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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

30
Abr
2010

Con Mahoma no se atreverían

5 comentarios

De vez en cuando recibo correos con invitaciones a sumarme a campañas en defensa de la moral y la fe católica, o a añadir mi firma a determinadas peticiones, o a reenviar el correo para evitar grandes y dramáticos males. Acabo de recibir uno en este sentido. Anuncia una tragedia, “una gran conspiración mundial para destruir la Iglesia Católica, y en especial sus valores”. De ahí la necesidad imperiosa de “defendernos”. Se trata de una película aún no estrenada que, según los alarmados, presenta de forma distorsionada a Jesús y a sus discípulos. Películas así hay muchas. No tienen nada que ver con el Jesús histórico. Si no se utilizase su nombre seguramente nadie les prestaría atención. Pero, incluso con el mal uso del nombre de Jesús, es dudoso que tengan éxito si toda su historia se reduce a presentar falsas facetas de Jesús relacionadas con su orientación sexual.

Lo más sorprendente en estos envíos son los argumentos para apoyar la necesidad de actuar. Uno es que el peliculero busca negar la divinidad de Cristo. Ahora bien, una película ni prueba ni desprueba la divinidad (no olvidemos que no hace tanto tiempo hubo una muy sanguinolenta, en la que su director si no pretendía probar la divinidad, al menos sí buscaba sugerirla). Que Jesús es el Hijo de Dios es asunto de fe. Una fe coherente con los datos históricos, pero que no se deduce necesariamente de ellos.

Hay otro argumento más recurrente y peligroso: decir que los que se atreven a hacer esta distorsión de la figura de Jesús no se atreverían a hacer algo así con Mahoma y el Islam. Quien así argumenta parece desear la defensa violenta de las convicciones religiosas y, en cierto modo, la da por buena. Pero lo que necesita defenderse con violencia es porque no tiene razones. La violencia es la pérdida de la razón. La verdad se impone por la fuerza de la misma verdad. Cuando necesita otra fuerza para imponerse se descalifica.

No he citado títulos porque yo no hago propaganda de malas películas. Los que se dedican a enviar esos correos masivos sí la hacen; la hacen sin querer, pero la hacen. Para conseguir su objetivo de evitar que la gente –atención, la que recibe sus correos- vaya a presenciar la película, lo mejor sería ignorarla. No hay peor desprecio que no hacer aprecio.

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eyre
30 de abril de 2010 a las 21:33

De acuerdo, Martín. Pero eso no quita un ápice de verdad al hecho harto repetido. Demostrado está que quienes carecen de talento y explotan de forma estólida nombres sagrados para muchos, -distorsionando todo lo que les parece con tal de conseguir un beneficio-, se cuidan muy mucho de decir nada de aquellos credos que puedan sentirse heridos y reaccionan con violencia. Si esa crítica tan acerba y tan poco fundada se hiciera con todos, se comprendería. Pero no, siempre se lleva a cabo con quienes han demostrado madurez para no atacar físicamente a nadie, pese al desagrado y asco que producen esas excrecencias mentales que de arte suelen tener más bien poco y cuya fama suele venir por todo lo que vulneran.

Bernardo
30 de abril de 2010 a las 23:04

Hace unos años hubo un revuelo parecido con la película de Scorsese, "La última tentación de Criso", el problema fue que la película no era mala. Con tan buena novela detrás no podía serlo, aunque el director no sea de los mejores para ello. Todas las críticas a la película por parte del sector "católico" fue por la presentación demasiado humana de Jesús, presentándolo incluso manteniendo relaciones sexuales con la Magdalena. Sin embargo ese no es el mayor problema teológico de la película. Hay una escena en la que Jesús en el desierto traza un círculo a su alrededor y desafía a Dios para que le indique cuál es su misión. Esta es la verdadera única escena problemática desde el punto de vista teológico porque es una verdadera tentación: Jesús desafiando a Dios para que le indique su camino. Lo demás es anecdótico.
Quiero decir con esto que normalmente yerran el tiro los que van contra estas películas y curisonamente la de Gibson, pésima tanto en lo teológico como el lo fílmico, recibió el aplauso de los sectores más retrógrados e ignorantes.

josemaría esteve i pallares,op
1 de mayo de 2010 a las 20:31

El valiente Emilio Ruiz Barrachina ha debutado con la história,por que sabe que no le cortaran el gaznate y por que está subvencionada. Se puede bajar,la hemos pagado todos.
La vida de Cristo ha dado lugar a fantásticas películas en la história del cine.
A mi me encanta "Jesús de Nazaret de Franco Zeffirelli o la impresionante Pasíón de Cristo de Mel Gibson. La película a la que se están refiriendo Martín y Bernardo y eyre, destaca pasiones humanas: poder,venganza,dudas,el amor de Magdalena,miedo...
El autor no se acerca a la história con visión artística,sino impregnado de todos los prejuicios posibles,más ya no caben.
Para el fin de semana no perdáis el tiempo,la película resulta patética en todos sus apartados.

Bernardo
1 de mayo de 2010 a las 21:18

Perdóname José María Esteve, pero ¿no crees que es un poco tostón el Jesús de Zafirelli? Ni un sólo pestañeo de Jesús en cuatro horas, una actitud estirada e inhumana. Lo único que merece la pena en esa película son los personajes secundarios y así una historia no funciona. Kanzazakis hizo una historia humana, demasiado humana, pero creíble y artísticamente bella, con la belleza que sólo puede tener lo que ha vivido hasta lo profundo. Por su parte, Gibson sólo aporta un montón de litros de sangre y una pésima construcción fílmica.
Repito que siento disentir, pero es que no veo los valores estéticos de esas obras.
Un saludo fraterno

valero
3 de mayo de 2010 a las 18:22

Jesucristo vende, bien porque se utiliza para sembrar el escándalo, y entonces se sienten atraídos los quieren demostrar que la fe es una patraña, o los que buscan "desenmascarar" a la iglesia por no haber sido fiel al evangelio, o bien porque entusiasma a creyentes "crédulos" -términos a mi juicio contrapuestos- dispuestos a consumir cualquier cosa que les hacerque a la "magia" de Jesús. De todas formas este es un viejo problema que el mismo Jesús de Nazaret de alguna manera ya padeció: "¿Quien decís vosotros que soy yo?" Intentar definir o describir quien es Jesucristo según los cánones del pensamiento humano, es a mi juicio una empresa imposible... y menos mal. Será por eso que normalmente no me atraen las películas sobre Jesús, sencillamente no me aportan nada sobre Él. Aun a riesgo de parecer pedante diré que cualquier trabajo de exégisis sobre el tema, resulta mucho más entretenido y formativo.

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