Logo dominicosdominicos

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

5
May
2011

Confianza que inspira la Iglesia

6 comentarios

De vez en cuando aparecen estudios sobre la confianza que inspiran a los españoles distintas instituciones o grupos sociales. El último que tengo ante mis ojos es un trabajo de Metroscopia que, fundamentalmente, coincide con otros similares. Se ha pedido a los encuestados que califiquen del 0 al 10 a 28 grupos sociales según el grado de confianza que les inspiran. En primer lugar aparecen los científicos, seguidos de la Universidad y la policía. A partir del puesto 20 empiezan los suspensos. La calificación más alta de los suspendidos la tienen los ayuntamientos, con un 4,9. Siguen luego el gobierno del Estado, la televisión y en el puesto 23 “la Iglesia católica”, con una nota de 4,2. Con una matización: si la calificación la hacemos por grupos de edad, resulta que los más jóvenes, los del grupo de 18 a 34 años, califican a la Iglesia con un 3,3. Solo las multinacionales son peor calificadas que la Iglesia en este grupo de edad.

Me pregunto en qué o en quién piensan exactamente los ciudadanos cuando califican a “la Iglesia católica”. No creo que sea en los laicos, y eso que ellos son fundamentalmente el "grueso" de la Iglesia ¿Piensan acaso en el Vaticano, en las misiones, en instituciones, o en determinadas personas, por ejemplo los clérigos, los religiosos, las monjas, los obispos, teólogas o teólogos? Si es en las religiosas y religiosos, ¿en algunas en especial, las monjas de clausura, las que atienden a colegios o las que atienden a ancianos o sidosos? ¿Piensan en algunos clérigos u obispos en particular? ¿En algún escándalo, en alguna decisión del Papa? Seguramente son las personas las que ofrecen una buena o mala imagen de la institución. Y según las personas que uno conoce, así califica al resto de católicos y a la Iglesia en general.

En ocasiones ocurre que cuando se conoce de cerca a un buen católico, sea seglar o clérigo, o se acude a una institución eclesial que trabaja a favor de los más necesitados, uno se sorprende agradablemente. En ocasiones esta sorpresa es porque “se imaginaba” otra cosa. Porque los que dan la imagen no son esas personas más o menos anónimas que uno encuentra de vez en cuando, sino otros que salen demasiado en los medios y que, unos con más razón que otros, producen escándalo o rechazo. Sospecho que son ese tipo de personas mediáticas en las que se piensa cuando se valora al conjunto de la institución. En eso, como en muchas otras cosas, pagan justos por pecadores. O se valora a los justos sin conocerlos o, lo que es más triste, identificándolos con los pecadores.

Posterior Anterior


Hay 6 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


javier langarita
6 de mayo de 2011 a las 10:34

En mi opinión Martín piensan en clave de Iglesia-institución. En poder temporal, es decir, en la Conferencia Espiscopal Española y en sus terminales grupales y mediáticos por los que les llega determinados mensajes que no aceptan. Que especialmente los jóvenes rechazan. Ya se que también hay mucho ruido de fondo, intereses particulares, políticos.... Pero el rechazo no solo se generan en lejanos comités federales ni mesas de redacción. El rechazo, en parte al menos, se engendra y alimenta en el seno de la iglesia-institución.
Un abrazo.

Bernardo
6 de mayo de 2011 a las 11:07

Cómo era aquello de la lana y la fama. Pues eso, que la Iglesia, gracias a Dios, es muy grande, pero la resonancia la tienen algunas personas y algunos gestos. Por mi trabajo, me tengo que encontrar con la imagen que los jóvenes tienen de la Iglesia, y es manifiestamente mejorable. Los jóvenes, muy susceptibles a las incoherencias y a los gestos, no admiten dobles lenguajes o,según manifiestan algunos, hipocresías.
Lo peor de esto, Martín, es que cada encuesta vamos a peor y no sé dónde parará la cosa, porque los jóvenes de hoy son los adultos de mañana y no tienen visos de mejorar

con el paso cambiado
6 de mayo de 2011 a las 18:15

El bien no es ruidoso, no suele ser noticia. Hasta los portales donde se ocupan de temas religiosos, dan prioridad a noticias sensacionalistas como que un obispo italiano viste ropajes litúrgicos de Armani. Y se hacen eco porque la gente los lee. Hay formas eclesiales que han quedado obsoletas.Por no hablar del escándalo de lo ominoso. En el fondo prevalece esa desconfianza intrínseca de la Instituciín eclesial con el mundo moderno. Los jóvenes lo captan, y buscan otros cauces donde poder hacer el bien.Los encuentran. El tercer milenio ha cogido a la institución eclesial con el paso cambiado. Gracias a muchos testigos del evangelio, misioneros, la buena gente que hace el bien sin alharacas, se mantiene la esperanza cristiana.

Internauta
6 de mayo de 2011 a las 18:43

Casi todos los días consumo varias horas navegando por el ciberespacio. Compruebo que son muchas, muchas las personas que se manifiestan muy críticas con la Iglesia. ¿A qué iglesia se refieren?... Mi impresión es que hay para todos los gustos. En general me parece que la imagen de la Iglesia en sus celebraciones litúrgicas, en sus instituciones jerárquicas, en la pobreza o ambigüedad de su lenguaje, en su talante impositivo -como quien todo lo sabe-, en su distanciamiento de la realidad concreta, social, humana, política, económica... no les convence. Para creer en la Iglesia es necesario superar muchas barreras históricas, ideológicas, culturales... que al hombre de hoy le cuestan mucho superar. Los cristianos, sobre todo los católicos, hemos de renovarnos mucho para transmitir otra imagen: la de Jesús pobre y cercano. Si sirve de algo esta reflexión, ahí queda.

Dvqe
7 de mayo de 2011 a las 00:04

Apreciado P. Martín.
Eso de los barómetros tiene su enjundia. En el último del CIS (marzo 2011) un 73.2% de los encuestados se define como católico. Pero... cuando se trata de asistencia, sólo un 16.3% asiste a misa todos los domingos contra un 55.5% que afirma no ir casi nunca, más otro 16.9% que afirma asistir varias veces al año.
Calificar algo sin una mínima experiencia sobre ese algo significa desinterés, y por tanto, una opinión, ni más ni menos.

Desiderio
9 de mayo de 2011 a las 00:02

Se me ocurre pensar qué resultado arrojaría esta encuesta si la hiciéramos en el año…, no sé, en el año 50 de nuestra era. ¿Qué valoración se daría en la sociedad de Jerusalén al sanedrín, al gobierno de Pilatos, o a ese judío indomable que acabó crucificado? Independientemente de que la Iglesia lo haga mejor o peor y que en algunas cosas podría o debería mejorar, no sé hasta qué punto podemos hacer caso de estas encuestas. Primero habría que saber quién las contesta, pues no sería de extrañar que fuera gente que no vive una fe muy comprometida. Y segundo, ¿se puede valorar a la Iglesia de la misma manera que se valora a un Ayuntamiento, por ejemplo? ¿Se puede valorar a Benedicto XVI igual que se valora a Zapatero? Quien entra en este terreno, creo que no sabe de qué está hablando, como dices en el post. Como se ha apuntado en algún comentario, no creo que se piense en ese religioso que ofrece su vida en un recóndito lugar del mundo, o por ese laico coherente que coge el mismo autobús todos los días, sino más bien por la institución como tal, concepto sin duda salpicado también de no pocos prejuicios.

Logo dominicos dominicos