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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

1
Abr
2010

Algo le pasa a Dios en la cruz

9 comentarios

A veces pensamos que la cruz de Cristo es un acontecimiento que, propiamente, solo afecta al Hijo de Dios: él es el que sufre, el que muere, el que está clavado en la cruz. El Padre y el Espíritu Santo serían, a lo sumo, espectadores distantes, aunque solidarios, y esta solidaridad les llevaría, en su momento, a resucitar al Hijo. Sin embargo, una lectura trinitaria de la cruz permite comprender la presencia del Padre y del Espíritu en la cruz (Heb 9,14; Jn 8,29; 16,32). Ellos no eran meros espectadores, sino que estaban implicados en el acontecimiento del Hijo y, por tanto, el sufrimiento de la cruz también les afectaba.

Precisamente en el lugar de la muerte de Jesús, la fe contempla que la verdad de Dios es mantenerse ahí, en aquel que muere. En este acto de donación de Dios aparece la salvación y la vida que comporta siempre la presencia divina. La cruz no es algo exterior a Dios, un acto del que solo sería testigo y no sujeto, es decir, sin experimentarla él mismo en sí mismo. Algo le pasa a Dios, que pasa por allí donde Jesús ha pasado, para ponerse así en comunicación de vida con los seres humanos. Porque pasa por donde Jesús ha pasado, Dios sigue pasando por todas las cruces de este mundo, haciéndose presente en ellas.

En las cruces provocadas por el odio, la mentira y la injusticia, allí está Dios manifestando su desacuerdo y llamándonos, no a la pasividad o a la resignación, sino a tomar partido por el que sufre injustamente, a luchar con todas nuestras fuerzas contra el mal. En las cruces que son producto de la limitación humana (enfermedad, envejecimiento), Dios se hace presente en ellas dando un nuevo sentido al dolor. Y cuando las cruces son resultado de nuestro pecado, Dios también se hace presente llamándonos al arrepentimiento. Este arrepentimiento, que implica remordimiento, es como un eco lejano de la participación de Dios en nuestro sufrimiento.

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Azucena
2 de abril de 2010 a las 00:18

He vivido este Jueves Santo de un modo especial, paseaba e imaginaba verle orando en el Huerto, preparando su despedida ¿cómo miraría por última vez a Pedro o a Juan?¿cúal sería el último gesto de ternura para con su Madre? y de un modo intenso he deseado gritarle ¡Huye! ¡Vete de aqui! No derrames ni una gota de tu sangre por mi que no me lo merezco, que no soy nada, que peco constantemente, que te amo cobardemente...,que te traiciono, que ofendo a mis hermanos, ¡NO! No quiero que pases el calvario de la cruz por mi, porque todo mi amor no está ni estará a tu altura, nunca haré bastantes obras para pagar tu amor incondicional hacia mi. ¡No lo hagas por favor!¡ Huye!¡No soporto tu dolor!. Pero entonces... te he sentido en la Cruz ¡Amado mio! lo hiciste... Nadie ha podido evitarlo, si sólo pudiera haber estado allí, y agradecerte, consolarte y pedirte perdón por haber sido el motivo de tu sufrimiento, te has entregado por mi y mis lágrimas desearían enjugar tus heridas, como tu sangre ha lavado mis pecados, mis manos apartarían un mechón de tu cara para robarte una última mirada...
Quiero llevar mi Cruz por tu amor, pero caigo... y me levantas, soy tuya y tu mio, nos pertenecemos y con cada corona de espinas levanto mi cara al cielo y te pido fuerzas para afrontar por ti esta pizca de sufrimiento, fuerzas para gritar que no soy nada al mundo entero y sin embargo me callo, me callo y lloro en silencio.

josemaria esteve i pallares,op
2 de abril de 2010 a las 02:40

Pienso que a los evangelistas no les importa tanto cómo sino porqué fue muerto en la Cruz.En la conversación con Pilato,presentan el poder romano,y Jesús. En el diálogo se introduce el tema de la VERDAD. No es una verdad teórica de discusión de pensadores,sino existencial. Para Pilato es el PODER que representa y tiene y que provoca exclusión,marginación;ese es el mundo que representa y es denunciado por las palabras de Jesús.

El Reino que Jesús propone frente este orden de cosas,consiste en hacer de la vida un servicio para los demás,esta es su verdad,su manera de vivir en plenitud.

En el Evangelio de San Juan,lo importante para Jesús es procurar el bienestar de los demás.El nuevo Reino de Jesús se percibe como una amenaza para el orden establecido y el promotor debe ser eliminado. Este conflicto es el que se pone de relieve en el relato de la pasión,sin hacer concesiones a distracciones sentimentales ni sobre detalles escabrosos.

Hoy en día,se nos proponen diversas alternativas de VERDAD en los dilemas que afectan a nuestra sociedad,asociadas a diferentes sistemas de creencias. Se nos presentan distintas respuestas sobre los nuevos modelos de familiares,sobre la pertenencia de las teorías de género,sobre las causas y soluciones de la crisis económica,como educar...pero, ¿quien tiene la verdad? ¿Cual es la verdad de Jesús en todas estas cuestiones? Sin duda la que se preocupa por el bienestar de las personas concretas,las cercanas,las lejanas,la que responde a las necesidades de una vida con dignidad para todos,y no sólo se preocupa de reproducir modelos heredados que aún hoy siguen provocando exclusión y marginación.

