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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

28
Dic
2023

Balance negativo con esperanza

5 comentarios
arbolsobreverde

Acabar un año puede ser un buen momento para hacer balance y empezar un año puede ser una buena ocasión para hacer proyectos. El balance y los proyectos personales son responsabilidad de cada uno. Pero el balance y los proyectos sociales nos conciernen a todos. El balance de 2023 no es bueno. Hay guerra en distintos lugares del mundo, aunque las dos de las que más habla la prensa, quizás porque nos tocan más de cerca, son la guerra en Ucrania y el conflicto de Israel con el grupo terrorista Hamas. Ambos conflictos, desgraciadamente, tienen repercusiones negativas sobre la población civil, la gente que “no está en guerra”.

Porque al fin y a la postre, ¿quién está en guerra? y, sobre todo, ¿quién fomenta, como dijo el Papa el día de Navidad, ese “viaje sin meta, esa derrota sin vencedores”? Los soldados son los que dan la cara y la vida en la guerra, pero por encima de ellos están los políticos o los jefes de bandas terroristas. Y también aquellos gobiernos que proporcionan dinero y armas a los políticos de los países o grupos en liza. Los últimos responsables son, por una parte, aquellos a los que menos afectan las consecuencias negativas de la guerra y, por otra parte, aquellos que se enriquecen a costa del sufrimiento de los demás.

¿Y además de lamentarse qué se puede hacer? Poco. Pero al menos eso poco hay que hacerlo. Crear opinión pública, mantener la memoria de las catástrofes, porque parece que si no hablamos de ellas, han dejado de existir; desconfiar de la información oficial, que siempre es interesada y casi siempre mentirosa; buscar información veraz, a través de medios independientes, de ONGs de confianza que trabajan sobre el terreno ayudando a heridos y repartiendo alimentos; evitar el lenguaje de los combatientes y de sus aliados; crear un ambiente de paz, de tolerancia y de acogida a nuestro alrededor, porque las guerras no son más que una expresión extrema de la violencia que a todos nos tienta.

Entre tanto caos y desastre también hay signos de esperanza. Ocurre que, con frecuencia, no los sabemos detectar, porque parecen pequeños e ineficaces. Pero son ellos los que sostienen la sociedad. Son como el alma que da vida, aunque no se ve. Hay personas que luchan por la libertad y los derechos humanos, por la paz, la justicia y preservación de la creación; por la defensa de las mujeres, de los niños o de colectivos marginados, malqueridos o incomprendidos; madres que se desviven por sus hijos; personal sanitario y maestros que atienden con cariño a sus pacientes y a sus alumnos; ONGs que salvan vidas, y hasta políticos honrados. En estos gestos pequeños, muchas veces no valorados, queda claro que el amor es más fuerte que la muerte. Queda claro también que, donde menos se espera, el Espíritu Santo, “dador de vida”, está actuando, dando fuerza a los débiles, insuflando vida y suscitando amor.

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Valero
29 de diciembre de 2023 a las 08:47

Como cristiano me siento llamado a ser luz y esperanza en lo concreto de mi vida diaria, a mostrar con mi forma de vivir, que en medio de este mundo en el que la muerte y la injustica parecen triunfar cada día, es posible el amor y que contra todo pronóstico, el mal y la muerte no tienen la última palabra.

Carlos Obispo
29 de diciembre de 2023 a las 10:30

Aquí se menciona que HAMAS es un grupo terroristas QUIEN LE DIO LA ETIQUETA
Al final del texto se hace netamente mención a las obras de misericordia. Eso sucedió antes del año 30 de nuestra era. Y luego sucedió la masacre Jerusalén año 70 . Quien para las guerras

Hormias
30 de diciembre de 2023 a las 22:18

Tengamos fe y esperanza para el año venidero

Chiquet
30 de diciembre de 2023 a las 22:51

En un artículo anterior suyo recibí un balsámico pensar sobre la postrera venida de Cristo. Uno ha escuchado tanto lo del juicio final asociado a imágenes apocalípticas que cuando debe decir “venga tú reino” lo dice conteniendo el aliento. Afortunadamente puedo ir superando falsas creencias y puedo afianzarme en el amor de Dios poco a poco, de año en año. Yo no soy teólogo pero me apunto a la idea “piensa bien de Dios y acertarás”. Si no luchamos por la paz no encontramos vida, vamos guerreando. No parece haber violencia sin mezcla, mayor o menor con el orgullo. Y el miedo o preocupación respecto al final de los tiempos me parece que es un problema que pudiera venir del propio orgullo. Fray martín nos indica el camino de la paz: “obras son amores”. Busquemos el “punto” de Dios, el punto en la teología, el punto en las controversias políticas. Está el Misterio, el conflicto, las terribles dificultades y está el “ánimo yo he vencido al mundo.

Emilio
31 de diciembre de 2023 a las 02:38

Mucho se habla de esas dos guerras en los medios de comunicación y nada de los cristianos que este año han muerto asesinados simplemente por ser cristianos como los alrededor de 160 nigerianos que asesinaron cuando celebraban en una iglesia el día de Navidad. Pienso que su ejemplo de amor y fidelidad a Cristo en aquellos países donde ser cristiano es jugarse la vida, nos debería hacernos pensar un poco como vivimos nuestra fe.
Feliz Año a todos y que seamos capaces de transmitir el amor que Dios nos da.

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