista incluía propuestas, hoy convertidas en leyes, intrínsecamente perversas por contrarias al derecho natural y, por ende, a la doctrina de la Iglesia. Por ceñirnos a una básica: la ley sobre la manipulación embrionaria, vulgo clonación "terapéutica". Votar a un partido que presenta, y luego lleva a la práctica, es hacerse cómplice de ese atentado contra el hombre. No entiendo qué sensibilidad puede amortiguar semejante atropello. Tras ése han venido, y se sabía, otros muchos. No me parece coherente con el derecho natural ni con la revelación cristiana caer en un burdo relativismo so capa de "sensibilidad diferente". Esa postura coherente debe fluir, por supuesto, desde el mandamiento del amor. Lo uno no está reñido con lo otro. ¿Era menos misericordioso Cristo cuando echó a los mercaderes?

Anónimo
13 de marzo de 2007 a las 13:36

Te felicito, Martín, por tus puntualizaciones. A nadie de la Iglesia nos gusta disentir de la opinión de nuestros obispos, que repetamos y queremos, y cuyo ministerio valoramos y necesitamos. Pero en asuntos que sólo pertenecen a la prudencia, gran virtud ésta, la propia, decía santo Tomás de Aquino, de los gobernates, como es el caso que abordas, entiendo que comentarios como el tuyo son oportunos.Fray Juan José de León Lastra, O.P.

neferet
13 de marzo de 2007 a las 13:42

Señor Valderas, aunque me confieso votante conservadora no dejo de reconocer los méritos que determinadas políticas sociales e igualitarias tienen para la sociedad. El matimonio homosexual por ejemplo ha sido un gran avance a la hora del reconocimento de derechos a personas que estaban discrimindas. Jesús lucho contra la discriminación social.
La discriminación social, racial y de género también son un atentado contra el hombre, dejar que la gente muera de hambre, las condicones en que sobreviven los emigrantes, y muchas otras situaciones también lo son, y no veo que se convoquen manifestaciones por ello.
Fui a la manifestación del sabado, estuve en Génova rodeada de gente que estaba pacificamente protestando con por un acto que considerabamos injusto, pero no por eso dejo de reconcer que hay muchos otros actos injustos que hay que denunciar, incluidos los que se producen dentro de nuestra querida Iglesia (la notificación a Jon Sobrino es una de las más recientes).
Ampliar la mirada es un ejercio muy saludable.

JMValderas
13 de marzo de 2007 a las 15:39

Intento, por deformación profesional, llevar siempre cualquier cuestión al terreno de los principios. No he hablado de votar un partido, ni de la manifestación. (Por cierto, mi mujer, profesora de filosofía y de ética en una institución tudesca se llevó las manos a la cabeza porque no la transmitía, fuera de Madrid, ninguna televisión, contra el elemental derecho a la información.) Sobre la aberración del "matrimonio" homosexual me he explayado en el blog de Sixto. No sólo pienso que no es ningún derecho sino que es un ataque al derecho. En lógica se distingue entre extensión e intensión de los conceptos. No hay extensión ("ampliar la mirada") sin intensión, es decir, sin conocimiento obligado de la fe que poseemos y de los preámbulos naturales a la misma. Todas las causas de Cristo sufriente son mis causas, al menos así lo deseo. Pero no creo que en éstas tengamos que incluir al Padre Sobrino. La Iglesia debe estar segura que quien enseña en su nombre enseña su doctrina. Nadie le niega a Sobrino la opción de refugiarse en la Carlos III. ¿Por qué calumniar a la Iglesia y a sus pastores dando por sentado que están cometiendo una injusticia? Por cierto es una especie que está corriendo estos días como pólvora... contra la Iglesia.

Bernardo
13 de marzo de 2007 a las 18:14

Seguramente hemos olvidado ya que los peores momentos los ha vivido la Iglesia cuando se han desmoronado las alianzas estratégicas que urdió con las distintas oligarquías desde los tiempos oscuros de constantino. Es muy posible que no recordemos cómo justificamos el feudalismo, el absolutismo y todos los imperios habidos hasta el presente. Cruzadas, inquisiciones y caudillos velan nuestro sueño a la espera del momento propicio para despojarse del ropaje conciliar y afilar la espada contra todo el que no comulgue con el herético catecismo de mitrados mercenarios.
Doy gracias a Dios porque Jon tendrá la ocasión de testimoniar su fe, como ya lo hicieron sus compañeros de la UCA, entonces no estaba allí porque la providencia le tenía reservado mucho y bueno, hoy ha llegado "su hora".

