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Comité de recepción al llegar al "más allá"
4 comentariosTenía preparado y listo para publicar el post anterior, cuando recibí uno más de estos PowerPoint que se envían y reenvían, en una cadena que parece no tener fin, a través del correo electrónico. Los que me llegan suelen ir directamente a la papelera, aunque confieso que, según quién sea el remitente, alguna vez lo miro. Y este del que les habló lo miré. Tiene que ver directamente con el post sobre las experiencias de revividos. Se trata de un resumen de las posiciones de la Dra. Elisabeth Kübler-Ross sobre lo que, según ella, sucede “más allá” de la muerte. Esta psiquiatra pretende que el fundamento de sus posiciones no es el creer, sino el saber, ya que se trata de deducciones hechas a base de experimentos científicos.
Una de las cosas que supuestamente ocurre cuando uno llega al más allá es que se encuentra con una buena recepción. Sus parientes y amigos más queridos le dan la bienvenida y le acompañan en los primeros pasos por este nuevo mundo. Cuando el que muere es un niño y no pueden esperarle en el más allá sus parientes que todavía están en el más acá, quienes le reciben son sus ángeles de la guarda y la Virgen María. Lo interesante de lo que dice la doctora viene ahora: los niños protestantes que han tenido este tipo de experiencias y, claro está, “han vuelto” para contarlas (ya dije en el post anterior lo que hay que pensar de esta vuelta) no se han encontrado con la Virgen María en la recepción.
Ahí está, a mi entender, el detalle que delata que todo lo que cuentan los protagonistas de tales experiencias (insisto, no del más allá, sino del más acá) es pura proyección de experiencias previas. Naturalmente, el niño protestante no cuenta nada de la Virgen María porque en su casa y en su Iglesia no le han hablado de ella; cada uno cuenta lo que conoce. Pero si realmente hubiera traspasado el umbral del más allá, la cuestión ya no sería lo que se conoce y lo que se ha experimentado en este mundo, sino lo que hay en el otro. Y si la Virgen María está en el comité de recepción deberían encontrarla tanto los niños católicos como los protestantes.