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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

23
Sep
2013

Actitud con los que no comparten la fe

6 comentarios

En la carta dirigida al director de La Repubblica, a la que aludía en un post anterior, el Papa se refiere a la actitud que debemos adoptar con aquellos que no comparten nuestra fe en Jesús. En primer lugar con el pueblo judío. A partir del Vaticano II hemos descubierto, dice Francisco, “que el pueblo judío sigue siendo para nosotros la raíz santa de la que germinó Jesús”. De ahí la importancia de cultivar la amistad con nuestros hermanos judíos, pues Dios sigue siendo fiel a la alianza con Israel; más aún, a través de terribles pruebas, los judíos han conservado su fe en Dios. “Y por esto, dice Francisco, con ellos nunca seremos lo suficientemente agradecidos como Iglesia, y también como humanidad”. Ellos invitan a los cristianos a vivir siempre como peregrinos, esperando el regreso del Señor.


Y con los que no creen en Dios y no buscan la fe, ¿cuál debe ser nuestra actitud? Responde el Papa: teniendo en cuenta que la misericordia de Dios no tiene límites, la cuestión para quienes no creen en Dios es la de obedecer a su propia conciencia. En concreto, esto significa decidir ante lo que se percibe como bueno o como malo. En esta decisión se juega la bondad o la maldad de nuestras acciones. En esta línea se había pronunciado ya el Vaticano II: los que no creen en Dios, pero siguen los dictados de su conciencia, pueden conseguir la salvación eterna.


Finalmente, el papa responde a la cuestión de si es un error o un pecado pensar que no existe ningún absoluto, sino solo una serie de verdades relativas o subjetivas. Para empezar, dice, “yo no hablaría ni siquiera para quien cree, de una verdad ‘absoluta’, en el sentido de que absoluto es aquello que está desatado, es decir, sin ningún tipo de relación”. Pues la verdad, según la fe cristiana, es el amor de Dios hacia nosotros en Cristo. Por tanto, “¡la verdad es una relación!”. En otras palabras: la verdad sólo la encontramos y se nos entrega cuando caminamos y vivimos en el amor. A partir de ahí es posible entablar un diálogo constructivo y pacífico con todos los hombres, y encontrarnos con ellos en lo más fundamental de la vida que es el amor. Los cristianos sabemos que dónde hay amor, allí está Dios.

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Correcto
24 de septiembre de 2013 a las 12:37

No puede haber dobles verdades:

-O existe Dios o no existe.
-O hay resurrección o hay reencarnación pero no las dos.
-O Jesús es el Mesías o hay que esperar otro o no esperar a nadie.
Y así con todo.

El relativismo es absurdo. La verdad existe.
Un creyente cree en Dios, que se encarnó en Jesús el Cristo, que es Dios. Cree que es el Mesías. Y cree por lo tanto que los judíos están en el error y no en la verdad, que los budistas están en el error y no en la verdad, que los musulmanes están en el error y no en la verdad, que los ateos están en el error y no en la verdad. Y así hay que decirlo.

Anónimo
24 de septiembre de 2013 a las 15:30

En mi opinión, los teologos llevan hablando sobre el Vaticano II medio siglo y el papel de los apuntes está amarillo,tendrán que cambiarlos.Se ha de considerar la teología que hemos hecho después del Vaticano II ¿Hay nuevas realidades? A mi, me parece que sí. Se ha de dialogar con todas las personas independientemente de su credo religioso o de su increencia. Una maestra del diálogo es la beata Madre Teresa de Calcuta, cuya espiritualidad tuve la suerte de conocer en Londres, Madrid y Barcelona. pienso que podrían hacerse tesis doctorales en la Facultades sobre su teologia. Era una persona diminuta, pero de dilatado corazón, era como algunos dicen "purito evangelio viviente". Se codeó con los Papas y autoridades, un verdadero y auténtico ejemplo para los cristianos. Vaya también mi recuerdo a un diminuto profesor de ecumenismo, Juan Bosch, con el cual, yo nunca discutía, a pesar de mi juvenil rebeldia de aquellos momentos. En el fondo buscaba aclararme las ideas y llegar a la Verdad, que para mí, es Dios.
Dicho profesor, era maestro en ecumenismo y en amor y me miraba con sus vivos ojos y ofrecia una singular sonrisa.

Anónimo
25 de septiembre de 2013 a las 13:52

Estoy de acuerdo con el comentario anterior, que transcribo, pero también me gustaría que alguien autorizado y con cierto doctorado en la Iglesia lo confirmara o quizas no?, aunque esto último sería uan sorpresa. Esperando esta confirmación me despido Atentamente...

No puede haber dobles verdades:

-O existe Dios o no existe.
-O hay resurrección o hay reencarnación pero no las dos.
-O Jesús es el Mesías o hay que esperar otro o no esperar a nadie.
Y así con todo.

El relativismo es absurdo. La verdad existe.
Un creyente cree en Dios, que se encarnó en Jesús el Cristo, que es Dios. Cree que es el Mesías. Y cree por lo tanto que los judíos están en el error y no en la verdad, que los budistas están en el error y no en la verdad, que los musulmanes están en el error y no en la verdad, que los ateos están en el error y no en la verdad. Y así hay que decirlo.
Correcto , 24/09/2013 10:37:54

Correcto
25 de septiembre de 2013 a las 16:59

Si le vale Santo Tomás de Aquino... Lea la Summa contra Gentiles y la Teologica. En todo caso, sí, se hace de menos teólogos como los de antaño, con un sentido de la verdad recio. Otro ejemplo de esto es el modo como acaba la carta Benedicto XVI al matemático italiano Piergiorgio Odifreddi, que estos días vemos publicada en varios medios, donde el papa emérito critica un libro del matemático que hace ideología del ateísmo y a veces mete la pata en temas que no domina. Dice así el papa emérito: "mi crítica sobre su libro en parte es dura. Pero del diálogo forma parte la franqueza; solo así puede crecer el conocimiento" (Benedicto XVI). Sin duda un papa grande que no se arruga de decir las verdades del barquero.

Pablo de Tarso
25 de septiembre de 2013 a las 17:02

De la carta a los romanos: "De los iraelitas es la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas, y los patriarcas; de ellos también procede Cristo según la carne, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos... Y pregunto yo: ¿Es que ha rechazado Dios a su pueblo? ¡De ningun modo! ¡Que también yo soy israelita, del linaje de Abrahán, de la tribu de Benajmín! Dios no ha rechazado a su pueblo, a quien conoció de antemano... Las primicias son santas, la raíz es santa... En cuanto a la elección son amados en atención a sus padres. Que los dones y la vocación de Dios son irrevocables". Palabra de Dios.

judeocristianos
25 de septiembre de 2013 a las 18:21

¿ No será el cristianismo, la universalización del judaismo? Hay continuidad entre el AT Y NT. ¿ No somos los cristianos en realidad, judeocristianos ? Con una misma raiz Con la familia, ¿ no se tienen relaciones fraternas? ¿ No habrá detrás de la judeofobia en ciertos cristianos, unas raices judías no reconocidas, de las que muchos se avergüenzan ?. Nuestros hermanos judíos nos demuestran cómo vivir una fe recia en medio y a pesar de persecuciones. Como ahora muchos cristianos. Es más lo que nos une que aquello que nos separa.
Shalom hermanos

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