Oscar
13 de marzo de 2007 a las 19:46

Quizás para entender mejor lo que se dice en este artículo sea bueno conocer la carta a la que alude. Yo la he encontrado en: http://www.diocesisdejaca.org/principal.htm

JMValderas
13 de marzo de 2007 a las 20:54

Como hijo de la Iglesia me siento ofendido por el tono descalificador general. Por quedarnos en el primero, ¿de qué defensa del feudalismo se habla? Yo conozco una estructura feudal que conoció momentos culminantes de gloria para el desarrollo del pueblo en los siglos XII y XIII. Acabo de cortar los pliegos de uno de los últimos volúmenes de “Studi e Testi”, publicados por la Biblioteca Apostolica Vaticana: “Konrad Gruter von Werden. De Machinis et Rebus Mechanicis. Ein Maschinenbuch aus Italien für den Konig von Dänemark 1393-1424”. Es decir, mucho antes de la revolución científica. Se exponen todo tipo de molinos (agua, viento, tierra), pontones, etcétera, ideados o descritos por un patrocinado del papa Bonifacio IX, para la promoción y desarrollo de las comunidades. Técnica que iba de la mano de la física impulsada por clérigos de París y Oxford. Es más fácil tirar la piedra que estudiar su trayectoria parabólica. Paradójicamente, lo segundo lo hicieron hijos de la Iglesia del mundo feudal; para lo primero hay prestos muchos contemporáneos.

Vicente Ros
14 de marzo de 2007 a las 01:01

Martín, ¡buena la has armado!. Tenías tus dudas sobre incorporar algunas notas sobre actualidad política, y en el día ya llevas 10 comentarios. Para no acabar con un letrero de "Prohibido hablar de Política y Religión", creo que habrá que seguir recordando los criterios: Derecho Natural, Magisterio de la Iglesia, razón, bien común. No sea que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, metamos en el saco "extras", como, por ejemplo, el matrimonio homosexual, que por más que esté en el Código Civil, siempre será un "extramatrimonio homosexual"

internauta
14 de marzo de 2007 a las 08:07

Gracias P. Gelabert por su aporte de Amor y Humor. Amor y humor que deben ser inherentes al ser cristiano. Porque Dios es Amor. Y en el Amor se acoge al otro, en una relación yo-tu ( Buber) que respeta la discrepancia, que por discrepar, no cuestiona la amistad.Y que no implica militar bajo unas determinadas siglas políticas. Discrepaban Pedro, Santiago y Juan. Y el Maestro los quiso en su diversidad para echar redes. Humor - que no sarcasmo humillante- que es signo de inteligencia, de flexibilidad, que aleja nubes fundamentalistas. Amor y humor, que no destila la carta del obispo de Huesca. Carta que adquiere su dimensión a raiz de las declaraciones que llegan del Vaticano : tiempo de
" prietas las filas " en un activismo social que pretende recuperar anteriores posiciones, cuando los tiempos ya son otros: tiempos que requieren dialogo y encuentro- en el Amor y con Humor, entre otras prerrogativas. Amor, humor, y misericordia,destila la carta de Jon Sobrino dirigida a sus superiores, dias antes de que se haga pública su notificación. Dias antes del viaje papal a Brasil. El ejercicio del poder no siempre supone una victoria. Muchas gracias P. Gelabert por mostrar con inteligente sutileza dominicana, aquello que no puede, no debe silenciarse hoy, aquí y ahora. Dios le bendiga...y le guarde de posibles insidias y represalias. Siempre se alzarán voces de Amor y Humor a su lado.

J.A.H.
18 de marzo de 2007 a las 18:56

Sí, a veces, lo que menos importa es la exitencia de DIos y los que mas importa es la filiación política, como si la existencia de Dios dependiera de pertenecer a una formacion y no a otra, de modo que los que estén en la otra ya no son de Dios o aun peor, tienen otro dios.
al final corremos el peligro de caer en un politeismo axiológico y esto es lo que creo que hay que evitar al tocar estos temas relacionados con la situación política y con las derivaciones eclesiales.
El Padre acoge en Cristo por igual a todos los desencantados: al hijo que se va y al que se queda ¿Pero de que vamos a hablar entonces?

Logo dominicos dominicos