Bernardo
2 de abril de 2010 a las 07:40

En la cruz de Jesús, el hombre, Dios también padece, o como dices, a Dios también le "pasa" algo. Si no tomáramos esto en serio nos quedaríamos en los posicionamientos heréticos de los primeros siglos donde se decía que Jesús había pasado por este mundo sin mancharse prácticamente. O dicho de otra manera, Jesús había pasado de este mundo, y por tanto Dios mismo. Pero no es así y Dios no pasa sino que padece por este mundo. Ese padecer, ese sufrir, es algo que le pasa a Dios y que pasa en Dios, de ahí que podamos afirmar que Dios viene a nosotros en la cruz, en las cruces de la hitoria; Dios viene y por tanto Dios deviene. A Dios le pasa algo, le pasa mucho en la cruz de Cristo. Un Dios sin cruz no es el Padre de Nuestro Señor Jesucristo.

un Dios estremecido
2 de abril de 2010 a las 09:46

Sí, Martín, algo le pasa a Dios en la Cruz: el más grande estremecimiento de Amor. "Tengo sed". Cristo en la Cruz nos recuerda la sed de Agua Viva. Agua que brota en nuestro más profundo centro y salta hasta la Eternidad. Cristo muerto y resucitado, Agua Viva que mana de la Fuente Eterna. Y nosotros con Él. La sed de mi hermano es mi sed Tiempo de crear los cauces intercomunicados para que todos bebamos del Agua de Vida, el sumo Bien patrimonio de la humanidad.

Luz y ombra
2 de abril de 2010 a las 10:24

La cruz es consecuencia de la negación de mediaciones ( de lo que cosifica). La cruz y los crucificados serán el lugar de acceso a la divinidad. Debemos percibir a los crucificados como el lugar donde Dios habita y no como medio para percibir a Dios.
El vivir hasta desvivirse de Jesús es la expresión de la humanidad querida por Dios. Jesús desde la cruz inagura otra forma de ser y estar en la vida frente a Dios y los crucificados. Inagura el Reino.

Muy bien, Martín, por abrirnos luces sobre los acontecimientos que celebramos estos días. Así llegaremos a descubrir el verdadero mensaje de la cruz.

Miaumiau
2 de abril de 2010 a las 12:43

Estaban implicados en la misma trayectoria del Hijo, el origen y destino de Jesús cumplia el objetivo, mediante el Sacrificio Unico de Cristo, dejaba via expédita para que la condición pecadora del hombre fuera destruida de una vez por todas, los hombres pueden esperar alegres la salvación, porque son los depositarios de una esperanza mejor HEB 7.19. Con esto quedaba abolida el viejo orden de las cosas ...
la muerte de Cruz, certificia, la condición de los hombres, la vileza y la inhumanidad, solamente la Gratuidad de Dios, y De Su Hijo por el Espiritu...
pueden otorgar al hombre la libertad y la verdad.

monumentos en Viernes Santo
2 de abril de 2010 a las 14:34

Los " monumentos" de Viernes Santo reflejan la riqueza de la diversidad en la Iglesia : los hay majestuosos,con profusión de luces, flores, y metales preciosos. Incluso con coro y diáconos orando en sendos reclinatorios en relevo orante permanente. Muestran la Trascendendente Divinidad del Hijo de Dios

Otros presentan la desnudez de la Encarnación : Un Pan de hogaza grande y redondo, un sencillo cuenco con un racimo de uva negra. Agua en un recipiente y un lienzo blanco. Sencillez monástica

En todos velas blancas encendidas.Luz.

Presencia de Dios en este Viernes Santo. Pasa por todos los monumentos, por todos nosotros. Y viene para quedarse.
La Luz Divina iluminandolos todos ellos, según su forma, su recipiente. El pluralismo que Dios quiere para su Iglesia, en la diversidad espiritual de todos los pueblos de la tierra, se refleja este Viernes Santo en nuestras iglesias, capillas y parroquias. En sus monumentos. En ese ir y venir incesante que visita, ora, y acompaña.
Un recuerdo especial por nuestros hermanos hebreos que celebran estos días la fiesta de Pesaj. Y por los cristianos que viven en Tierra Santa,auténticos profetas en su tierra.
Paz y Bien. Shalom

catalina
3 de abril de 2010 a las 13:02

No se, es un Misterio dicen. Jesus dijo :"Dios mio, Dios mio porque me has abandonado?" Osea sintio el abandono de Dios, se sintio solo. Como tanta gente que se siente sola, sin Dios y sin nadie. Algo quiere decirme jesus con eso, pero no lo se.

María
19 de abril de 2019 a las 11:45

Lo más lamentable es que todos somos también solidarios en la injusticia, la mentira y la crueldad que vemos en este mundo. En nuestro mundo fragmentado en ricos y pobres, seguros e inseguros, ciudadanos y refugiados. Nos queda ayudar a llevar la cruz como Simón de Cirene, comprometernos en la búsqueda de la verdad, esperando con humildad la salvación y el sentido de la vida en el amor entregado de Cristo por cada uno de nosotros.

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