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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

9
Ene
2011

Capacidad de creer

3 comentarios

La fe presupone la Revelación, es el correlato subjetivo de la Revelación. Pero antes presupone otra cosa: la propia capacidad del ser humano para realizar un acto de fe. Acto que no sea contrario a su dignidad. ¿La naturaleza humana está constituida para creer en Dios? La capacidad de creer no es extraña al ser humano. Ella forma parte de su dignidad y no de sus límites. El hombre está constituido como homo credens, como radicalmente creyente. La fe es el lecho natural que hace posible la vida, la convivencia, el amor. ¿Qué sería del amor si yo no me fiara de mis amigos, de mi esposa, de mis hijos?

Se hace, pues, necesario, antes de hablar de fe religiosa y para poder hablar de ella, un análisis a priori de la capacidad de creer. La fe forma parte de la psicología humana, como forman parte de ella las pulsiones sexuales. Si forma parte de la psicología humana, habrá que analizar sus desviaciones, sus neurosis, así como las condiciones de su buen o mal ejercicio. El análisis de la dimensión fiducial de la conciencia humana, permitirá discernir las condiciones de posibilidad y de inteligibilidad de una revelación auténtica. Del mismo modo que el análisis del correcto uso de la sexualidad permite discernir la conveniencia de determinados objetos sexuales. Por ejemplo, si resulta aberrante confiar en un asesino, tenemos ahí un criterio para apreciar si la propuesta de un Dios que exige sacrificios humanos es una posible o imposible revelación. Una buena pulsión no está dispuesta a creer cualquier cosa ni a dirigirse a cualquier objeto.

Si hay una pulsión que nos mueve a creer, eso implica el postulado de una connaturalizad entre creación y revelación, entre lo humano y lo divino. Lo que la revelación ofrece nunca puede ir en contra de lo humano, nunca puede atentar contra su dignidad. Tenemos ahí un criterio negativo para valorar la autenticidad de una revelación. La razón es condición previa de la fe, como el ser humano es condición previa del ser cristiano. Ya decía Tomás de Aquino que “la fe presupone el conocimiento natural, como la gracia presupone la naturaleza”.

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Juanjo
11 de enero de 2011 a las 09:43

Me impresiona reflexionar sobre la fe como acto libre. Me conforta reconocer que si creo, es porque Dios mismo posibilita en mí la fe, disponiendo mi corazón, por la acción del Espíritu, para poder acogerle; efectivamente; la razón o el motivo de la fe es Dios mismo. Sin anular mi libertad, para rechazarle o dudar, pero mi fe es obra de Dios que por su Espiritu me suscita la respuesta de creer. No me suplanta, no me anula, no suprime mi responsabilidad, me respeta, pero es Dios quien está en el origen obrando que yo pueda creer. Quien se manifiesta en Jesucristo y sólo porque Dios se me muestra, puedo conocerle.

Mauricio Cornejo
25 de febrero de 2011 a las 05:20

Me permito diferir respetuosamente de su comentario y exponer mi punto de vista al respecto. Creer en cualquier idea o cosa es una capacidad evolutiva del ser humano,se convierte en una necesidad que debe ser satisfecha puntualmente, porque creer genera una base sólida donde fundamentar el comportamiento tanto individual como social. Cuando se tiene información correcta y completa acerca de algún hecho, es posible llegar a una conclusión acertada, pero cuando se juzga cualquier situación en base a información imprecisa o incompleta, difícilmente se alcanzará la verdad. El resultado de estos juicios nos dará la oportunidad de creer el algo, ya sea verdadero o falso, pero lo que creemos se convierte en un concepto tan fuertemente arraigado en nuestra mente que da lugar a la fe.

Angel Rubio
6 de junio de 2020 a las 11:47

Es evidente que no se puede pedir fe en Jesús a quien no tiene capacidad para creer en Él. Por ejemplo, aquel que ha nacido en una cultura completamente ajena al cristianismo (un budista, por ejemplo) ¿cómo le va a exigir Dios la fe para salvarse a quien no tiene la capacidad de creer? Se pueden poner multitud de casos, la humanidad anterior a Jesús no ha podido conocerle, los diacapacitados, etc. No sería justo establecer el mismo criterio para todos los hombres. Me gistaria que me aclarase, gracias.

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