May
Confianza que inspira la Iglesia
6 comentariosDe vez en cuando aparecen estudios sobre la confianza que inspiran a los españoles distintas instituciones o grupos sociales. El último que tengo ante mis ojos es un trabajo de Metroscopia que, fundamentalmente, coincide con otros similares. Se ha pedido a los encuestados que califiquen del 0 al 10 a 28 grupos sociales según el grado de confianza que les inspiran. En primer lugar aparecen los científicos, seguidos de la Universidad y la policía. A partir del puesto 20 empiezan los suspensos. La calificación más alta de los suspendidos la tienen los ayuntamientos, con un 4,9. Siguen luego el gobierno del Estado, la televisión y en el puesto 23 “la Iglesia católica”, con una nota de 4,2. Con una matización: si la calificación la hacemos por grupos de edad, resulta que los más jóvenes, los del grupo de 18 a 34 años, califican a la Iglesia con un 3,3. Solo las multinacionales son peor calificadas que la Iglesia en este grupo de edad.
Me pregunto en qué o en quién piensan exactamente los ciudadanos cuando califican a “la Iglesia católica”. No creo que sea en los laicos, y eso que ellos son fundamentalmente el "grueso" de la Iglesia ¿Piensan acaso en el Vaticano, en las misiones, en instituciones, o en determinadas personas, por ejemplo los clérigos, los religiosos, las monjas, los obispos, teólogas o teólogos? Si es en las religiosas y religiosos, ¿en algunas en especial, las monjas de clausura, las que atienden a colegios o las que atienden a ancianos o sidosos? ¿Piensan en algunos clérigos u obispos en particular? ¿En algún escándalo, en alguna decisión del Papa? Seguramente son las personas las que ofrecen una buena o mala imagen de la institución. Y según las personas que uno conoce, así califica al resto de católicos y a la Iglesia en general.
En ocasiones ocurre que cuando se conoce de cerca a un buen católico, sea seglar o clérigo, o se acude a una institución eclesial que trabaja a favor de los más necesitados, uno se sorprende agradablemente. En ocasiones esta sorpresa es porque “se imaginaba” otra cosa. Porque los que dan la imagen no son esas personas más o menos anónimas que uno encuentra de vez en cuando, sino otros que salen demasiado en los medios y que, unos con más razón que otros, producen escándalo o rechazo. Sospecho que son ese tipo de personas mediáticas en las que se piensa cuando se valora al conjunto de la institución. En eso, como en muchas otras cosas, pagan justos por pecadores. O se valora a los justos sin conocerlos o, lo que es más triste, identificándolos con los pecadores.