Logo dominicosdominicos

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

12
Abr
2011

El escándalo de defender al pobre

3 comentarios

La sociedad, en tiempos de Jesús, estaba establecida con una lógica de poder y dominación. Los poderosos, los bien instalados económicamente, se habían constituido en intérpretes de la ley y de las prácticas religiosas. Jesús no acepta este sistema, y eso le acarreó innumerables conflictos. Así se explica el escándalo que provocaba su actuación. Hay un texto significativo. Jesús, después de afirmar que ha venido para dar la vista a los ciegos, hacer andar a los cojos, hacer oír a los sordos y anunciar a los pobres la Buena Noticia, añade: “¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!” (Mt 11,6). ¿Dónde está el escándalo? No puede estar en el hecho de que los ciegos vean o los sordos oigan; esto sólo merece aplauso, alabanzas y agradecimiento. El escándalo está en anunciar a los pobres la Buena Noticia de que para ellos es el Reino de Dios. Jesús se presenta como el mensajero autorizado de esta estupenda noticia que llena de esperanza a los pobres.

Esta noticia resulta escandalosa porque las leyes interpretadas por los dominadores unían estrechamente ser pecador con ser pobre. La calificación de pecador no era sólo una realidad espiritual, sino también sociológica. Los pecadores son los excluidos de la sociedad, los que cumplen funciones o profesiones deshonrosas que sólo podían conducir a la inmoralidad (pastores, prostitutas, recaudadores de impuestos). A Jesús se le critica porque se junta con pecadores, o sea, con los que no cuentan socialmente. Con Jesús el mapa social se transforma: si hay algún preferido en el Reino de Dios, son los débiles, esas personas que gozan de baja reputación, “afligidos y sobrecargados” (Mt 11,28).

También hoy la defensa del pobre o del mal visto produce escándalo: “dime con quien andas y te diré quien eres”. Hay una tendencia, en el subconsciente de personas bien instaladas, que asocia pobreza con delincuencia, prostitución, o drogas. En suma, pobreza va unido a pecado y culpabilidad: “algo habrá hecho para estar como está”, “lo tiene bien merecido”, “no me extraña que le esté pasando esto, si es una… o un… (póngase aquí el calificativo que se quiera, y si está relacionado con la sexualidad más apropiado parecerá)”. Proclamar que Jesús ha venido a salvar lo que parece perdido a los ojos del mundo, e invitar a los cristianos a tomar partido por el pobre y marginado, no está políticamente bien visto, no cuenta con apoyo social y sigue pareciendo un escándalo.

Posterior Anterior


Hay 3 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


Juanjo
12 de abril de 2011 a las 15:01

Aquí es donde se está tocando, a mi modo de ver, el núcleo del mensaje cristiano, la novedad que introdujo Jesús.
Se le pide una señal, y él dijo que no se dará otra señal que la de Jonás.
Es decir el perdón al pueblo pagano, que Dios ama igual que su pueblo elegido, y que en buena lógica judía debería ser castigado con firmeza por su irreligiosidad, cuando lo que en fondo ellos querían eran señales que marcaran la supremacía de Israel.
La universalidad del amor de Dios, empezando por el despreciado nos cuesta aceptarla todavía, seguimos creyendo en los méritos para salvarnos.
Todavía cuando yo era niño se hablaba en un catecismo que aprendí para la primera comunión de un “Dios que premia a los buenos y castiga a los malos”
¡Qué importante es aprender a "leer" el evangelio!

josemaría esteve i pallarés,op
12 de abril de 2011 a las 18:00

"Felices vosotros los pobres..."Lc 6,20.
Los pobres no son felices.La pobreza es una lacra de la humanidad. Implica carencia de los bienes que hacen la vida posible y placentera.Cuando es extrema,trae consigo el hambre,la enfermedad,la muerte prematura.Convierte la vida en un infierno de sufrimiento y angustia. Jesús conoció de primera mano a la gente. Hablo con ellos. Oyó su clamor en aquel su mundo que conocía muy de cerca qué significa ser pobre y pasar hambre.....no les llamo felices por ser pobres,sino porque pertenecían a esta parte de la sociedad sometida a la injusticia y marginación.Eran felices por que su mensaje iba dirigido a ellos.
Acertado acertadísimo estás Martín "dime con quien vas y te dire quien eres" faltara tiempo de que el superior se entere ¿con que gente vas? pues sí,voy con lo peor de la sociedad.

Paul T.
12 de abril de 2011 a las 18:53

EL reino de Dios, reinado de Dios, la soberanía de Dios, es el gran mensaje que las Iglesias deben anunciar. Ello conlleva denuncia e incomodidad; bien lo destacas Martín. Me da la impresión que la experiencia del reino se espera muy en el futuro. Mientras tanto hay muchos "desgraciados" que esperan en el presente el tiempo del reino, sí los marginados, los pobres. el tiempo del reinado de Dios lo hacemos tan inalcanzable que tendemos abandonarnos a la esperanza que ya llegará. El reino es DINAMICO y constante, presente y futuro. Hablar del Cristo es hablar de Jesús. Y eso también es un escándalo.

Logo dominicos dominicos