Ene
Del "ruega por nosotros" al "¡presente!"
10 comentariosMuchas asambleas orantes funcionan con el modelo del patronazgo, según el cual María y los santos son nuestros intercesores ante un Dios distante. María y los santos hacen el papel de puente que nos ayuda en nuestras peticiones ante Dios: “ruega por nosotros”. Hay otro modelo más estimulante de relación con María y los santos, que les sitúa, no entre Dios y los que habitamos en la tierra, sino junto con nosotros, todos unidos en comunión con Cristo.
Un ejemplo concreto del segundo modelo lo podemos encontrar en algunos pueblos de El Salvador. Allí la gente recita la tradicional letanía de los santos añadiendo los nombres de sus propios mártires por causa de la justicia, Oscar Romero e Ignacio Ellacuría, por citar dos más conocidos. A cada nombre el pueblo responde: ¡presente!, está con nosotros. Y así el fuego de estas vidas prende de nuevo en los que hacen memoria de ellos.
El primer modelo es más pasivo: se trata de pedirle a Dios que solucione nuestros problemas, buscando ayuda en aquellos que consideramos que tienen más influencia sobre el patrón. El segundo modelo es más activo y nos compromete a nosotros en la búsqueda de soluciones justas. La clave de este segundo modelo no es el recuerdo sentimental, sino el coraje de las derrotas y victorias de los que trabajaron duro antes que nosotros para hacer nuestras sus lecciones de ánimo. La memoria del pasado se convierte así en esperanza para el presente.
En todo caso, y más allá de los modelos, me parece que no acabamos de encontrar la fórmula adecuada de nuestras oraciones de petición. “Te pedimos, Señor, que ayudes a los pobres”, es una mala oración que presupone que el Señor es tu criado. “Te pido, Señor, que me des coraje y decisión suficiente para ser tu mano que ayuda al pobre”, es una buena oración que compromete al orante a realizar aquello por lo que ora. Si el orante, además, hace memoria de los santos, memoria en la que el santo se convierte en compañero de viaje, ¡presente! a su lado, entonces puede sentirse más estimulado para convertir la oración en práctica real.