29
Abr
2007Abr
Como persona privada
11 comentariosLa Lumen Gentium (nº 25) dice, sin dar importancia al asunto, como si fuera lo más normal, que el Papa en ocasiones habla como persona privada. En este caso lo que dice deberá ser aceptado o rechazado según el valor de los argumentos utilizados. La Constitución recuerda las circunstancias muy precisas y extraordinarias del Magisterio infalible. Pero lo normal es que el Magisterio sea ejercido de forma ordinaria. En este caso no todo lo que dice tiene el mismo valor; hay unas claves para calificar teológicamente sus intervenciones. Se resumen en esas tres: ¿quién lo dice? (Obispo, Conferencia Episcopal, Congregación romana, Concilio); ¿cómo lo dice? (homilía, exhortación apostólica, encíclica, enseñanza reiterada); y ¿de qué habla? (asuntos filosóficos, disciplinares, morales, dogmáticos, que explican la fe, que la apoyan).
Viene bien recordar que el Papa puede hablar como persona privada, ahora que está a punto de salir la edición española de una obra sobre el Jesús histórico y el Cristo de la fe escrita por Benedicto XVI, empezada antes de ser Papa y acabada recientemente. Las ediciones italiana y alemana llevan vendidos un millón de ejemplares. La española se espera para dentro de unos días. Es de suponer que será un éxito de ventas. A mi me gustaría que sirviera para algo más que para hacer regalos o llenar estantes. Deseo que quien la compre sea con intención de leerla. Pero leerla como la obra de un maestro en teología, no como doctrina del Magisterio, ni extraordinario ni ordinario. Porque no lo es. El Papa se cuida de aclarar el valor doctrinal del libro. Se trata de un escrito que puede ser discutible. Prueba de interés y de buena lectura será leerlo con espíritu crítico, en diálogo con el autor. Esa es la característica de todo buen libro: suscitar nuevas ideas, provocar. Y es característica de todo buen lector hacer una lectura activa, atenta, profundizando en los motivos por los que se está de acuerdo y razonando los motivos del posible desacuerdo.
Viene bien recordar que el Papa puede hablar como persona privada, ahora que está a punto de salir la edición española de una obra sobre el Jesús histórico y el Cristo de la fe escrita por Benedicto XVI, empezada antes de ser Papa y acabada recientemente. Las ediciones italiana y alemana llevan vendidos un millón de ejemplares. La española se espera para dentro de unos días. Es de suponer que será un éxito de ventas. A mi me gustaría que sirviera para algo más que para hacer regalos o llenar estantes. Deseo que quien la compre sea con intención de leerla. Pero leerla como la obra de un maestro en teología, no como doctrina del Magisterio, ni extraordinario ni ordinario. Porque no lo es. El Papa se cuida de aclarar el valor doctrinal del libro. Se trata de un escrito que puede ser discutible. Prueba de interés y de buena lectura será leerlo con espíritu crítico, en diálogo con el autor. Esa es la característica de todo buen libro: suscitar nuevas ideas, provocar. Y es característica de todo buen lector hacer una lectura activa, atenta, profundizando en los motivos por los que se está de acuerdo y razonando los motivos del posible desacuerdo.