Logo dominicosdominicos

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

21
May
2015

El Espíritu no se repite

4 comentarios

El Espíritu es siempre el mismo. Pero en cada uno se manifiesta de forma diferente. Porque el Espíritu Santo, al unirse a nuestro espíritu, se adapta a nuestro espíritu. El Espíritu Santo nunca anula a la persona, actúa a través de nuestra personalidad, de nuestras capacidades y de nuestra imaginación. En este sentido habría que decir que el Espíritu está continuamente evolucionando. Por eso, aquellos que buscan la acción del Espíritu en la repetición, no entienden lo que es el Espíritu.

Comparar, por ejemplo, el estilo de ejercer el primado que tenía el Papa Juan Pablo II con el que tiene Francisco, y medir la bondad del estilo de Francisco en función de su parecido con el de Juan Pablo II, es un error (porque ningún Papa es “la medida” del papado), una injusticia (porque se pretende utilizar a un Papa para descalificar a otro), y una falta de confianza en Dios, que concede a su Iglesia lo que en cada momento necesita. Los que no quieren que nada cambie se dedican a criticar a los vivos a partir de lo que supuestamente harían los muertos. Como los muertos no pueden defenderse es fácil apelar a su memoria y manipularla en función de nuestros, a veces, inconfesables intereses.

El Espíritu siempre actúa buscando el bien. El bien común y el bien individual. El Espíritu se hace presente en todo lo que contribuye a la edificación de la Iglesia, a la mejora de las condiciones de vida, al avance de los derechos humanos. Allí donde hay verdad, belleza, justicia, alegría y amor, allí está actuando el Espíritu. Por eso, sus posibilidades de actuación son inmensas y su creatividad no tiene límites. Buscar el Espíritu en la repetición es probablemente la mejor manera de no encontrarlo. El Espíritu nos abre a nuevos espacios. Pero con la precisa función de hacer presente a Cristo.

Actúa dentro y fuera de la Iglesia. Este “fuera” hay que entenderlo en sentido amplio. Mueve a los cristianos que se comprometen para lograr una política más limpia, y mueve a los políticos no cristianos que denuncian la corrupción. Mueve a los curas y a las monjas que animan ONGs en beneficio de los inmigrantes sin papeles y mueve a los no cristianos que reclaman leyes más en consonancia con la dignidad de todas las personas. Mueve al policía que ayuda a los náufragos y al fraile que les surte de mantas y alimentos. Mueve a la enfermera que, discretamente, sabe consolar, y a la maestra que dedica su tiempo libre a ayudar a un alumno con dificultades.

La obra del Espíritu nunca es fácil; a veces parece muy lenta. Choca con el pecado y la limitación humana. Aún así, el Espíritu, de forma suave y callada, sigue introduciéndose por las más pequeñas rendijas, mantiene viva la llama de la inconformidad, produce novedades inesperadas.

Posterior Anterior


Hay 4 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


Paul T.
22 de mayo de 2015 a las 10:52

El Espíritu actúa sobre mí, porque me ha ungido... proclamar la buena nueva, liberar a los afligidos...etc dice el texto de Lucas. Discernir dónde está y actúa el Espíritu, es tarea de todo cristiano, y más aún, está llamada la Iglesia de Cristo a discernir y actuar según el Espíritu de su Señor. Nos relata el texto de Hechos: que el día de Pentecostés estaban todos reunidos (no solo los apóstoles, sino todos sus seguidores, los 120 discípulos), juntos, orando y en un mismo lugar, esto es, que estaban de acuerdo y que juntos proclamaban la Resurrección del Señor. Ojalá que este estar juntos como Iglesia de Cristo, esperando el Espíritu de Dios, nos conduzca a la Paz y la justicia.

Anónimo
22 de mayo de 2015 a las 18:32

Que como aspas de molinos, dejemos que el Viento suave del Espíritu cree entre nosotros sinergias eólicas que enlacen cada vuelo en Silbo de Vida. Lejos de ser pusilámines bloqueados por falsa prudencia, sin embargo, no confundamos el Vuelo al Aire del Espíritu, con ventoleras y remolinos, que nos ciegan con su falsa luz de gas.

En la Libertad del Espíritu, aceptemos que podemos equivocarnos de ruta, e intentémoslo de nuevo. Quizá se trate de sintonizar mejor la escucha de la Brisa que aletea en nuestro Centro más profundo. Que respetemos la diferencia de intensidad y ruta de cada vuelo. La estela de vuelos pioneros, exploradores sin mapa, a veces a tientas y sin red, es ruta de vuelos venideros. Al lanzarse se espera que el paracaídas se abrirá. Pero hay que subir al vuelo y lanzarse. Solo con arrojo valentía y audacia se renueva la vida, la historia personal y eclesial.

Gracias P. Martín, por su ponderado equilibrio en tiempos de ventiscas y remolinos. No impedirán el Vuelo.

¡ Ven Espíritu Santo!

Anonyme
23 de mayo de 2015 a las 22:39

Efectivamente el Espiritu no se repite. En cada uno actua de forma unica e irrepetible, no hay copias. En cada uno un diseño de arte personalizado: unos maestros,otros profesores,otros catequistas,misioneros,monjas...
Que maravilla! la diversidad de formas.
Para mi el Espiritu es brisa suave,susurro de Dios al corazon...

Luciana
25 de mayo de 2015 a las 20:25

Tal como nos plantea la acción del Espíritu Santo en cada uno el P.Martin,nos dice claramente que: no podemos acusar o juzgar o comparar las acciones de los demas sopena de equivocarnos.
No es tarea fácil pués podemos ver en otros acciones o intenciones o palabras que no están en consonancia con nuestro parecer.En las elecciones políticas por ejemplo ¿nos es lícito juzgar actitudes,afirmaciones etc que nos parecen incorrectas a nuestro modo de pensar? los que no siguen nuestras ideas,puede el Espíritu Santo actuar en sus acciones o decisiones? Lo normal es que,juzguemos que están equivocados.

Logo dominicos dominicos